En los últimos días las críticas al sistema de Previsión Social han tomado fuerza en el debate nacional. 
La mayoría de los candidatos a la presidencia se han mostrado duros con las AFP, con su forma de distribuir pensiones miserables y sus múltiples promesas incumplidas. 
A esto, se sumó el masivo cambio de cotizantes desde el fondo A al E, que activó la preocupación de la Superintendencia de Pensiones, entidad que tomó medidas para frenar el flujo.
El economista Manuel Riesco explicó en profundidad cuáles son las fallas del sistema y por qué las gente recibe pensiones por el tercio de su sueldo. 
Además, asegura que todo se trata de un modelo económico que se sustenta en una burbuja financiera, y que ante cualquier acomodo se podría derrumbar, como pasó con La Polar. También apuesta porque la única solución es volver al sistema de reparto que existía antes de 1981, año en que José Piñera creó el modelo que se diferenció de los del resto del mundo.
-¿Cuál es el origen de las malas pensiones que reciben los chilenos?
La privatización del sistema de pensiones, en esencia, significó la expropiación de la cotización previsional que, en todo el mundo -y en Chile también hasta 1981-, se usa para pagar pensiones. 
Hasta ese mismo año se cobraban las cotizaciones y se pagaban en pensiones, siempre con un excedente naturalmente, que quedaba a beneficio del Estado. A partir de 1981 todo ese flujo de dinero, que es muy grande, se desvió a los mercados financieros. 
Entonces, lo que ha significado es que se ha venido traspasando gran parte del total de las cotizaciones hacia los mercados financieros.
-¿Es como un saqueo?
Usted póngale el nombre que quiera, pero en realidad es eso. Es un ahorro forzoso, entonces lo que significa es que el balance de todas las cotizaciones realizadas desde 1981 hasta ahora es el siguiente: de cada $3 cotizados uno ha ido a parar hacia los administradores, esto según estadísticas oficiales. 
De los otros dos, el grueso ha sido prestado a los grandes grupos financieros. Por ejemplo, en Chile las AFPs dicen esos dos pesos están en carreteras, o en casas de la gente. No es así. 
Lo que está en carreteras y casas es el 2% o 3%. ¿El grueso de los otros dos pesos dónde está? la mitad está en manos de doce grandes grupos, entre ellos los dueños de las propias AFPs, pero también en otros grupos como La Polar, que era uno de los grandes beneficiarios de los fondos de pensiones, que no los van a devolver nunca, por supuesto.
La idea es que esto ha sido un traspaso neto de recursos desde los que cotizan hacia los grandes grupos financieros. Esto ha sido de una magnitud muy grande. 
Por ejemplo, las cotizaciones del año pasado fueron $ 4,3 billones, y eso equivale al 4,3% del PIB, que se traspasó desde los trabajadores -que se lo sacaron del 13% de los salarios- a las AFPs”.
-De esos tres pesos cotizados, ¿uno irá a las pensiones?
Ni siquiera uno. El año pasado de los 4,3 billones, las AFPs usaron uno para pensiones y les quedaron netos a beneficio de ellos 3,3. 
Ahora de esos tres, uno se lo quedan ellos y los otros dos se los prestan netos a los grupos financieros.
-¿Y de esos préstamos reciben utilidades?
Eso dicen, que les van a devolver la plata. La justificación es que la están prestando. 
Pero hay que ver la realidad. Ellos dicen que la rentabilidad en los últimos 30 años ha sido de un 8% por año. Pero cuando llegue el momento de retirarlo la cosa no es así, porque por ejemplo en un año (2008) perdieron un tercio del fondo. 
Entonces, estas supuestas rentabilidades son como La Polar. No cuesta nada con decir que las cotizaciones crecen al 8% por año si no me cobran la plata. Le sigo diciendo ‘no importa, capitalice nomás’, le debo tanto hoy día, al otro año debo tanto. 
Pero siempre llega el momento de cobrar, y cuando llegue ese momento siempre al medio hay sucesos como estas grandes crisis, que licuan los fondos; los hacen desaparecer, porque muchas de estas rentabilidades son ficticias.
-Entonces es una burbuja…
Claro, esto es parte de la burbuja financiera general de Chile.
-¿Y esto puede generar una crisis mayor?
¿Le parece poco lo vivido en los últimos años? piense que el 2008 perdieron un tercio del fondo completo. 
Los años siguientes supuestamente los han recuperado a gran velocidad. Parte importante han invertido en la bolsa de valores chilena. 
Pero usted mira la bolsa de valores chilena y la compara con países emergentes y, para qué decir desarrollados, y resulta que la bolsa chilena aparece en la estratósfera. Entonces eso no puede seguir. En algún momento se va a tener que desinflar.
-¿Y por qué el gobierno está tomando medidas para que la gente no se cambie de fondos?
Una de las razones es esta. Si mucha gente se cambia del fondo A al fondo E eso significa que las AFPs tienen que vender acciones para comprar bonos, porque el fondo E tiene que estar invertido en renta fija. 
Entonces qué pasa con las acciones, como hay una gran parte, casi un cuarto del capital en la bolsa chilena que son fondos AFPs; si las AFPs empiezan a vender acciones significa que la bolsa cae, y eso hace que más gente venda y se precipita la bolsa entera hacia abajo”.
-Es todo parte del juego financiero
Es todo parte de la burbuja.
-¿En qué influye en este juego una AFP estatal?
Lo que hay que hacer es resolver el problema de fondo, y es importante que todos los candidatos que han hablado han coincidido en que el problema de fondo es que la gente no tiene pensiones hoy día. 
Y para eso hay que terminar con esta verdadera expropiación de las cotizaciones y hay que usarlas para pagar pensiones. ¿Cómo es posible que la gente tenga pensiones miserables? una jueza tiene una pensión de 300 mil pesos. O sea, a los jueces que hace cien años les dimos pensiones hoy día se las quitamos.
-¿Y antes cómo era?
Por ejemplo la misma jueza tiene una compañera de oficina, que no se cambió al sistema de AFP y se quedó en el INP. Su pensión es de un millón 200 mil. La diferencia es gigantesca, pues. 
Entonces hoy día hay que resolverle el problema al millón de personas jubiladas por AFP. ¿Cómo lo vamos a resolver?, la única manera es echarle mano a las cotizaciones, o sea restituyéndole las cotizaciones al destino que tuvieron y tienen en todos los países del mundo que es pagar pensiones.
-¿Y estos cambios dependen de un presidente?
No pues, todas estas cosas requieren cambios de la constitución. Por eso para hacer cualquier cosa en Chile hay que cambiar la constitución.
-Todo es parte del mismo modelo…
Claro, todas son leyes calificadas. Si usted quiere derogar la ley de concesiones mineras; que es un escándalo, hay que cambiar la constitución. 
Si usted quiere restituir el servicio nacional de educación pública; mejorar la salud y las pensiones, hay que cambiar la constitución.
-El otro día apareció un editorial en El Mercurio señalando que el Partido Comunista influiría en cambios progresivos en el eventual gobierno de Bachelet, como una AFP estatal, que terminaría por derrumbar el modelo, ¿lo cree así?
Con toda franqueza yo creo que los programas van a ir más allá de una AFP estatal. 
Sería buena una AFP estatal, pero aquí hay que mejorar las pensiones a la gente y eso no lo va a hacer una AFP más; hay que restablecer el sistema de reparto; utilizar las pensiones para pagar reparto.
-¿Y los avances progresivos pueden ayudar?
Claro, porque lo que se puede discutir es qué porcentaje se va a destinar a reparto y cuál a capitalización. 
Ahora las que se destinen a capitalización tienen que ser administrados por algo distinto a las AFP actuales. 
Pero sí puede haber una porción que se destine a capitalización bien administrada, como en Suecia por ejemplo. Pero lo que hay que hacer es restablecer una parte importante de las cotizaciones que se usen para mejorar las pensiones que dan las AFP.
-¿Y eso necesariamente tiene que ser administrado por el Estado?
Claro, sí pues, tiene que ser una administración estatal.