sábado, 23 de noviembre de 2013

Aportes Miserables

"Si se aportó una miseria ¿porque se pide al sistema que de más que una miseria?", declaró recientemente uno de los apologistas de las AFP. La verdad es que las cotizaciones y subsidios fiscales aportados al sistema de AFP, en conjunto triplican el monto de las pensiones pagadas por éste. 
Así lo demuestra un estudio de CENDA, que analiza este sistema, establecido el año 1981 por Pinochet. 
Tres décadas más tarde y a dos del término la dictadura, todos los trabajadores y trabajadoras chilenas continúan forzados a afiliarse a las AFP, como sistema único de pensiones contributivas.  
Éste se apropia, mes a mes, de un gran excedente en dinero efectivo, el que ha venido canalizando, en su mayor parte, hacia los propios administradores del sistema y los mercados financieros. Al mismo tiempo, paga pensiones muy bajas. ¿Hasta cuando?
El año 2012, el Estado pagó directamente el doble de pensiones que el sistema privado, incluyendo las que perciben tres de cada cuatro adultos mayores; aparte de las pensiones militares. Financió el 80 por ciento del monto de las pensiones civiles: el total de las que paga directamente y más de dos tercios de las que paga el sistema privado. Es decir, en Chile, el Estado carga con casi todas las pensiones, pero todas las cotizaciones se desvían a las AFP.
El estudio comprueba que ese año, las cotizaciones más que duplicaron el monto de las pensiones pagadas por las AFP y compañías de seguros, y el Estado aportó adicionalmente, subsidios equivalentes a dos tercios de éstas. El flujo mensual aportado al sistema, menos los beneficios pagados por éste, dejan así un enorme excedente en dinero efectivo. En su mayor parte, éste se transfiere de inmediato a los mayores grupos económicos que operan en Chile, incluidos los propietarios de las AFP, o se exporta a los mercados financieros internacionales.
A la pasada, las AFP y compañías de seguros, se embolsan comisiones y primas netas, cuyo monto acumulado se aproxima al total de las pensiones pagadas; dichos cargos equivalen a más de uno de cada tres pesos cotizados desde su creación.
Los montos de las pensiones son inciertos, dependiendo de las veleidades de los mercados financieros internacionales, que en los últimos seis años han generado más pérdidas que ganancias al fondo de pensiones. Se reducen periódicamente, al aumentar la esperanza de vida de los afiliados y no representan sino una parte menor de los últimos ingresos en actividad.
Ello fue reconocido por la reforma de la Presidenta Bachelet, que estableció un esquema paralelo de pensiones solidarias, de cargo fiscal, para cubrir a quienes no recibían pensión alguna y suplementar las pensiones más bajas.
Los aportes previsionales solidarios (APS), conjuntamente con las anteriores garantías estatales de pensión mínima (GEMP), suplementan actualmente a la mitad de las pensiones pagadas por el sistema privado. Estos subsidios incrementan el monto del conjunto de las pensiones privadas, en más de una sexta parte. Adicionalmente, dicho monto se ha incrementado en más de una quinta parte, al contabilizar los “bonos de reconocimiento”, entregados por el Estado a quiénes se cambiaron desde el antiguo sistema.
De este modo, los montos de las pensiones privadas se incrementan, en promedio, en más de un tercio, al contabilizar estos aportes fiscales
En el caso de aquella mitad de las pensiones que reciben APS o GEMP, la contabilización de los aportes referidos las incrementan en un 73 por ciento.
El aporte fiscal en dinero efectivo, representa una proporción todavía mayor del monto de las pensiones pagadas por el sistema de AFP: dos tercios el año 2012 y tres cuartos desde 1982
Sin embargo, su incidencia sobre el monto de las pensiones pagadas se reduce, debido a que el Estado traspasa cada año el monto íntegro de los bonos de reconocimiento de las personas que cumplen su edad legal de jubilación, pero las AFP imputan solo una pequeña parte de dicho monto a las pensiones pagadas cada año.
Aquellos que quedaron al margen del sistema solidario, es decir, quienes reciben pensiones superiores a los 266.000 pesos mensuales, reciben asimismo pensiones muy reducidas. De este modo, en los hechos, los trabajadores de ingresos medios se han quedado sin pensiones.
Ello afecta de modo aún más severo a los funcionarios del Estado, a quiénes se cotizó durante años por menos de sus ingresos totales. Todas las mujeres son discriminadas, puesto que son el único grupo al que se aplica una tabla diferenciada en función de su mayor expectativa de vida, la que resulta en pensiones significativamente inferiores a los hombres que han acumulado el mismo fondo al jubilar.
Ello es reconocido hoy día de manera unánime. Por este motivo, las pensiones han vuelto al centro del debate público. Todos los candidatos presidenciales y parlamentarios se refieren al problema de las bajas pensiones y proponen alternativas de solución.
Sin embargo, hasta el momento, las propuestas con mayor presencia en los medios proponen más de lo mismo: aumentar las cotizaciones o mejorar la competitividad del sistema creando una AFP estatal, aumentar los subsidios públicos o, derechamente, reducir aún más los derechos previsionales de los chilenos y especialmente las chilenas, elevando su edad de jubilación.
Por otro lado, las principales organizaciones sociales, encabezadas por la CUT han levantado la exigencia de terminar con las AFP y reconstruir un sistema público basado en el mecanismo de reparto. 
Este trabajo argumenta que ese camino no sólo es factible, sino que constituye la única manera de mejorar sustancialmente las pensiones de hoy.
Al terminar con el sistema de AFP, el Estado recuperará las cotizaciones y subsidios que hoy se apropian las AFP, que el año 2012 sumaron 5,8 billones de pesos. 
Ello que le permitiría pagar todas las pensiones del sistema incluidos todos los subsidios a las mismas, a un costo de 1,1 billones de pesos anuales. Exceptuando, desde luego, las pensiones vitalicias que hoy pagan y deberán continuar pagando las compañías de seguros, puesto que se han apropiado del fondo completo de sus afiliados. 
Quedaría así un excedente de 4,7 billones de pesos por año, equivalente a unos nueve mil cuatrocientos millones de dólares anuales.
Ello permitirá duplicar las pensiones que paga el sistema privatizado, incluidos los subsidios, a un costo de 2,3 billones de pesos anuales. De este modo,  se equipararán con las del antiguo sistema público para trayectorias laborales similares. 
Quedará todavía un excedente de más de un 2,4 billones de pesos anuales, que permitiría mejorar otras pensiones y ahorrar para el futuro. Todo ello sin aumentar las cotizaciones ni tocar el fondo de pensiones.
Precisamente por estos motivos, Polonia, Hungría, Bolivia y Argentina han terminado con los símiles parciales del sistema de AFP que habían implementado en décadas pasadas. 
Al igual que ocurrió en todos esos países, seguramente habrán muchas críticas al hecho que el Estado asuma nuevamente las pensiones de sus ciudadanos, pero nadie, ni una sola voz, se levantará en defensa de las AFP.
  
por Manuel Riesco

Las ofensivas utilidades de las AFP: US$530 millones al tercer trimestre de este año


Por María Cristina Prudant
Mientras, la rentabilidad de los multifondos que tienen los usuarios del sistema alcanzan sólo al 4%. 
Esto demuestra la desigual proporción que existe en el sistema previsional que, no en vano, es cuestionado por todos los sectores, ya que los chilenos y chilenas recibirán pensiones miserables.
Las AFP suman y siguen. Las rentabilidades obtenidas por las seis que conforman el mercado local alcanzaron a US$530 millones al tercer trimestre de este año y son una clara demostración de más razones de la insatisfacción que existe con el sistema, pues los afiliados nada obtienen de esas ganancias y, más bien, se deben resignar a recibir pensiones paupérrimas.
El sistema ha sido declarado a gritos como "un fracaso", pero eso en nada importa a las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), que se preparan para cerrar un excelente 2013.

El ex parlamentario y creador de Acusa AFP, Ricardo Hormazabal, explica que son estas entidades las causantes del "título mundial en desigualdad económica y social que nos hemos ganado, ya que con nuestra plata se financió la privatización de empresas del Estado, se controlan las empresas más grandes, se llevan nuestro dinero al exterior en vez de financiar el desarrollo chileno y se han repartido utilidades que se calculan en más de $1,2 millones de millones, contando sólo desde 2009 a la fecha".

"No es malo que las AFP tengan utilidades, lo importante es la relación ganar-ganar", puntualiza Gino Lorenzini, integrante de Forrados y Felices. Pero, "no puede ser que, por una parte, los usuarios hemos ganado este año un promedio de 4% con los multifondos, y las Administradoras tengan un crecimiento de 30%; el tema es cuál es la relación, si nosotros los afiliados ponemos ese dinero".

  Según los estados financieros de las AFP enviados a la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS), el sector registró un incremento de 29,73% en sus utilidades, acumulando US$538,92 millones.

Empresarios no paran de ganar

Analistas explican que las exorbitantes utilidades de esta industria obedecen a hechos como una tasa de desocupación de 6.4% y alzas en salarios de 6.3%. También se deben a mayores ingresos de comisiones derivados del aumento en el número de cotizantes, el alza en la renta promedio cotizada, así como de los saldos de ahorro voluntario administrados y pensiones pagadas.

A febrero el número total de afiliados y contribuyentes activos aumentó 2.9% y 5.6%, respectivamente, comparados con el mismo periodo del año pasado.

Esta situación no es ni cercana a las rentabilidades del sistema. En sus mejores años, las AFP han llegado a obtener niveles superiores al 20% como sistema; incluso en buenos períodos han sido superiores a 40% en los fondos más riesgosos.
Sin embargo, las cifras, aunque positivas, no se comparan con lo que las propias AFP ganan como empresas.

Además, según información de la Superintendencia de Pensiones, las administradoras promedian 22% anual de ganancia desde 2004, mientras que los fondos de los trabajadores afiliados al sistema de pensiones privado sólo ganan 4,6% en promedio en el mismo lapso.

"Un año espectacular"

En las AFP aseguran que, en términos absolutos, ganan mucho menos que otros sectores de la economía. Las cifras, sin embargo, los contradicen. Por ejemplo, en 2011, cuando los fondos de pensiones anotaron una rentabilidad negativa cercana al 10%, las AFP ganaron más de US$ 400 millones y anotaron una rentabilidad sobre patrimonio de más de 13%.

Un informe de Celfin enviado a sus clientes anticipa que este año el aumento total de contribuyentes activos será de 5.5%. Destaca el alza en los salarios, lo que se refleja en que el sueldo promedio de los contribuyentes al sistema aumentará un 8.2% en febrero.

Asimismo, la entidad asegura que las utilidades de las AFP también fueron ayudadas por un primer trimestre espectacular para las bolsas.
El informe dice que los fondos tienen dos tercios de sus activos en el mercado local, y el IPSA subió 11.8% en el primer trimestre, comparado con una caída de 6.2% en el primer trimestre del año pasado.
El tercio restante de los fondos está invertido en activos extranjeros, y el índice S&P 500 ganó 12% en los primeros tres meses de este año, comparado con el 5.4% de 2011.

El aporte de los afiliados y el Estado

El economista Manuel Riesco, del Centro de Estudios Nacionales de Desarrollo Alternativo, Cenda, señala en un análisis que entre 1982 y diciembre de 2012 los afiliados y el Fisco han aportado al sistema un total de 75,2 billones de pesos (5,8 billones en 2012), en dinero contante y sonante.

En ese período, los usuarios han contribuido a las AFP con un total de 55,5 billones de pesos (4,4 billones en 2012) en cotizaciones obligatorias y 2,5 billones (0,1 billones en 2012) en otros aportes netos, que incluyen cotizaciones voluntarias, los depósitos menos retiros de ahorro, indemnización, ahorro previsional voluntario, convenido, de afiliados voluntarios y previsional voluntario convenido.

El Fisco ha aportado 15,5 billones (1 billón en 2012) en bonos de reconocimiento y 1,3 billones (0,35 billones en 2012) en garantías estatales de pensiones mínimas (GEPM), bonos por hijo y otros subsidios monetarios directos, todos los cuales incrementan el valor de las pensiones pagadas por las AFP y compañías de seguros.

Adicionalmente, a partir de la reforma de 2008, el Estado viene suplementando éstas con 0,4 billones (0,17 billones en 2012) en aportes previsionales solidarios (APS), los que se pagan conjuntamente con las pensiones AFP. Todo ello configura un aporte fiscal de 17,2 billones de pesos (1,4 billones en 2012) en dinero efectivo.

El fondo final estimado por la SP al 31 de diciembre de 2012 era de 76,6 billones de pesos y el fondo inicial al 31 de diciembre de 1981 era de 0,2 billones de pesos.

Eficiencia y rentabilidad

El economista Rafael Garay sostiene que la gran solución para mejorar las pensiones "pasa por aumentar las rentabilidades de los fondos, sin necesidad de que eso implique una disminución en el sueldo de los trabajadores".

Garay cree que ideas como aumentar la pensión, jubilación más tardía y pedir que las personas ahorren no se comparan con el hecho de centrar el tema en el cambio de viabilización de las comisiones y en el aumento de los niveles de rentabilidad y eficiencia.

Para Ricardo Hormazábal, el sistema derechamente no funciona y fue declarado "fracasado" por Michelle Bachelet y Sebastián Piñera. Es decir, "si dos personas de posiciones tan distintas le señalan que esto es un fracaso, lo que corresponde entonces es entrar al fondo a estudiar el cambio definitivo del punto".

Según dijo a Cambio21 el abogado, las administradoras tienen que terminarse. "Para eso tendría que haber mayoría en el parlamento, que aprobara una ley que las termina. Para eso se requiere sólo mayoría de los diputados y senadores en ejercicio. Pero lo que pasaría es que la ley aprobada iría al Tribunal Constitucional, porque las AFP reclamarían sus derechos, y nos entramparíamos por años en un debate".

Por tal motivo insiste en la creación de una empresa estatal. Tiene claro que no es la solución total, pero apunta que "si se logra que la abrumadora mayoría de la gente se cambie a esta AFP, ocurre que las otras se caen solas y no hay una discusión constitucional ni nada. Pero esos son los temas que a veces la gente no entiende".

Llamado a Licitación de la SP

La Superintendencia de Pensiones (SP) llamó a la tercera licitación de cartera de nuevos afiliados al sistema de AFP.
Este proceso fue establecido en la Reforma Previsional de 2008 con el fin de incentivar la competencia en precios e incrementar el nivel de eficiencia en la industria.

Esta licitación corresponde a la afiliación en la Administradora adjudicataria de todas las personas que se incorporen al Sistema de Pensiones de Capitalización Individual como trabajadores dependientes, independientes y afiliados voluntarios durante 24 meses contados a partir del 1° de agosto de 2014.
-« ¡Ay de vosotros también, maestros de la Ley, que abrumáis a la gente con cargas insoportables, mientras vosotros no las tocáis ni con un dedo! »