lunes, 28 de julio de 2014

Chilevisión en compleja disputa con AFP

El canal decidió "borrar" el programa de su sitio y eliminar todas las notas relacionadas con el reportaje "AFP al Desnudo". El presidente del gremio, Rodrigo Pérez, hizo saber el malestar de la industria a Jaime de Aguirre, director ejecutivo de Chilevisión. Ejecutivos del canal habrían reconocido problemas con el programa. AFP Habitat es uno de los patrocinadores.

Chilevisión está en la mira.

El canal controlado por Time Warner decidió borrar el capítulo sobre la industria de pensiones del programa “En La Mira”, ante presión de las AFP.

Fueron eliminadas también todas las notas relacionadas con el reportaje “AFP al Desnudo”, que se transmitió el pasado miércoles. Fuentes apuntan a presión del gremio.

Rodrigo Pérez, recientemente nombrado presidente de la Asociación de Administradoras de Fondos de Pensiones (AAFP), habló con Jaime de Aguirre, director ejecutivo del canal, para expresarle el malestar de la industria ante la falta de objetividad del programa y haciéndole ver lo que las AFP entienden como “gruesos errores” y la falta de rigurosidad periodística del programa.
http://www.elmostrador.cl/negocios/2014/07/28/chilevision-en-compleja-disputa-con-afp-por-reportaje-del-programa-en-la-mira/

SABEN USTEDES QUE?
El sistema de AFPs en el año 2012, recibió 4.3 billones de los cotizantes + 1 billón del Estado y repartió $2 billones en pensiones.
COTIZANTES $ 4.300.000.000.000
ESTADO (Pilar Solidario) $ 1.000.000.000.000
PENSIONES ENTREGADAS $ 2.000.000.000.000
AFPs se quedan con $ 3.300.000.000.000
Las utilidades de las AFPs al año 2012 fueron de: $ 2.479.643.349.372
Ya para el 30/09/2013 las AFPs administraban fondos acumulados de los trabajadores por : $82.205.489.000.000
mientras a octubre 2013 la pensión promedio era de $ 183.804
LES PARECE JUSTO
FUENTE: Superintendencia de Pensiones
ESTUDIO DEL 2012 de http://www.cendachile.cl/
POR CADA 3 PESOS COTIZADOS EN LOS FONDOS DE PENSIONES SOLO 1 PESO QUEDA COMO FONDO

Por Ricardo Hormazábal S. Presidente ACUSA AFP AC.

La Asociación de AFPs chilena ha presionado a Chilevisión para que retire de su página Web los videos correspondientes a un programa especial que difundieron sobre el sistema de AFP, Chilevisión cumplió con presteza dicha exigencia.
¿Y el respeto a los profesionales que hicieron el reportaje, a los chilenos que dieron sus vivencias reales a esos periodistas, a los millones de espectadores que fueron sacudidos por los abusos conocidos?

El link que varios promovimos por su cercanía con la realidad de nuestros pensionados no se puede abrir: hay un mensaje que se destaca como una huella digital: http://www.chilevision.cl/en_la_mira/las-afp-una-prevision-sin-futuro-capitulo-23-de-julio/2014-07-24/001109.html
Lo sentimos, ¡esa página no existe! Si estás interesado en información acerca de Chilevision, ingresa a la portada desde aquí, o bien selecciona desde el menú de navegación la sección que te interesa. Puedes acceder directamente a nuestros programas o Señal en Vivo.
Esta maniobra es una más que realizan los dueños de estas entidades para evitar que los chilenos conozcan la magnitud de la tragedia que están viviendo más deun millón de chilenos y que amenaza a todos los civiles chilenos si se les permite continuar, ya que, afortunadamente, los uniformados siguen en el Sistema de Reparto.
En las charlas que damos, en los libros y artículos que publicamos hemos demostrado, sin ser desmentidos, que las AFP se fundan en principios incompatibles con la democracia chilena y con la doctrina de la Seguridad Social. 
También hemos demostrado que ellas son la clave de la desigualdad de nivel mundial que todavía vivimos y que ellas continúan abusando, debido, primero, a la gran fuerza de los grupos económicos, de la derecha política y a la transformación ideológica al liberalismo de una parte de la antigua Concertación. Segundo, por la inaceptable compra que hacen de influencia política, en universidades y medios de comunicación. Paradojalmente, hacen todas estas maniobras usando los recursos de los trabajadores.
La falta de respuestas eficientes de las organizaciones sindicales y la neutralización de los partidos y medios de comunicación ha ayudado a la permanencia de estos excesos. 
A lo más, hemos logrado que se cree una Comisión de Estudios, integrada por una abrumadora de personas destacadas que están ideológica o financieramente vinculadas a los dueños de ellas.
Pero esta vez, dejaron su huella digital. Cientos de miles de chilenos vieron el programa, casi único en la TV chilena. Ahora los otros canales de TV, las radios, los medios escritos saben que no hay Perdón ni Olvido para los que muestren su estruendoso fracaso.
He afirmado que violan los Derechos Humanos, porque nuestra Constitución Política consagra el rango constitucional del derecho a la Libertad de Prensa y el derecho a la Seguridad Social, así como el carácter de derechos humanos que revisten ambos, de acuerdo al ordenamiento constitucional, especialmente del artículo 5° de la CPE que eleva a rango constitucional todos los tratados vigentes sobre derechos humanos y estos dos derechos pisoteados por las AFP aparecen en la Declaración Universal de Derechos Humanos, en cuya redacción participó un chileno, Jacques Maritain y Ghandi, entre otros, y también en múltiples tratados aprobados posteriormente.
En mi libro "El Gran Engaño", cito ampliamente un estupendo trabajo de mi camarada y amigo Genaro Arriagada que denuncia fundadamente estas prácticas.
Creo que el gobierno y otros actores deben actuar para resguardar estos derechos conculcados. 
¿Seguirán siendo recibidos por las autoridades democráticas estos violadores de los derechos humanos mencionados? 
¿La Asociación Nacional de la Prensa seguirá principios o defenderá intereses económicos?
¿El Colegio de Periodistas no recurrirá de Protección? 
¿La CUT y otras organizaciones sindicales se quedarán en una simple declaración de rechazo?
Nosotros en ACUSA AFP, organización que no tiene la relevancia suficiente como para que la Ministra del Trabajo nos reciba, estudiaremos que hacer si otros nada hacen. Si actúan, los seguiremos encantados, sin buscar protagonismo alguno.

viernes, 25 de julio de 2014

Fondo A incrementó 3,2 veces cada millón de pesos ahorrado desde 2002

Estudio de la Asociación de AFP afirma que la rentabilidad de los cinco fondos supera el rendimiento de otros instrumentos masivos, como fondos mutuos y acciones. 
C. A. 
Un aumento de 3,2 veces tuvieron los ahorros de los trabajadores que invirtieron sus dineros en el fondo A entre octubre de 2002 -cuando se iniciaron los multifondos- y junio de este año.
Según un estudio de la Asociación de AFP, una persona que invirtió $1 millón hace doce años registra hoy en su cuenta de capitalización individual $3.221.600. Para quienes eligieron el fondo E, su dinero se multiplicó 2,4 veces, llegando a $2.353.800.
La principal razón de esta alza es la rentabilidad de los portafolios. Así, sobre un millón de pesos, el fondo más riesgoso acumula un retorno nominal de 222,16%, mientras que el multifondo más conservador, acumula 135,38% de rentabilidad.
Por fondo, el retorno real anual promedio entre septiembre de 2002 y junio de este año, es de 7% para el fondo A; 5,8% para el B; 5,3% para el C, y 4,9% y 4,1%, respectivamente, para los portafolios de menor riesgo, D y E.
También en el corto plazo sus retornos han sido positivos. En doce meses, el fondo A lidera en ganancias con un avance de 17,4% nominal (11,7% real), impulsado en gran medida por su exposición a activos de renta variable extranjera, cuyo buen desempeño compensó la baja bursátil local. De hecho, por esta razón superó ampliamente el 13% de retorno del portafolio B, cuya mayor exposición a acciones locales, contrarrestó negativamente el rendimiento de la renta variable extranjera dentro de la cartera.
Así, al igual que éstos, el rendimiento del resto de los multifondos en doce meses también se sitúa por sobre el avance de otros instrumentos de inversión, tales como fondos mutuos de renta fija nacional e internacional, que exhiben retornos entre 8% y 10,3% entre junio de 2013 e igual mes de este año; fondos mutuos de acciones locales, que caen 9%, y sobre el propio IPSA, que desciende 3,8% en el período.

Exposición al exterior
Del total de US$ 170.081 millones que acumula el sistema, el 57,3% se invierte en Chile, principalmente en instrumentos de renta fija (81%).
El 42,7% restante se encuentra invertido en el extranjero, la mayor parte de ellos en activos de renta variable (70%), lo que explica el positivo impacto del buen desempeño de los principales mercados bursátiles del mundo.
Las economías de Asia y Europa Emergente encabezan el ranking , al exhibir rentabilidades entre 14% y 20%, entre enero y junio de este año.
En tanto, Estados Unidos, el principal destino de los ahorros previsionales en el exterior -al acaparar un 35,2% del total, unos US$ 25.580 millones- avanza 6,05% a nivel accionario.
En estos primeros seis meses del año, la rentabilidad de los fondos se traduce en un aumento del ahorro total en US$ 13.431 millones. En los últimos doce meses la cifra se eleva a US$ 22 mil millones, según calcula el gremio.
EN 2014
Entre enero y junio de este año, la rentabilidad de los fondos aportó US$ 13.431 millones al sistema.
11,7% es la rentabilidad real anual del fondo A en doce meses. Desde la creación de los fondos hasta junio de este año su retorno real anual promedio baja a 7%.
6,1% renta el fondo E en doce meses, según datos del gremio de AFP. Su retorno real anual promedio desde 2002, es de 4,1%
US$ 170.081 millones totalizan los fondos de pensiones a junio de este año. De éstos, el 9,1% ó US$ 15.477 millones se invierte en acciones locales.

¿Como funcionan la AFP?



Un video realizado por el Colectivo La Revuelta, La Fundación Sol y la Agrupación “No + AFP” explica, de manera simple y didáctica como nació el sistema de las AFP en Chile y como este funciona actualmente.
El actual sistema de pensiones está en discusión por las bajas pensiones que otorga a miles de chilenos y chilenos y porque mas que solucionar un problema social está para solucionar un problema de liquidez de las grandes empresas y la banca.
El sistema fue impuesto durante la dictadura militar en 1981, creación de un grupo de economistas neoliberales encabezados por José Piñera, (hermano de Sebastián Piñera ex presidente de Chile marzo 2010 – marzo 2014) y que obliga (por ley) a los trabajadores a imponer 10% de su sueldo en un grupo, “a elección”, de AFP.

El jugoso mercado de las AFP que genera grandes ganancias y pauperrimas pensiones


El mercado de las AFP está compuesto por seis AFP. Lo lidera Provida -del grupo español BBVA y cuyo presidente fue hasta hace poco Joaquín Vial, recién nombrado consejero del Banco Central- que tiene casi un 40% de los afiliados, pero sólo 29% de los fondos que administra el sistema completo. Le sigue Hábitat, propiedad de la Cámara Chilena de la Construcción con 25% de los fondos y tercero está Capital, recientemente adquirido por el grupo colombiano Sura con un 22%. Sigue Cuprum, del grupo Penta de Carlos Eugenio Lavin y Carlos Alberto Délano con un 20,5%. Cierra la lista Planvital, ligado a un banco italiano con 2,9% y Modelo, del empresario Andrés Navarro con un 0,2%.
AFP
Las ganancias de las AFP son estratosféricas, sin embargo las pensiones son extremadamente bajas lo que ha llevado a que se generen criticas al sistema y cada vez mas personas y expertos plantean terminar con este sistema de AFP.
Por lo mismo se ha propuesto eliminar el actual sistema de AFP y reemplazarlo por un Sistema de Reparto. Según han explicado varios expertos y agrupaciones de trabajadores el crear un nuevo Sistema de AFP Estatal no resolverá el problema pues viene a reforzar precisamente el sistema que se está cuestionando. Entre las agrupaciones en contra de este sistema está la Agrupación “No Más AFP“.

Infografía de como funciona el sistema de las AFP



sábado, 19 de julio de 2014

“Daño tributario” tras el protocolo de acuerdo

¿Cuánto impacta la reforma tributaria a los afiliados?
por Sergio Jara y Maximiliano Andrade

Asociación de AFP recalculó el llamado “daño tributario” tras el protocolo de acuerdo. Gremio buscará incluir una indicación en la reforma.

Entre US$ 87 millones y US$ 250 millones podrían dejar de percibir anualmente los fondos de pensiones, tras la firma del protocolo de acuerdo que busca modificar las bases de la Reforma Tributaria, según estima un análisis de la Asociación de AFP.
Se trata del llamado “daño tributario” que el gremio y algunos economistas atribuyen al sistema impositivo debido a la imposibilidad que tienen los cotizantes de las AFP de descontar de sus impuestos personales el impuesto de primera categoría pagado por las empresas en las que están invertidos sus fondos de pensiones.
Esto último es lo que se conoce como integración del sistema tributario, que permite a dueños y accionistas de empresas deducir de sus impuestos a la renta los gravámenes que sus compañías pagaron inicialmente sobre el total de sus utilidades.
El cálculo de la Asociación de AFP considera el impacto de los dos regímenes alternativos de impuesto a la renta propuestos en el protocolo de acuerdo alcanzado entre gobierno y oposición para modificar el proyecto de reforma tributaria:
Uno, apunta a que los dueños y accionistas tributen sobre todas rentas que se les atribuyan en función de sus participaciones societarias. Esto con una tasa de primera categoría (de empresas) de 25% y un global complementario (GC) (de los dueños) de 0% a 35%. Este esquema permite utilizar como crédito del GC el total del impuesto que pagó la empresa. El otro sistema, denominado parcialmente integrado, considera un gravamen corporativo de 27%, con un GC también de 0% a 35%, pero pagado sólo sobre las utilidades que se retiran de la firma y con derecho a crédito tributario por el 65% de lo pagado en primera categoría.
En el primer caso, en que todas las empresas optaran por un sistema de rentas atribuidas, el daño que calcula el gremio sobre los fondos asciende a US$ 250 millones anuales. En el segundo, con todas las firmas acogidas al régimen parcialmente integrado, alcanzaría los US$ 87 millones. En un escenario intermedio -50% opta por cada sistema-, la Asociación de AFP estima un eventual daño tributario anual a los fondos de hasta US$ 169 millones.
Si bien estos nuevos cálculos del gremio son inferiores a los US$ 350 millones de merma en los fondos estimados por el proyecto original de reforma tributaria -que consideraba junto al impuesto corporativo una retención adicional de 10%-, en la entidad aún consideran que existe un daño tributario que el gobierno debe resolver.
Consultados al respecto, desde el Ministerio de Hacienda aseguraron que “la reforma tributaria no impactará negativamente a los pensionados del país” y que la imposibilidad de ocupar la tributación de las empresas como crédito de los cotizantes, “no es un efecto nuevo de la reforma”.
“De la misma forma, este tratamiento tributario se mantuvo en las anteriores reformas que incrementaron el impuesto a la renta a 15%, 17% y 20%, respectivamente en el pasado, sin registrarse caídas en las pensiones”, señalaron desde la cartera que encabeza Alberto Arenas.
Debido a esto, el mismo ministro ha dicho en reiteradas ocasiones que este tema lo revisará la Comisión Asesora Presidencial para el Sistema de Pensiones que preside el economista David Bravo, instancia que estudia cambios al sistema de capitalización individual y que debería entregar sus conclusiones en enero de 2015.
Lograr una “justicia tributaria”, como denomina la Asociación de AFP a la reparación histórica del daño tributario que atribuye al sistema impositivo, no es materia que debería estudiar la llamada comisión Bravo, según estiman en la industria. Para el gremio, la imposibilidad que tienen los cotizantes de ocupar como crédito el impuesto que pagan las sociedades anónimas en las que invierten los fondos de pensión no se resuelve a través de la modificación del Decreto Ley Nº 3.500 que en 1980 creó el sistema de capitalización individual.
Desde la entidad dicen que aquello es parte de la actual discusión tributaria, por lo que el titular del gremio, Rodrigo Pérez, buscará que se incluya una indicación en esta etapa de la discusión en el Senado, instancia que fijó como plazo el próximo 7 de agosto para recibir las indicaciones consensuadas por gobierno y oposición para la iniciativa legal.
Entre este lunes y principios de agosto las AFP buscarán que el gobierno incluya entre las indicaciones la creación de un “Bono de Reconocimiento por Daño Tributario”, propuesta que el gremio ya hizo llegar al Ministerio de Hacienda a principios de este mes.
“Lo que pedimos como Asociación es que los accionistas de los fondos de pensiones, que han pagado toda su vida ese impuesto a la renta, el gobierno les dé un bono de reconocimiento por esos impuestos que se cobran al final, cuando la persona se jubila”, dice Pablo Izquierdo, presidente de AFP Modelo, quien agrega que “el gobierno dijo que era buena idea, pero no lo vi en el protocolo ni oficializado”.
El pago a los cotizantes de dicho bono por parte del Estado se debería materializar, según el gremio, al momento de jubilación del afiliado.
Por este concepto, la Asociación de AFP estima un aporte fiscal de US$ 3 millones a 2015 para financiar los bonos de 89 mil pensionados; y de US$ 300 millones a 2028, para financiar los bonos de 345 mil jubilados

martes, 8 de julio de 2014

¿ES UNA BUENA IDEA VOLVER AL SISTEMA DE REPARTO?


Cumpliendo con una promesa de campaña, a fines de abril recién pasado, la Presidenta Bachelet creó la Comisión Asesora Presidencial sobre el Sistema de Pensiones, con el objetivo de realizar un diagnóstico y elaborar propuestas en torno al sistema previsional vigente en Chile. Dicha instancia ha abierto un amplio debate en torno a las supuestas falencias del sistema actual y sobre si éste debiese ser modificado o reemplazado. El presente documento busca brevemente mostrar por qué no es una buena idea para nuestro país volver a un sistema de reparto como el existente hasta antes de 1981.

I. El antiguo sistema de reparto es un sistema que fracasó, y el sistema de capitalización individual nació con el fin de reemplazar un cúmulo de ineficiencias existentes

El primer sistema de pensiones dirigido a los trabajadores chilenos se creó a mediados de la década de los 20’, siendo éste un programa de seguridad social pionero en Latinoamérica. Era un sistema de reparto, que quedó en manos de lo que se conoce hasta hoy como Cajas de Previsión, las que con el paso del tiempo comenzaron a multiplicarse. Ya a inicios de los 70’, el sistema de pensiones vigente en ese entonces estaba fuertemente cuestionado. Era un sistema atomizado, operado por más de treinta cajas, cada una con normativa propia. A diferencia de la actualidad, el trabajador no podía elegir dónde cotizar, y tanto el nivel de la cotización como los beneficios a la hora de pensionarse (edad de retiro y nivel de la pensión) dependían del sector económico en el que trabajara y de la presión que éste ejerciera. No había un vínculo claro entre lo aportado durante la vida activa y lo recibido a la hora del retiro.
Como resultado de lo anterior, el sistema previsional mostraba fuertes síntomas de ineficiencias. 13% del presupuesto para previsión se gastaba en su administración. Por su parte, el pago de pensiones a inicios de los 70’ registraba un déficit importante, puesto que se financiaba en cerca de 60% con cotizaciones del trabajador y del empleador y 40% con aporte estatal[i]. A principios de los 80’, las opciones eran aumentar aún más el aporte fiscal o las cotizaciones, que incluso llegaban a más de 50% de la remuneración imponible después de haber sido 5% en su origen. Asimismo, el sistema previsional antiguo representaba más de la mitad del gasto en seguridad social en Chile, y había evidencia que éste seguiría creciendo exponencialmente[ii]. En este contexto, en 1981 con el Decreto Ley N° 3.500, nació el sistema de capitalización individual. Éste estableció derechos de propiedad sobre los aportes durante la vida laboral de los cotizantes, y relacionó directamente cotizaciones con beneficios a recibir, eliminando los privilegios especiales, dando origen a los incentivos adecuados y generando una estructura financiera que contribuyera a la sustentabilidad macroeconómica de largo plazo tanto de él mismo como del país.

II. El sistema de reparto no entrega pensiones más altas que el sistema de capitalización individual

Usualmente, se suele señalar que una buena razón para volver al sistema antiguo es que el nivel de pensiones que éste entrega es superior al que obtienen los pensionados bajo el régimen de capitalización individual. Exceptuando las pensiones de invalidez, esto es lo que muestran las estadísticas agregadas de la Superintendencia de Pensiones para las pensiones autofinanciadas de los pensionados al 30 de abril de 2014[iii]. Más específicamente, si comparamos el monto de pensión de vejez promedio de ambos sistemas, la pensión entregada por el Instituto Previsión Social (IPS) es cerca de 11% mayor que la de las AFP. Esta diferencia alcanza 38% y 21% a favor de las pensiones de vejez anticipada y sobrevivencia que paga el sistema antiguo, respectivamente.
Tabla N°1: Pensiones Pagadas Autofinanciadas
Sistema / Entidad
N° y Monto Promedio
Por tipo de Pensión (al 30 de Abril de 2014)
Vejez
Vejez Anticipada
Invalidez
Sobrevivencia
Total
AFP y Cias. de Seguro
N° Pensiones
403,834
242,825
106,226
223,941
976,826
Monto
$ 177,160
$ 273,534
$ 210,341
$ 126,942
$ 193,213
IPS (Sistema Antiguo)
N° Pensiones
311,117
35,013
101,764
252,215
700,109
Monto
$ 196,457
$ 378,174
$ 195,061
$ 153,481
$ 189,860

Fuente: Superintendencia de Pensiones.
Sin embargo, dichos promedios no son directamente comparables. En primer lugar, quienes afirman que el sistema antiguo paga mejores pensiones que el sistema de capitalización individual, olvidan que bajo el antiguo sistema de reparto sólo reciben pensión quienes cumplen con un número mínimo de aportes[i].
De acuerdo a información del IPS, el número de imponentes sin pensión en las ex Cajas de Previsión, por no cumplir la densidad de aportes, es cercano al 50% del total. Considerando que la tabla anterior sólo muestra el total de quienes reciben pensión en ambos sistemas, y por ende omite quienes se quedaron sin pensión porque no cumplieron con los requisitos para obtenerla, podemos afirmar que la pensión promedio de vejez real del sistema antiguo no es de $ 196.457, sino de $ 196.457/2 = $ 98.228,5. Esto deja las pensiones de vejez del sistema antiguo 45% bajo las que entrega el sistema de capitalización individual. El mismo ejercicio se puede repetir para todos los tipos de pensión.
En segundo lugar, la tabla anterior esconde otro aspecto relevante a la hora de realizar comparaciones: mientras la tasa de cotización del sistema de capitalización individual es cercana al 13% (incluyendo la comisión de la administradora y el seguro de invalidez y sobrevivencia de cargo al empleador)[ii], la tasa de cotización vigente para los que siguen cotizando en el sistema antiguo es de aproximadamente 20,7% (sin incluir salud para hacer ambas cifras comparables)[iii]. Con dicha cotización, 7,7 puntos porcentuales por sobre a la cotización del sistema de AFP, las pensiones promedio del sistema de capitalización individual serían aún mayores que las que hoy muestra el sistema.
Existe un tercer aspecto a destacar de la tabla anterior que incrementa la brecha de las pensiones a favor del sistema de capitalización individual: el sistema de capitalización individual otorga pensión a sus afiliados sin importar la densidad de cotizaciones del trabajador. Por ende, el promedio de pensión de vejez de $ 177.160 muestra la pensión promedio de vejez obtenida por quienes presentan una gran varianza de densidad de cotización. Por ejemplo, incluye la pensión de las mujeres que sólo cotizaron una vez de tal modo de obtener el Bono por Hijo creado en la Reforma Previsional de 2008. Considerando que la densidad promedio de los cotizantes en el sistema de AFP en los últimos doce meses es de 52,1% (lo cual implica que en promedio sólo se cotizaron 6,25 meses en el último año), los promedios mostrados en la tabla para las pensiones del sistema de capitalización individual no son comparables con los entregados para el sistema antiguo.
Además, dicho promedio no refleja la pensión que entregaría el sistema de capitalización individual para quienes sí cotizaron en el sistema un tiempo razonable y de manera sostenida. Con ese objetivo presentamos el siguiente ejercicio, realizado por la Superintendencia de Pensiones. En él se muestran las pensiones promedio por género de los pensionados por el sistema entre enero de 2012 y mayo de 2013, excluyendo a quienes se afiliaron después aprobarse la Reforma Previsional (de tal modo de excluir a los que se afiliaron sólo con el fin de obtener sus beneficios) y sólo incluyendo a quienes se afiliaron al sistema con 35 años o menos.
Como se puede apreciar, las pensiones promedio obtenidas al aplicar los filtros señalados son superiores al promedio global, incluso considerando que éstas son previas a abril de 2014. Es más, claramente el ejercicio muestra que las pensiones se incrementan fuertemente al aumentar el número de años cotizados. Cabe destacar que el ejercicio anterior no contempla los aportes del Pilar Solidario. Si lo que reciben los pensionados por concepto de Aporte Previsional Solidario se incluyera, la pensión final (que es la efectivamente recibida) sería aun más elevada.
Tabla N°2: Pensión promedio por género y años cotizados en el Sistema de Capitalización Individual Pensionados entre enero de 2012 y mayo de 2013
Monto Promedio ($)
Años de cotización
Total
+10 años
+20 años
+30 años
Mujeres
$ 198.292
$ 220.074
$ 253.496
$ 312.002
Hombre
$ 235.227
$ 268.128
$ 310.984
$ 439.985
Total
$ 216.000
$ 243.514
$ 281.489
$ 375.038
Fuente: Superintendencia de Pensiones.
En suma, al hacer comparables ambos sistemas, podemos concluir que el sistema antiguo no entrega pensiones más altas que el sistema de capitalización individual, sino todo lo contrario.

III. Un sistema de reparto se ve afectado por los mismos problemas que hoy perjudican el nivel de pensión en un sistema de capitalización individual

Las principales razones que explican por qué el sistema de capitalización individual no entrega pensiones más elevadas se pueden enunciar brevemente en la siguiente lista:
  • Baja densidad de cotización debido a lagunas previsionales
  • No cotizar por el total de la remuneración (por informalidad o asignaciones no imponibles)
  • Aumento de las expectativas de vida (que hace que los fondos acumulados tengan que alcanzar por un mayor número de años)
  • Disminución de la rentabilidad de los activos de largo plazo
¿Es un sistema de reparto la solución a dichos problemas? O sujeto a la existencia de estos problemas, ¿entregaría un sistema de reparto una mejor pensión que las que entrega el sistema de capitalización individual? Por las razones que se exponen a continuación, creemos que la respuesta es no.
En primer lugar, el derecho a obtener pensión en el antiguo sistema de reparto exige un mínimo número de años cotizados de a lo menos 10 años. Producto de la baja densidad de cotización durante la vida activa de los chilenos, se estima que sólo 47% de los cotizantes en el sistema de AFP alcanza ese número de años[i]. Esto quiere decir que si volviéramos a un sistema de reparto como el antiguo, más de la mitad (53%) de los cotizantes del sistema de capitalización individual no tendría derecho a pensión alguna y perderían todos los ahorros realizados durante su vida activa. Dado que no recibirían pensión alguna, sólo podrían optar al Pilar Solidario (recibir Pensión Básica Solidaria) quienes cumplan con los requisitos de focalización.
El nivel de la pensión otorgado por el antiguo sistema también depende del número de años cotizados. Esto es, en caso de cumplir con el número de años cotizados, el nivel de pensión dependerá de la densidad de cotización que haya alcanzado el trabajador en su vida activa. Por ende, la baja densidad de cotización que hoy registran los trabajadores también golpearía en este aspecto las pensiones futuras de los cotizantes de un sistema de reparto como el existente en Chile en el pasado.
Asimismo, la pensión a recibir en el antiguo sistema también depende de la remuneración imponible (“sueldo base”) por la que cotizaron los trabajadores. Por ende, los problemas asociados a la subdeclaración (cotizar por menos) hoy vigentes, como la informalidad y la elusión previsional originada en las asignaciones no imponibles, también disminuyen la pensión a recibir en el sistema de reparto.
En conclusión, bajo un sistema de reparto, y al igual que en el caso del sistema de capitalización individual, quien cotiza por menos plata o por menos tiempo también recibirá una menor pensión. Es más, de acuerdo a las reglas del antiguo sistema de reparto, una baja densidad de cotización incluso podría llevar al afiliado a no recibir pensión alguna al momento del retiro, perdiendo con ellos todos los ahorros acumulados.
Por último, mientras el sistema de capitalización individual se ve afectado por las mayores expectativas de vida de las personas (puesto que una misma persona debe financiar en su vida activa una pensión para un mayor número de años), el sistema de reparto se ve afectado tanto por las mayores expectativas de vida como por la menor tasa de natalidad que hoy afecta a nuestro país, esto es por el envejecimiento de la población como un todo. Lo anterior por cuanto el financiamiento de un sistema de reparto depende de la población activa y su relación con la población pasiva. Como resultado del acentuado envejecimiento de la población que se registra en Chile, esta relación es cada vez más baja para nuestro país, decreciendo de manera incluso más acelerada que el promedio de los países desarrollados, tal como se muestra en el siguiente gráfico. Esto podría afectar el equilibrio financiero de un sistema de reparto.
De tal modo de ejemplificar la situación descrita, y haciendo el símil de volver al sistema de reparto, encontramos lo siguiente: si tomamos la foto actual del total cotizantes y pensionados de ambos sistemas, una tasa de cotización de 10% de la remuneración imponible promedio alcanzaría para cubrir una pensión de aproximadamente $ 160.000 para los actuales pensionados. En 10 años más, dado el acentuado envejecimiento de la población que presenta nuestro país, dicha pensión caería en más de 30%.

CONCLUSIONES

Existen varias razones que explican por qué no sería una buena idea cambiar nuestro sistema de capitalización individual por uno de reparto. En primer lugar, al comparar ambos sistemas podemos concluir que el sistema antiguo entrega, en promedio, pensiones considerablemente más bajas que las que puede recibir un pensionado promedio del sistema de AFP, y sobre todo en comparación con aquellos que cotizaron un tiempo razonable en el sistema de capitalización individual.
Asimismo, y de acuerdo a lo analizado, las amenazas que hoy enfrenta el sistema de capitalización individual también perjudican a un sistema de reparto. La diferencia está en que un sistema de reparto puede cubrir dichos riesgos con un mayor déficit fiscal, tal como venía ocurriendo hasta 1981. El mayor déficit señalado genera en sus afiliados una falsa sensación de seguridad con respecto a los beneficios que se obtendrían bajo un sistema de reparto. El déficit en el que debe incurrir el Estado tiene un costo alternativo, tanto con respecto a políticas públicas que se deben dejar de hacer en otras aéreas (por ejemplo en educación o salud) como en relación con el menor ahorro público que puede terminar en un menor crecimiento económico.
Una vez que el sistema colapsa, tal como ha ido ocurriendo en los países europeos, el sistema de reparto se ve obligado ya sea a ajustar sus beneficios (disminuir la pensión entregada), aumentar las exigencias para recibir los beneficios (exigir, por ejemplo un mayor piso de años cotizados) o aumentar la tasa de cotización de sus afiliados de tal modo de asegurar su estabilidad presupuestaria. Esto último con el riesgo de aumentar la informalidad o las lagunas previsionales que llevaría a más déficit, generándose así un círculo vicioso difícil de romper.
Ante el gran déficit que mostraba el sistema antes de 1981, optamos por cambiarnos al sistema vigente, el que luego complementamos, con la reforma de 2008, con un Pilar Solidario que permite dar acceso a pensión, o incrementar la pensión autofinanciada a todos quienes cumplan con los requisitos de focalización. Queda claro que volver atrás no es la opción que debiésemos tomar. Sin embargo, se pueden introducir perfeccionamientos tanto al sistema previsional, como al mercado laboral que redunde en mejores pensiones y más oportunidades mientras es activo, las que se traduzcan en menores lagunas previsionales y menor informalidad.

[i] Estimación en base a información administrativa de la Superintendencia de Pensiones con respecto a los pensionados entre enero de 2012 y mayo de 2013.

Superintendencia de Pensiones, sobre la base de información administrativa de los pensionados AFP entre enero 2012 y mayo 2013. La Superintendencia realizó los siguientes filtros:
a) Se eliminó de la muestra a los pensionados con fecha de afiliación igual a o superior a 2008. Esto, con el objeto de limpiar el efecto de quienes se afiliaron sólo para obtener el Bono por Hijo, y cuentan con muy poco tiempo contribuyendo al sistema.
b) Se deja en la muestra sólo a pensionados que se afiliaron al sistema de AFP con 35 años de edad o menos.
c) No se considera a los pensionados cuya última cotización fue por un ingreso inferior a 0.5 salarios mínimos. Con esto se evita sesgar la medición de tasas de remplazo, que se distorsionan cuando los últimos salarios son muy bajos.

[i] En el caso del Servicio de Seguro Social (SSS) se requieren como mínimo 10 años de imposiciones para las mujeres y 20 años para los hombres, mientras que en CANAEMPU y EMPART son 10 años como mínimo, tanto para hombres como mujeres; además de tener la calidad de imponente activo al momento de solicitar la jubilación.

En el caso del Servicio de Seguro Social (SSS) se requieren como mínimo 10 años de imposiciones para las mujeres y 20 años para los hombres, mientras que en CANAEMPU y EMPART son 10 años como mínimo, tanto para hombres como mujeres; además de tener la calidad de imponente activo al momento de solicitar la jubilación.

[i] Gaete, M. E., & Matthei, E. (1988). La privatización de la previsión social en Chile. Puntos de Referencia, 32.
[ii] Piñera, José (1991), “El Cascabel al Gato. La Batalla por la Reforma Previsional”, Editorial Zig-Zag, Santiago.
-« ¡Ay de vosotros también, maestros de la Ley, que abrumáis a la gente con cargas insoportables, mientras vosotros no las tocáis ni con un dedo! »