domingo, 28 de junio de 2015

La doble estafa de las AFPs

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La fusión entre las AFPs Cuprum y Argentum, ambas del grupo financiero internacional Principal, comienza a mostrar hebras que perfilan un nuevo escándalo similar a episodios como el perdonazo que hiciera el Servicio de Impuestos Internos (SII) durante el gobierno de Piñera a la empresa Johnson’s, o con eventos similares a las repactaciones unilaterales de La Polar o al mismo caso “cascadas”, articulado por el controlador de Soquimich, Julio Ponce Lerou, y conspicuos operadores de la Bolsa de Santiago.
Si este nuevo escándalo se inició hace unos meses con denuncias privadas y discretas, desde comienzos de junio, impulsado por el senador del MAS Alejandro Navarro, el incidente financiero ha tomado todas las características de un escándalo mayor. La Cámara de Diputados aprobó la creación de una comisión investigadora en tanto la Fiscalía acogió la denuncia presentada por Navarro para investigar la fusión de las AFPs del mismo grupo.
La fusión de las dos AFPs del grupo Principal tiene como primer efecto una elusión tributaria de 80 mil millones de pesos (unos 130 millones de dólares, al cambio actual). Una operación que significó un beneficio para sus accionistas y una pérdida neta para el Fisco que ha puesto en el centro de la polémica no sólo al grupo económico sino a Tamara Agnic, superintendenta de Pensiones desde julio del año pasado. Agnic está bajo el foco de la Cámara y la Fiscalía por la sospecha de haber autorizado la fusión entre las dos AFPs y otorgar a sus dueños el millonario beneficio.
Para Navarro, “todo indica que Agnic es cómplice del holding norteamericano Principal Financial Group, quienes crearon una AFP fantasma llamada Argentum para fusionarla con Cuprum y así eludir el pago de impuestos. La superintendenta de Pensiones tiene una responsabilidad inexcusable. Su negligencia y falta de probidad no puede echarse bajo la alfombra, por lo que debe dar una explicación al país o dar un paso al costado”, sostuvo el senador.
Las denuncias de Navarro configuran una trama mayor. Según explicó, hubo una junta de accionistas de la AFP Cuprum en la cual participaron los representantes de la Superintendencia de Pensiones Felipe Gálvez y Eduardo López: en esa misma reunión Hugo Lavados, presidente de Cuprum, expuso el objetivo de llevar a cabo la fusión. A partir de aquí comienza una nueva trama. Lavados, militante DC, fue ministro de Economía en el primer gobierno de Bachelet y desde 2013 es presidente de la AFP tras la venta de ésta por el grupo Penta en más de mil millones de dólares a Principal. En 2014 Cuprum tuvo utilidades por más de 114 millones de dólares, cifra un 25 por ciento mayor a la del año inmediatamente anterior.

OTRA VEZ LA PUERTA GIRATORIA
Hugo Lavados es un clásico exponente de la puerta giratoria entre el sector privado y el Estado. Durante el primer gobierno de la Concertación fue superintendente de Valores y Seguros, más tarde gerente del banco BBVA para regresar al sector público en un alto cargo en la Comisión Resolutiva Antimonopolios. En la década siguiente pasó a la dirección de Prochile y luego a ministro de Economía, en el primer gobierno de Michelle Bachelet. A comienzos de 2013 asumió la presidencia del directorio de Cuprum tras la toma de control por Principal, cargo que ejerce en la actualidad junto a la rectoría de la Universidad San Sebastián.
En mayo pasado, cuando el escándalo comenzaba a emerger, la Superintendencia de Pensiones elaboró un comunicado para desligarse de responsabilidades, las que canalizó hacia el SII. En el comunicado la institución dirigida por Tamara Agnic señaló que se cumplieron todos los requisitos que la ley exige a las sociedades que se fusionan, y conforme a las atribuciones de la Superintendencia, se aprobó la operación de fusión por absorción de Argentum S.A. y Cuprum S.A., el 2 de enero de 2015. En el mismo documento se precisaba que “la Superintendencia de Pensiones no aprobó un beneficio tributario en ninguna etapa de este proceso. De hecho, no podría hacerlo ni ninguna AFP u otro regulado podría solicitarle que se pronunciara sobre materias de este tipo, pues no están dentro de las facultades que la ley le otorga. El único organismo público que puede pronunciarse en Chile sobre temas tributarios es el Servicio de Impuestos Internos (SII)”.
Pocas semanas más tarde, AFP Cuprum informó a la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) que, “haciendo uso de un beneficio incluido en la reforma tributaria de 2014, calculaba en 80 mil millones de pesos el valor de los impuestos que podría pagar en forma diferida, dependiendo de los resultados que obtenga en el ejercicio de su actividad”.
La segunda semana de junio, días antes de aprobarse la creación de la comisión investigadora de la Cámara de Diputados, la Comisión de Economía del Senado llamó a declarar a Agnic. En la oportunidad detalló que tras cuatro meses de análisis, la Superintendencia aprobó la operación “bajo estricto cumplimiento de las exigencias establecidas en la ley sobre sociedades anónimas” y destacó que el proceso de fusión no provocó perjuicios a los fondos de pensiones de los 640 mil afiliados que cotizan en Cuprum, ni generó efectos adversos en su rentabilidad ni en sus condiciones de seguridad. Sin embargo, un punto quedó en el aire, que no fue respondido: se estima que la fusión sólo tuvo por fin defraudar al Fisco en casi 80 mil millones. Por este motivo, en aquellos mismos días el Ministerio Público acogió la querella interpuesta por el senador Navarro para investigar el hecho y determinar las responsabilidades judiciales respectivas.

LOS OSCUROS PODERES FACTICOS
La investigación está en sus inicios y avanza tanto en la Fiscalía como en la Cámara. Una de las hebras se pierde en los primeros meses del año pasado, con la abrupta salida, en julio de 2014, del entonces superintendente de Pensiones, Alvaro Gallegos, tras haber denunciado presiones de las AFPs. En la presentación del senador Navarro a la Fiscalía recoge el testimonio de Gallegos, quien dijo en su oportunidad haber sido “desbancado por los poderes fácticos” producto de su oposición a la creación de la AFP fantasma Argentum. Estas declaraciones del ex superintendente son para Navarro “de extrema gravedad. No es posible que los dueños de las AFP tengan la capacidad de remover a un superintendente de Pensiones”.
La remoción de Gallegos por los “poderes fácticos” es un hecho difícil de ocultar. El desbancado superintendente había declarado verdades que no soportaron los ejecutivos de las AFPs, que le pasaron el recado al gobierno. Durante un seminario en Icare realizado el año pasado, criticó las inversiones de las administradoras en La Polar, las que calificó de “fraude controlado”. En tanto, agregó que “sorprendentemente, ningún agente del mercado fue capaz de prever (…) ni siquiera nuestras AFPs, que tenían directores en esa compañía. No solo uno: tres directores”.
En la oportunidad, criticó a las AFPs las caídas de rentabilidad de los fondos de pensiones durante la crisis financiera de 2008. Y, en relación con el sistema, agregó otro comentario: “Si me perdonan la expresión, los afiliados al sistema de pensiones están en un corralito. Están obligados por ley y no pueden salir”. A partir de allí, la reacción de la industria fue mover hilos en la oscuridad. El ex presidente de la Asociación de AFPs y ex ministro de Pinochet, Guillermo Arthur, señaló que no le parecía “prudente” que Gallegos hiciera declaraciones con “un grado de prejuicio enorme hacia las AFPs”.
Tras su salida, Alvaro Gallegos envió un mail al senador Carlos Montes en el que relató “los hechos que condujeron a que el primer militante socialista en ocupar una superintendencia del sector financiero, en este caso la Superintendencia de Pensiones, fuera desbancado por los poderes fácticos”. En este mensaje, agregaba que “tales poderes hicieron la lectura correcta: el artificio para ahorrar 80 mil millones de pesos en impuestos no habría prosperado si hubiese dependido de este humilde servidor resolver sobre la autorización de la existencia de Argentum”.
Tiempo después, y con estos antecedentes ya conocidos respecto a la creación de la AFP Argentum como mecanismo financiero para la evasión tributaria, la actual superintendenta aprobó la fusión. Para Navarro, “es el colmo que la superintendenta de Pensiones Tamara Agnic diga que es legal en Chile crear una AFP que no busca administrar fondos de pensión, sino sólo servir como instrumento tributario para evadir 80 mil millones de pesos en impuestos”.
Como ha quedado demostrado, Agnic es una fiel defensora del sistema de AFPs y, según sus declaraciones en un reciente seminario ante las cúpulas empresariales y financieras, la única manera de aumentar los montos de las pensiones en Chile es subir la edad de jubilación. “El hecho de que estemos viviendo más y que está la posibilidad ya casi cierta de que la edad de jubilación se extienda, también hay una responsabilidad de parte de los empleadores con el sistema”.
La elusión tributaria de 130 millones de dólares del grupo Principal, una defraudación fiscal mayor que el infame perdonazo de Johnson’s, se inscribe en un territorio de abismales contrastes. Por un lado las enormes ganancias de Cuprum y la codicia mediante estas ilegales maniobras financieras; en el otro extremo, las miserables pensiones que se pagan a los jubilados y de cuya administración salen sus utilidades.
Agnic, y no Gallegos, representa el sentir y los intereses del gobierno de Michelle Bachelet, como de los anteriores de la Concertación y de la Alianza respecto al sistema de AFPs. Para ello, el ejemplo del DC Hugo Lavados en la presidencia de Cuprum es palmario, así como la instantánea defenestración en julio pasado de Gallegos por criticar el modelo. Pero también es la inacción y otras señales ambiguas ante uno de los mayores problemas sociales del país. Es por ello que la comisión asesora de AFPs, que busca una verdadera solución a las bajas pensiones, dejó fuera a los sectores no sólo más críticos al sistema, sino también a los más informados, como es el caso del economista de Cenda, Manuel Riesco.
El gobierno hasta el momento parece lejano a escuchar soluciones reales a las miserables pensiones, porque éstas requieren la desinstalación del sistema y una guerra con las administradoras, que tienen los fondos invertidos en todo el sistema económico y financiero chileno. Pese a ello, la comisión deberá evacuar un informe final con propuestas, las cuales tenderían a reestructurar el modelo. Pero la implementación de estas propuestas por un gobierno desorientado y muy debilitado es por el momento algo distante.
Al promediar junio el economista y Premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz, ex alto funcionario del Banco Mundial, colocó una lápida al sistema de pensiones chileno, el cual, si bien es útil para engordar al sector privado, no sirve para su objetivo, que es otorgar pensiones decentes de vejez. Stiglitz, invitado mediante videoconferencia a un seminario de cierre de la comisión que estudia los cambios al sistema, fue enfático: hay 23 países que privatizaron sus sistemas de pensiones, pero siete de ellos ya revirtieron su decisión y muchos lo están reconsiderando. Pero junto a este argumento, lanzó su propuesta. “Lo que necesitan en Chile es un primer pilar más fuerte. Es más necesario para evitar pobreza en la vejez y asegurar un nivel mínimo de seguridad. Se debería crear un segundo pilar público, que debe tener un componente de redistribución importante y debe haber un elemento de suavidad intergeneracional que evite la relativa pobreza en la vejez”.
En esos mismos días, la Coordinadora Nacional de Trabajadores No+AFP convocaba a una movilización nacional a la que asistieron miles de personas. La Coordinadora promueve el fin del sistema privado y su reemplazo por uno público. Recordó en su convocatoria la fusión trucha de Cuprum con Argentum, “que no es más que una estafa legal al Fisco, visada por la superintendenta de Previsión, que comprueba la urgencia de acabar con este sistema voraz, que roba dónde y como puede”.

viernes, 19 de junio de 2015

Premio Nobel de Economía pidió acabar con las AFP

Joseph Stiglitz 2



El premio Nobel de economía Joseph Stiglitz, quien participó por videoconferencia en el seminario “Sistema de Pensiones: experiencias y tendencias internacionales”, pidió que Chile debía alejarse cuanto antes del actual sistema privado de fondo de pensiones, ya que generaba poca cobertura, mala seguridad en la jubilación y valores mínimos de pensiones.

“Chile tendría que estar sumamente preocupado, porque es uno de los países de la OCDE que tiene mayor cantidad de inequidad. A pesar que toda la sociedad está pagando este enorme costo, aquí el que gana, ciertamente, es el sector financiero. Esto simplemente ha realzado el ingreso al sistema financiero en ese país y esto es un juego con una suma negativa. Esto es una enorme pérdida para la sociedad. Es muy importante alejarse del segundo pilar que se refiere al sistema privado”



Como resume el Diario Financiero, Stiglitz ejemplificó que en el mundo hay 23 países que privatizaron sus sistemas de pensiones, pero siete de ellos ya revirtieron su decisión y muchos lo están reconsiderando. En esa línea, propuso alejarse de este sistema de pensiones y contar con uno público dando el ejemplo de Canadá, donde crearon un fondo gubernamental que tiene independencia, altos retornos, baja volatilidad y costos de transacción e incluso es inmune a la influencia política.

“Esto me lleva a mi recomendación de políticas: lo que necesitan (en Chile) es un primer pilar más fuerte. Es más necesario para evitar pobreza en la vejez y asegurar un nivel mínimo de seguridad. Se debería crear un segundo pilar público, que debe tener un componente de redistribución importante y debe haber un elemento de suavidad intergeneracional que evite la relativa pobreza en la vejez. Estos sistemas de pensión públicos tienen bajos costos de transacción y muy buen servicio al cliente”
 Por Romina Jara Oliva, Diario Financiero Online
Joseph Stiglitz: "Chile tendría que estar sumamente preocupado" por su sistema de pensiones
Joseph Stiglitz advirtió hoy que Chile debería preocuparse por el actual sistema de pensiones.  El premio nobel de Economía de 2001 dijo en ese sentido que éste genera poca cobertura, mala seguridad en la jubilación y valores mínimos de pensiones.
"Chile tendría que estar sumamente preocupado, porque es uno de los países de la OCDE que tiene mayor cantidad de inequidad", dijo el economista al participar vía videoconferencia en el seminario "Sistema de Pensiones: experiencias y tendencias internacionales". 
En esa línea, propuso alejarse de este sistema de pensiones y contar con uno público.
"A pesar que toda la sociedad está pagando este enorme costo, aquí el que gana, ciertamente, es el sector financiero. Esto simplemente ha realzado el ingreso al sistema financiero en ese país y esto es un juego con una suma negativa. Esto es una enorme pérdida para la sociedad. Es muy importante alejarse del segundo pilar que se refiere al sistema privado", agregó.
Stiglitz ejemplificó que en el mundo hay 23 países que privatizaron sus sistemas de pensiones, pero siete de ellos ya revirtieron su decisión y muchos lo están reconsiderando.
"Esto me lleva a mi recomendación de políticas: lo que necesitan (en Chile) es un primer pilar más fuerte. Es más necesario para evitar pobreza en la vejez y asegurar un nivel mínimo de seguridad. Se debería crear un segundo pilar público, que debe tener un componente de redistribución importante y debe haber un elemento de suavidad intergeneracional que evite la relativa pobreza en la vejez", sostuvo.
"Estos sistemas de pensión públicos tienen bajos costos de transacción y muy buen servicio al cliente", dijo en relación a experiencias como la de los Países Bajos y Noruega.
Además, el economista también presentó el caso de Canadá, donde crearon un fondo gubernamental que tiene independencia, altos retornos, baja volatilidad y costos de transacción e incluso es inmune a la influencia política. "Esto es posible lograrlo", indicó.




NO HAY QUE SER UN PREMIO NOBEL PARA DARSE CUENTA DE QUE UN SISTEMA DE AFP QUE ENTREGA PENSIONES MISERABLES Y DÓNDE LOS ÚNICOS QUE GANAN SON LAS EMPRESAS TIENE QUE SER CAMBIADO

Denuncian al SII ante Contraloría por mantener RUT de Cuprum en AFP Argentum


Una denuncia contra el Servicio de Impuestos Internos por eventuales vicios legales en la aprobación de AFP Argentum, y su posterior fusión con Cuprum, presentó la consultora Felices y Forrados. 
Esto, por la presunta vulneración de la Ley de Sociedades Anónimas y de una norma establecida por el mismo SII respecto a este tipo de operaciones. De acuerdo al documento presentado ante el organismo, se cometió una infracción contra el artículo 99 de la mencionada ley que establece que de existir una fusión por incorporación, la empresa absorbida se disuelve, por lo tanto deja de existir, lo cual debió haber ocurrido con Cuprum.

Además, la denuncia dice que se vulneró la circular 17 del SII que indica que la empresa que desaparece debe entregar su nombre, rut y documentación para su posterior desaparición, lo cual según Felices y Forrados no ocurrió ya que Argentum por autorización del organismo fiscalizador, siguió manteniendo el nombre y RUT de Cuprum. Esto, además de haber autorizado este ajuste antes que la fusión entre ambas AFP se concretara.

Según el CEO de la consultora, Gino Lorenzini "acá hay dos escenarios futuros, uno es que la Contraloría actúe, el SII acate y que esta nueva AFP se llame Argentum, o por el vicio de la fecha incluso que la operación de la fusión se venga abajo, por tanto en ese escenario perdería los $80.000 millones de goodwill que pretenden descontar de impuestos en 10 años".

Por otro lado, la Cámara de Diputados aprobó por unanimidad la solicitud hecha por parlamentarios DC para crear una comisión investigadora que indague en el rol de la Superintendencia de Pensiones en este caso, y que tendrá un plazo máximo de 180 días para funcionar.

Fiscalía Acoge Denuncia de Navarro por Argentum

El Ministerio Público acogió la denuncia presentada por el senador y presidente del MAS, Alejandro Navarro, a fin de que se investigue la creación de AFP Argentum y la posterior fusión con AFP Cuprum.
Esto, con el fin que se indaguen responsabilidades penales así como posibles infracciones a la ley de Sociedades Anónimas en el proceso de creación y fusión de ambas administradoras.

Además, con esta decisión, la Fiscalía investigará en las eventuales presiones que habría sufrido el ex superintendente de Pensiones, Alvaro Gallegos quien atribuyó su salida del organismo regulador a no haber apoyado esta operación.
 Según lo definido por el Ministerio Público, por el momento, la causa será llevada por la fiscal Giovanna Herrera.

lunes, 1 de junio de 2015

Ahorrar, ahorrar

Agustín Edwards del Río: "Entre 1981 y 2014, la rentabilidad promedio de los ahorros previsionales fue del 8,58% por sobre la inflación. ¿Alguien realmente piensa que el fisco habría tenido el talento y la fuerza de voluntad para lograr este retorno para las personas? Posiblemente no..."
El "Imperio del Mal" ("The Evil Empire"), como lo llamaba Ronald Reagan, tiene clara la película: buscará quitarnos los ahorros personales, porque los ahorros nos dan autonomía. También tratará de desprestigiar la política y las instituciones democráticas. Luego tomará el control y cerrará las fronteras. 
¿Ejemplos? En Argentina, el gobierno les ordenó a las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP) comprar papeles de las empresas públicas, luego que estas habían sido desfalcadas, y sus planillas de sueldos infladas con personas más cercanas a la política que al giro de esas empresas. En Venezuela, el gobierno les negó el acceso a divisas a las líneas aéreas, y estas se vieron obligadas a dejar de ir a Caracas, porque sus montañas de bolívares no servían para nada.

Para todos es difícil ahorrar, porque implica postergar consumo. Por eso es tan increíble lo que se hizo en Chile en 1981. Ese año los chilenos partieron ahorrando el 10% de su sueldo para su propia jubilación. Una suerte de cuenta de ahorro personal para la vejez. En ese momento el Estado también se hizo cargo del pago mensual de toda la población ya jubilada y de los bonos de reconocimiento para quienes ingresaron al nuevo sistema con fondos generales de la nación. 
Es difícil para nosotros dimensionar la magnitud y lo difícil que debe haber sido tal decisión en el Chile de entonces. Son muchos los países que hoy quisieran dar ese paso, pero no lo hacen por la dificultad de hacerse cargo de sus jubilados actuales. Sé que es políticamente incorrecto hablar bien de algo hecho durante el gobierno militar, pero seamos honestos: la formación en 1981 del sistema de pensiones chileno, las AFP, fue algo increíble, de una audacia y una modernidad que sorprende aún 34 años después.

Las AFP chilenas tienen, al mes de abril de este año, US$ 174.000 millones de ahorros en administración, y un dato decidor: de ellos, solo US$ 63.000 millones fueron aportados por los trabajadores; el resto, US$ 111.000 millones, es producto de retornos financieros de los dineros invertidos. Entre 1981 y 2014, la rentabilidad promedio fue del 8,58% por sobre la inflación. Bravo. 
Los ahorros previsionales están hoy bien invertidos y bien administrados. ¿Alguien realmente piensa que el fisco habría tenido el talento y la fuerza de voluntad para lograr este retorno para las personas? Posiblemente no. Pero, lo más preocupante: ¿hay alguien que descarte que el Estado no está hoy estudiando la forma de quitarles sus ahorros previsionales a los chilenos con un sistema de reparto?

Debemos defender nuestros ahorros previsionales. Pero para hacerlo debemos también reconocer y corregir las falencias del sistema. La mala noticia es que, a pesar de lo ahorrado y del retorno obtenido durante todos estos años, el fondo acumulado no es suficiente para generar un nivel de pensiones adecuado. 
Una pensión adecuada debería poder asegurar un sueldo equivalente al 70% de lo ganado en los últimos 10 años de vida laboral. Dinamarca y Holanda logran esos números. Chile hoy solo alcanza entre el 40 y 50%.

Varias cosas nos penan. Algunas son culpa nuestra, otras no. La expectativa de vida de los chilenos aumentó y no subimos la edad de jubilación. Equivocadamente permitimos que muchos trabajadores independientes no ahorraran para su vejez, y otros que pudieron jubilar anticipadamente lo hicieron, y hoy se encuentran sin el pozo necesario para enfrentar una jubilación digna. También hicimos que las mujeres jubilaran cinco años antes, sin reparar en la mayor expectativa de vida que ellas tienen. 
¿En qué estábamos pensando? Desde el año 2008, hay mucha liquidez en el mundo, la tasa de interés global bajó, y nosotros no subimos el 10% del sueldo que destinamos para nuestra jubilación. Es hora de que nos pongamos en campaña para subir fuertemente el ahorro personal y el previsional, o nos va a "comer el cuco". Y no es chiste.

Uno se inclinaría por que el Estado chileno vendiera activos, y que la rentabilidad de este fondo se destinara a aumentar las jubilaciones. Una especie de fórmula noruega. También sugeriría que el Estado incentivara a que los padres abrieran una cuenta de ahorro previsional para sus hijos al nacer -concurriendo, por ejemplo, con la misma cantidad ahorrada cada vez que los padres hagan un depósito-. Aprovechar esos 20 años de tiempo extra haría una enorme diferencia al momento de jubilar.
 Otra sugerencia sería que se facilitara un "leaseback" con las viviendas para ayudar a las personas en sus últimos años. Pero estas ideas parecen poco probables de implementarse, dados los vientos de hoy. En cambio, no tengo duda de que las personas tendrán que guardar una proporción mayor de su sueldo (¿15% quizás?) y postergar su jubilación (¿hasta los 70 años para todas y todos?). 
Las empresas tendrán que hacer un esfuerzo diseñando trabajos a tiempo parcial e incorporando adultos mayores. El Estado chileno también tendrá que ser más generoso con los más pobres y los servidores públicos y ayudar a que el mercado produzca bonos a 30 años para las rentas vitalicias.

Raya para la suma: antes de que podamos descansar, los US$ 174.000 millones ahorrados para las pensiones, que hoy representan el 70% del Producto Interno Bruto (PIB), tendrán que duplicarse a 140% del PIB. Y más vale que partamos antes que después.

Agustín Edwards del Río 

Comisión Bravo

Claves que marcan su etapa final

El grupo tuvo dos jornadas clave de trabajo este mes. Ahí, redactó el borrador del Informe de Diagnóstico que plantearía nuevas mediciones de la tasa de reemplazo. Aún en debate, habría consenso en diferenciar el cálculo de las pensiones de mujeres y hombres y avanzar a un sistema mixto.



Pamela Jimeno Ocares


El pasado 12 y 13 de mayo, en el Hotel Sheraton, los 24 expertos que integran la Comisión Bravo vivieron dos jornadas clave para el trabajo que hace un año vienen realizando a petición de la Presidenta Michelle Bachelet. Fue el tercer encuentro ampliado del grupo, pero también el primero con el cual entran en la recta final para cumplir con el encargo de presentar al gobierno, en agosto próximo, el informe final con recomendaciones de cambios y mejoras al sistema de pensiones chileno. En esas 48 horas, los profesionales redactaron el borrador del Informe de Diagnóstico definitivo sobre el funcionamiento del régimen previsional y sus deficiencias estructurales y coyunturales. El texto ahora va para su segunda corrección.

Desde la Comisión Asesora Presidencial sobre el Sistema de Pensiones afirman que si bien la idea era entregar al gobierno a fines de este mes el Informe de Diagnóstico Final, que es más cualitativo que cuantitativo -a diferencia de la versión anterior, denominada Informe de Antecedentes para el Diagnóstico, elaborado a fines del año pasado- se tomó otra decisión: el documento se presentará junto con el de Recomendaciones, en agosto. Precisan que se trata de una suerte de resumen de todos los datos e información que han trabajado, analizado e intercambiado. “Es como una historia, una suerte de relato, en la que se expone el conjunto de los antecedentes para el diagnóstico. Se trata de una ‘descripción bastante objetiva’ de todo el proceso de investigación”, dice una de las fuentes consultadas.

Aunque con matices, al interior del grupo, que preside el economista de la UC David Bravo, explican que el documento contempla un exhaustivo análisis del mercado laboral chileno, y pese a que todavía están en calidad de borrador, en síntesis explicaría la baja cobertura del sistema de administradoras de fondos de pensiones en tres frentes: (1) Por efecto de un mercado laboral de alta rotación y precariedad de los salarios, en especial en trabajadores con menos preparación y estabilidad en el empleo, todo esto como resultado de factores estructurales que redundan en lagunas previsionales, particularmente en el caso de las mujeres. (2) Por parámetros para el cálculo de las pensiones que están obsoletos o desajustados de la realidad, debido a la problemática y estructura del mercado laboral chileno y a dificultades de diseño para el cálculo de las pensiones; y (3) Por problemas de competencia en la industria, precios y funcionamiento de las gestoras previsionales.

El grupo, sin embargo, también hace un punto respecto de la tasa de reemplazo y el debate sobre cuál es la medición óptima para Chile, siguiendo más bien la literatura o experiencia internacional. “Dado que la tasa de reemplazo en Chile -y en el mundo- no tiene una definición estándar, depende mucho de los supuestos que se consideren y de lo que se busque establecer como una cobertura óptima de la pensión individual”, afirma una de las fuentes consultadas. Otro comisionado añade que tanto en la instancia como en el debate general respecto de qué debería establecer una tasa de reemplazo y cuál debiera ser la fórmula ad hoc para Chile, “al menos hay una noción general de que esa variable debería arrojar cuánto del ingreso que tenía una persona cuando trabajó se mantiene en la pensión”.

¿Cuál es la medición idónea para la tasa de reemplazo y cuál es el modelo óptimo para Chile? Depende de los datos con los que se cuenta para establecer una o varias formas, sostiene otro de los integrantes, pero ejemplifica que “hay países en que se busca una tasa de reemplazo medio agregada, por ejemplo, mediante trabajadores representativos de ciertas ocupaciones, sectores o niveles educacionales”. 

Las mismas fuentes coincidieron en que la comisión lo que hizo fue usar los datos individuales administrativos que posee la Subsecretaría de Previsión Social y la información de panel de la Encuesta de Protección Social (versión 2009) para calcular las tasas de reemplazo en diferentes tipos de trabajadores, distinguiendo por grupo de decil de ingresos. Así, el objetivo fue obtener mediciones de tasas de reemplazo por grupos, sexo y decil de ingresos, las que serán expuestas en el Informe de Diagnóstico. Esto generará una radiografía de la distribución completa de la tasa de reemplazo.

La definición de una tasa de reemplazo en Chile cruza opiniones. El Libro Blanco de las Pensiones Chilenas, elaborado por el gobierno anterior, plantea que aunque la evidencia sugiere que los afiliados a las AFP esperan (o desean) pensiones de vejez que representen un 70% o más de sus últimos salarios, ese nivel de expectativas es alto y que la OIT sugiere una tasa de reemplazo de 45% para quienes contribuyen al sistema de pensiones por más de 30 años. En promedio, en los países Ocde es de 65,8%.

Además, un estudio de la Superintendencia de Pensiones reveló que quienes se pensionaron entre enero de 2012 y mayo de 2013, tras cotizar por más de 30 años, obtuvieron pensiones -sólo del componente obligatorio- por un 54% (66% en hombres y 42% en mujeres) de las remuneraciones por las que efectivamente cotizaron en promedio en los últimos 10 años. 

Entre los expertos del área coinciden en que la tasa de reemplazo debiera estar entre 50% a 70% de la remuneración del trabajador.

Los primeros consensos

Aunque las diferencias y matices han caracterizado a la comisión, lo que se ha evidenciado con fuerza en las tres jornadas ampliadas que han tenido, los 24 profesionales que la integran (15 representantes nacionales y nueve internacionales) ya comienzan a manifestar algunos puntos en común o, al menos, mayoritariamente coincidentes con miras al informe final con recomendaciones y propuestas. 

Uno de ellos dice relación con el negativo diagnóstico sobre la situación previsional de las mujeres, especialmente radicado en las diferencias salariales y los períodos de lagunas previsionales que, en promedio, son mayores respecto de las de los hombres. Así, una de las recomendaciones para mejorar las pensiones de las mujeres es que corresponde, a lo menos, igualar las condiciones de vida de la mujer en la vejez respecto de las condiciones en que viven los hombres en esa etapa. Para eso, una de las propuestas de solución apuntaría a generar tablas de cálculo de la pensión distintas para hombres y mujeres, debido a que hoy se utiliza la misma y eso hace que, por ejemplo, una mujer que se jubila a la misma edad que un hombre y con igual ahorro en su AFP, obtiene una pensión más baja.

“Dado que existe mucha desigualdad en el mercado laboral, eso también se traduce en una fuerte desigualdad en la vejez y eso se acrecienta aún más con aspectos fundamentales del sistema amparado en el DL 3.500, como es que, por ejemplo, los cálculos para la pensión de mujeres y hombres son los mismos, pese a que en el ahorro previsional previo, es decir, en las cuentas de capitalización individual hay diferencias sustantivas que se generan por las diferencias salariales y lagunas previsionales”, explica un comisionado.

En todo caso, las fuentes consultadas aseguran que aún no está descartado del todo que surja una propuesta de minoría de elevar la edad de jubilación legal de la mujer, hoy de 60 años. De los 5,1 millones de cotizantes de las AFP, el 41,5% son mujeres. 

¿Hacia un sistema mixto?

Otro de los temas que han cruzado los ánimos y las opiniones al interior de la Comisión Bravo es la posibilidad de que, avalados en los fuertes cuestionamientos al sistema de capitalización individual obligatoria, al rol de las AFP y la necesidad de tener un Estado subsidiario de un sistema privado que no cumple su cometido, se justifique un cambio de más largo alcance al régimen previsional creado en 1981 con el DL 3.500.

Por eso, y aunque “existen ideas variadas” respecto de cómo lograr un mejor modelo de pensiones individuales, a tres meses del plazo de entrega del informe final de recomendaciones, en el grupo admiten que una de las “propuestas de solución a las deficiencias del sistema es la creación de un sistema mixto de pensiones, definido como de capitalización y contribución proporcional, paralelo al sistema actual de cotización obligatoria individual y con incentivos para el componente solidario”. El modelo ha sido planteado por algunos de los comisionados, la mayoría de representación internacional y en el caso de los nacionales más ligados a los sectores más progresistas de la Nueva Mayoría, aunque es resistido por los comisionados de perfil más conservador o cercano a la industria.

En el grupo, sin embargo, dicen que “todas las propuestas deben ser trabajadas con detalle por quienes las impulsan para que puedan ser analizadas por el conjunto de la comisión, y si bien un sistema mixto ya ha sido planteado, hay otros comisionados que han planteado otras ideas para abordar los problemas del sistema”.

Si bien nada está decidido y hoy sólo es parte del análisis y las propuestas que se están estudiando, las mismas fuentes reconocen que hay algunos números en juego o al menos fórmulas para apostar por un sistema mixto. Una, aseguran, desviaría entre un 2% a 5% del ahorro personal a una contribución, con algún incentivo. La idea, añaden, es avanzar a un modelo similar al de Suecia.

En lo que también hay consenso es en potenciar el Pilar Solidario creado en la reforma previsional de 2008 y que al año demanda al Fisco del orden de US$ 1.900 millones. A través de este sistema, el Estado subsidia con una Pensión Básica Solidaria (PBS), de $ 82.058 mensuales, a quienes no tienen ahorros propios, mujeres y hombres desde los 65 años y que pertenezcan al 60% más pobre. También entrega un Aporte Previsional Solidario (APS) complementario decreciente a quienes reciben una jubilación de hasta $ 279.427 mensuales y que también pertenezcan al 60% más pobre del país.

La comisión evalúa medidas para ampliar su cobertura en materia de derechos garantizados, monto de los beneficios y corregir los errores de diseño de la versión inicial entre los cuales, por ejemplo, que las PBS no cubren los gastos funerarios de sus beneficiarios. El grupo también propondrá una gradualidad mayor en tiempo y monto de la remuneración o ingreso de los trabajadores independientes y a honorarios que desde este año deben cotizar en una AFP de manera obligatoria e irrenunciable. 

Desde su creación, la industria de AFP redujo su número de operadores desde 12 empresas a las seis administradoras vigentes. A marzo pasado, los ahorros previsionales sumaban US$ 174.032 millones, 11,3% más que a igual fecha de 2014 y equivalente al 71,8% del PIB chileno. Según la Superintendencia de Pensiones, en abril los fondos tipo C -considerando un promedio del sistema- rentaron 8,71% en 12 meses.
El sistema registra 9,8 millones de afiliados, y de ellos, 5,1 millones son cotizantes activos, con un ingreso promedio de $ 650.581 al mes. A marzo había 1.031.507 pensionados de AFP y compañías de seguros con una pensión promedio autofinanciada de $ 202.160 mensuales (ver infografía). 



-« ¡Ay de vosotros también, maestros de la Ley, que abrumáis a la gente con cargas insoportables, mientras vosotros no las tocáis ni con un dedo! »