viernes, 29 de julio de 2016

Propuesta A y B frente a frente

Propuesta A y B frente a frente: el mano a mano de David Bravo y Claudia Sanhueza que revela la trastienda política de la Comisión Bravo




Ambos creen que el tema debe ser parte del debate presidencial de 2017. Bravo se defiende de las críticas a su rol como presidente y afirma que no puede debatir consigo mismo.
Sanhueza asegura que hubo llamados para recabar votos a favor de la propuesta A y dice que Bravo ha hecho marketing.
Aunque en la prensa nacional la publicación del informe de la Comisión Bravo, a mediados de septiembre pasado, solo sirvió como excusa para defender la mantención del sistema de pensiones de capitalización individual a cargo de las AFP, las semanas siguientes a su publicación han permitido conocer detalles de la trastienda de los debates y cómo se llegó a las 3 propuestas y 58 medidas para mejorar las pensiones.

Andras Uthoff, uno de los articuladores de la propuesta B, que propone instalar un pilar de reparto paralelo al actual sistema de capitalización individual, aseguró hace poco que hubo intentos por impedir un cambio relevante al modelo de AFP. Regina Clarke, también de esa posición,ahondó en las críticas a Bravo por su rol comunicando los resultados del trabajo.

Frente a las críticas, Bravo se defiende en esta entrevista y ahonda en los motivos para rechazar la propuesta B. Dice que hay vasta literatura sobre las dificultades del sistema de reparto y defiende que con Pilar Solidario el modelo de AFP sí es un sistema mixto. Crítica a quienes dicen que la Propuesta A “ganó” en la comisión, los acusa de deshonestos.

Para Claudia Sanhueza, académica de la Universidad Diego Portales y suscriptora de la propuesta B, el sistema de capitalización individual no es un sistema mixto y la posición de Bravo en ese sentido es “marketing”.

“Plantear que ganó la propuesta A es deshonesto”

Bravo dice que, dada la dificultad de optar por la propuesta A o B, lo mejor es tomar medidas concretas que sean viables. Por ello apunta a poner más recursos en el Pilar Solidario, a través del cual el Estado complementa o derechamente entrega jubilaciones a quienes no tienen pensiones dignas.

“Podríamos en tres o cuatro años más pasar de 60% de cobertura con el Pilar Solidario a 80%. Se puede anunciar un cronograma que apuntara en esa dirección”.

-¿No cree que es una forma de perpetuar el subsidio del Estado a un sistema de pensiones que en la forma que funciona hoy no responde a las tasas de reemplazo que se prometieron?
-Lo que está claro es que, en el contexto que tenemos actual del Gobierno y de las distintas reformas que se están implementando en Chile, va a ser difícil pensar que se vaya a zanjar una discusión tipo propuesta A, B o C.

-¿Cuando plantea poner más plata al Pilar Solidario no está hablando desde la postura de la A, que es la suya?
-No, eso es una recomendación específica. La uno.

-Pero está en el paraguas de una propuesta (A) que no toca temas estructurales del sistema de pensiones, que sostiene el sistema de capitalización individual y no instala un pilar de reparto al lado.
-Es una medida perfectamente coherente con cualquier cambio estructural. La propuesta B de hecho subsume el Pilar Solidario dentro de su propuesta. Los avances que uno pueda hacer en el ámbito del Pilar Solidario no merman la discusión más global. Lo que estoy diciendo es que la discusión más global veo difícil que se pueda zanjar. ¿Y mientras tanto qué? Mientras tanto lo que permite llegar a los distintos sectores de la ciudadanía es el Pilar Solidario. Es mi opinión.

-Pero usted interpreta lo que dice la propuesta B, que lo que indica es que no son medidas aisladas. Si toca el Pilar Solidario en la B eso está condicionado a que se hagan otras medidas. No es una cosa u otra. Cuando dice ‘avancemos en el Pilar Solidario, porque no se puede zanjar la discusión’, está diciendo ‘mantengamos el camino que es más estructural de la propuesta A’.
-Básicamente, pongámonos frente a los objetivos. No es la discusión sobre nomenclatura de sistemas. Es sobre resultados. Por eso enfaticé tasas de reemplazo y montos de pensiones. Ese es el objetivo que debemos tener. La otra discusión depende del Gobierno y los consensos que haya en la sociedad. Ahora, eso quedó bien explícito sobre cómo cada comisionado votó por las propuestas. Y hay ahí bastante variedad al respecto, pero la mayor parte, uno puede pensar decir que un Pilar Solidario debería por ejemplo universalizarse. Y esa es una medida compatible con alguien que piense, por ejemplo, que en realidad la dimensión solidaria debería ser incluso más grande. En el corto plazo la pregunta es cómo mejoramos las pensiones hoy. Y la herramienta que tenemos hoy es el Pilar Solidario.

¿Qué responsabilidad les asigna a las AFP? Pareciera que hoy se les asigna una responsabilidad básicamente de invertir plata.
-El sistema que tenemos ahora de cuentas individuales con gestores privados se podría haber hecho de otro modo bien diferente en la reforma de 1981. El hecho de que no hubiera gestores públicos sino solamente privados fue una cosa evidentemente ideológica, la idea de que las personas tuvieran sus fondos en una cuenta creo que es una idea correcta, evidentemente el problema de las pensiones no es solo un problema individual. El gran problema y mi gran crítica a la reforma de 1981 –aparte de decisiones que creo que son bastante dudosas– es que no tuvo ningún componente solidario. De hecho, muchos pensamos que lo del 81 no puede ser llamado un sistema de pensiones. Si no tiene un Pilar Solidario no es un sistema de pensiones.

-¿Qué es?
-Un sistema de ahorro individual. Un sistema de pensiones debe considerar elementos como el de 2008, cuando se introdujo un Pilar Solidario que ha sido muy importante pero que aún es débil en el sentido que partió con 40% de la población y se fue extiendo gradualmente a medida que aumentan recursos. El pilar individual también tiene problemas, tiene problemas porque el monto que estamos ahorrando es muy bajo, un 10% es bajo para cualquier estándar internacional. Entonces en el fondo necesitamos ahorrar más pero también necesitamos que haya solidaridad en el sistema.

-¿Y eso debe hacerlo el Estado, no que sea solidaridad intrasistema, compartiendo la generación de ingresos de cada uno con un pilar de reparto?
-Yo creo que eso tiene problemas, pero sí creo que es importante. De hecho, si se fija, una de las propuestas que hicimos es que ese aumento de cotización (cuatro puntos porcentuales) una fracción va a ir a financiar, al estilo del fondo de cesantía, los beneficios del Pilar Solidario. Y eso en las propuestas específicas juega un rol importante, pero yo pienso que es acotado, porque en general debe mantener los incentivos de personas a ahorrar. Pero el extremo de que nos encontrábamos donde no teníamos cotizaciones del empleador y donde toda la solidaridad venía por fuera del sistema a través de impuestos… claro, todos pagamos, pero es bastante lejano, me parece que también era un extremo y eso de alguna manera es lo que pusimos con algunas recomendaciones.

-Cuando dice que debe mantenerse el incentivo al ahorro,¿qué incentivo requiere si es obligatorio el 4%, si además la plata la pone el empleador y el Estado?
-No queremos que tengan incentivos a informalizarse. El incentivo debe ser a formalizarse. Es importante que haya conexión entre cotizaciones y ahorros que efectivamente usted tenga.

-¿Esa es una postura ideológica o técnica?
-Es una postura técnica, espero, que tiene que ver con cómo se percibe por cada persona el impuesto que está asociado. Ahora, son puntos legítimos de discrepancia sobre los cuales es necesario tener estudios técnicos. Hay que tomar decisiones en esa materia, por eso pienso que es legítimo que haya posturas distintas al respecto.

-Pero pueden tomar referencias, la OCDE podría serlo. En ese sentido, muchos tienen sistemas de reparto.
-Hay bastante literatura sobre los problemas del sistema de reparto. Cuando se mueve de un modelo a otro. La discusión no es de cero. Si hubiéramos adoptado el sistema de cajas, le puedo garantizar que la solución final, si nos hubiéramos dividido en propuestas, no habría sido esta. La discusión habría sido otra. Creo que es distinta la evaluación una vez que tienes un sistema como el que tuvimos y los costos que se ha pagado, en el caso de Chile, para la transición del sistema de reparto a uno de capitalización. La pregunta es cuán estructural tienen que ser los cambios, o lo que tenemos, más allá de que, si de mí dependiera, no habría hecho esa transición costosísima. Pero lo que tenemos ahora es cómo volver a un sistema de reparto. La mayor de nosotros dijo no. Y nos dividimos entre quienes pensaban que había que introducir una dimensión de reparto más sólida –la propuesta B– y quienes estimamos que eso no era así.

-Los miembros que apoyaron la propuesta A no se abren al debate de poner parte del pilar de reparto, pese a que en el mundo es relativamente masivo. La propuesta B parece buscar un equilibro. ¿La propuesta de ustedes es una posición técnica desde la experiencia internacional o hay un tema ideológico?
-Esa es nuestra opinión, que es incorrecto ir a la propuesta B y no la aconsejaría. A mi juicio es ideológico, político y técnico. Es una mezcla donde se piensa que los supuestos que están detrás van a funcionar en algún momento. Por la misma razón fui el primero a negarme a zanjar esta discusión. Esta discusión no está zanjada. Nuestra opinión es que es una discusión que se debería socializar. En definitiva, nos pareció que era bueno dejar argumentos y contraargumentos.

-¿El debate se ha dado bien, a su juicio? Porque la sensación al leer los medios es que apoyan la A.
-Lo he dicho en todos los tonos, que la comisión no zanjó este tema y frases como que ganó la A son incorrectas, no reflejan lo que los comisionados dijeron, plantear eso creo que es deshonesto. Pero no me pueden pedir a mí que sea el vocero de una propuesta que no apoyé. En lo posible he tratado de ser lo más ecuánime respecto de lo que discutimos, pero no puedo hacer un debate conmigo mismo. Estoy cerrando lo que fue el trabajo de la comisión y lo que corresponde es que se abra la discusión.

Ahora, estas discusiones no tienen prensa, es complejo. Nosotros nos dedicamos tres meses a recorrer en diálogos como estos. Espero –y me encantaría– que se haga una discusión del informe en diálogos ciudadanos. Sería el paso lógico de lo que fue el trabajo de la comisión. Hay una oportunidad única.

-¿Cree que una reforma así no se alcanza a hacer en este Gobierno?
-El Gobierno está embarcado en muchas reformas y esa es una dificultad objetiva que tenemos, pero es una opinión desde afuera, que estamos todos mirando.

-¿Cree que se debería discutir en las próximas elecciones?
-Creo que están todos los elementos para que sea uno de los ejes de la elección a Presidente. Sería bueno que se discuta y no en un grupo de técnicos, mal llamados técnicos. Nos hicieron un encargo para entregar un informe a la Presidenta. Pero si eso se pudiera socializar sería estupendo.

“Hubo llamados para que algunos comisionados votaran por la A”

Claudia Sanhueza, académica de Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Diego Portales, fue una de las 11 integrantes de la Comisión Bravo que apoyó la propuesta B. Reconoce que, a diferencia de la comisión que preparó una propuesta para la reforma de 2008 y que presidió Mario Marcel, la que dirigió Bravo fue más transversal no solo a nivel de género, sino multidisciplinaria y etaria. Por esa diversidad, afirma que las diferencias estuvieron siempre. “Tenía este grupo de internacionales, que no era representativo, estaba bastante dirigida, las personas y la mayoría de los técnicos internacionales, un grupo fuerte partidario de la capitalización individual y que la promueven en el mundo. Entonces el trabajo siempre fue dividido y se reflejó hasta el final”, recuerda.

Sin embargo, advierte que David Bravo no manejó bien el proceso público, técnico y político en la comisión. “De hecho, nosotros no tuvimos acceso al resumen ejecutivo hasta después de haber sido entregado. Es decir, tuvimos acceso un mes antes, pero luego el informe final no recogió la mayor parte de nuestros comentarios”, afirma.

La posición de quienes terminaron votando por la opción, señala, se notaba desde el principio. "Aquí había dos grupos. Uno que defendió el sistema de AFP y cree que es el mejor, que es como la línea de Peter Diamond, que defiende el sistema de AFP y lo defiende en el mundo y ahí no hay que ser iluso. Chile es un país que se mira. Es un país ejemplo y entonces cuando Chile cambia y crítica al sistema de AFP, se mueve el resto del mundo".

-¿Se percibe que, desde afuera, lo que pase en Chile en este tema es referente?
-Completamente. Y entonces es un tema no solo en pensiones, también en educación, salud. Chile ha sido un país que ha implementado políticas muy neoliberales en muchos ámbitos. Entonces, la crítica interna que surge importa al resto del mundo también. A pesar de todo el mal manejo interno, no se puede esconder lo que pasó: la discusión, la crítica, el diagnóstico del sistema de pensiones. Y no se puede esconder que había comisionados que en realidad tienen un diagnóstico.

-¿Y el rol de Bravo?
-El presidente de la comisión en este caso también no era imparcial. Él tenía una propuesta y, claro, en general los presidentes de las comisiones tratan de transmitir comunicacionalmente con un poco de imparcialidad lo que pasa en la comisión. En este caso no ha pasado eso. El presidente de la comisión ha transmitido lo que su grupo de comisionados un poco ha planteado. No ha servido para plantear lo que pasa con la propuesta B ni la C. En ese sentido, ha sido una mala comunicación de la discusión que se dio al interior de la comisión y después del informe final.

-¿Por qué ocurre eso? ¿Hubo presiones? ¿No hubo una gestión en la comisión para marcar una u otra posición?
-O sea, hubo gestiones para que mucho votaran por la A.

-¿De Bravo?
-No sé, pero sí sé que muchos comisionados recibieron llamados para que votaran por la A, internacionales y nacionales. Y por eso pensamos, los que votamos por la B más Leokadia (Oreziak, polaca que fue la única que votó una propuesta para instalar un sistema de reparto a secas), que en general tuvimos más votos de lo que pensamos que íbamos a tener.

-¿Sentían que estaban tratando de acorralarlos?
-O sea, que había obviamente un grupo de personas que querían que ganara la A e hicieron todas las gestiones para que eso ocurriera.

“Este no es un sistema mixto”

-Rodrigo Pérez Mackenna, presidente de la Asociación de AFP, dijo que se debe guardar la ideología en un cajón para abordar las soluciones al sistema de pensiones, principalmente, mejorar pensiones y darle sostenibilidad. ¿La posición de la B es ideológica al tratar de meter el pilar de reparto?
-O sea, todas las discusiones, no existen políticas públicas que no tengan detrás una corriente ideológica. Eso es absolutamente mentira. En Chile muchos han tratado de tener ese discurso, que discusiones son técnicas, no ideológicas. Eso no es verdad, no existe. Las discusiones técnicas responden a ideas políticas. Si tiene a puros tecnócratas, que la tecnocracia ya es una ideología, si es la tecnocracia la que finalmente diseña políticas públicas, tenemos un sistema político que es una tecnocracia y no una democracia.

-¿Entre la A y la B hay discusión ideológica?
-Hay dos aristas, creo. Hay una cosa de responder, la B, a una pregunta: ¿queremos un sistema solidario, queremos que trabajadores jóvenes financian a los adultos mayores o queremos que no?

Nosotros dijimos, en parte sí, que responda a esa ética. Y también que haya un ahorro para que no sean los jóvenes cargados al cien por ciento con la responsabilidad de mantener a adultos mayores. Eso es un sistema mixto.

Cuando dice que quiere capitalización individual con ahorro obligatorio usted da el peso ético a que no haya ninguna responsabilidad en la sociedad de financiar adultos mayores, porque cada uno se hace cargo y es la responsabilidad individual.

-¿Y el Pilar Solidario con impuestos generales no es una forma de solidaridad?
No, porque el Pilar Solidario está en todos los sistemas. El pilar es como el piso. En Suecia es así, por ejemplo. Los sistemas de reparto también tienen Pilar Solidario. La diferencia está en el pilar contributivo porque las cotizaciones van a financiar las pensiones de adultos mayores.

-El comisionado José Luis Ruiz –que apoya la A– dijo que no se puede hacer cambios tan drásticos porque se destruye al sistema financiero. ¿No es parte de la verdad que no es llegar y sacar platas que iban al sistema financiero?
-El 42% está afuera, en Chile el 22% está en bonos del Banco Central y solo el 15% está en empresas. Además, están los bancos para financiar empresas. O sea, no es que no tengamos un sistema financiero. Creo que no es tan como lo plantean, el Estado no es la única forma de hacer inversiones en Chile, es la mínima parte.

Además, está el problema de los conflictos de interés. Esto ha funcionado por muchos años, hay mucho conflicto de interés, mucho poder asociado, interlocking sistémico, eso es lo más tremendo.

-Eso hace difícil modificar el sistema.
-Crea un conflicto muy grande con la elite económica y creo que eso es lo más difícil y por eso es mucho más factible la propuesta B, porque no es ninguna locura, entrega beneficios inmediatos. Si se suma la AFP estatal, puede provocar cambios en la forma de funcionamiento institucional del sistema.

-Se cuestionaba a la B porque no estaría suficientemente financiada.
-Se hizo un máximo trabajo con el grupo de comisionados, en particular Christian Larraín y Andras Uthoff. Se supone que la secretaría técnica de la Comisión iba a evaluar las tres propuestas y finalmente solo evaluaron la A.

-¿Quien estaba en la secretaría?
-Varias personas, con apoyo de Hacienda.

-¿Pero quién mandaba?
-David Bravo. Ese es otro tema que refleja el peso que tuvo la propuesta A.

-Ruiz decía que si uno ve las utilidades de las AFP es irrelevante, porque subirían pensiones un 5%.
-Los costos son bien altos, la comisión del 2% es alta, todos los comisionados internacionales criticaban eso. Había una visión clara sobre eso. Pero lo importante es la lógica del sistema. Esa comisión que cobran es una comisión que paga ciertos costos administrativos, un precio, no puede ser cero, si no no habría administrador de los fondos. Es parte del costo del servicio de administración, entonces, la utilidad sí es un problema central en el sentido que son precios relativos, cuando administrar el fondo no depende del tamaño del fondo. Y no hay ningún incentivo a que haya ganancias, no hay costo por las pérdidas, las AFP nunca pierden. Uno puede generar contratos distintos de servicios, pero es más complejo. El tema es cómo funciona el sistema, la lógica, que hay poca competencia. Por eso a mí me gusta la idea de la AFP estatal, que creo que introduce competencia. El 70% de la gente encuestada se cambiaría a AFP estatal. Creo que es el máximo terror de las AFP.

-Pero no mejora las pensiones.
-No, pero es una cosa de legitimidad, de dónde quiero poner mis fondos. Saber que es una institución pública donde nadie se enriquece administrando platas de trabajadores.

-¿Cree que este gobierno zanjará este tema o será de elecciones?
-Yo creo que depende de cómo sigan las cosas el próximo año, igual el escenario es complejo, son pocos años de gobierno, hay varias reformas que están siendo aplicadas, está la reforma de educación superior que también es compleja. Pienso que probablemente va a ser un tema de elecciones más que de corto plazo.

-¿Le parece bien?
-Me parece bien, esas son las políticas que definen los distintos grupos políticos, tiene que haber propuestas en ese sentido.

-¿No cree que haya populismo o que se use políticamente, como algunos suponen?
-Pero eso depende de la calidad de la política, depende de lo que pase con el proceso constituyente. Hay bastante que mejorar en la actual democracia chilena, ahora no se pueden vetar los temas, la preocupación la tienen los trabajadores. Es imposible esconderlo y tratar de hacer cosas que no sean significativas, no en el sentido de llegar a un régimen de inmediato, porque hacer cambios estructurales para llegar a dar vuelta la moneda tampoco es posible, pero sí uno puede hacer cambios que modifiquen el sentido de la política. Eso es viable.

-¿El sistema de pensiones no se corrige si no se instala un pilar de reparto?
-No hay ninguna posibilidad. Estamos en el techo con este sistema.

-Bravo dice que el sistema de pensiones chileno es mixto.
-Este no es un sistema mixto. Es un sistema que en el pilar contributivo combina seguridad social con capitalización individual, nada tiene que ver con la Pensión Básica Solidaria (PBS). Ese es el pilar no contributivo y también existe en los sistemas de reparto. Él dice que es mixto porque hay PBS. Está técnicamente incorrecto. Si en el pilar contributivo –que se financia con contribuciones de trabajadores– no hay sistema un mixto con solidaridad intergeneracional y capitalización individual, no es un sistema mixto.
-¿Y por qué lo dice?
-Bueno, no creo que no entienda qué es un sistema mixto. Es marketing para la propuesta A. Quiere decir que es mixto para que la gente lo quiera. Es lo mismo que cuando se instaló este sistema en 1981 y se dijo que la tasa de reemplazo seria de 70%. Eso fue marketing para que la gente se metiera. Menos con la tasa de cotización que se adoptó.

miércoles, 27 de julio de 2016

No Más AFPs

Realismo sin renuncia. Los chilenos contra las AFP. Por Ricardo Hormazábal. Presidente de Acusa AFP.

25/07/2016 |
Las marchas del domingo 24 de julio ya entraron a la historia de las grandes movilizaciones populares. El muro vergonzoso del silencio sobre este Gran Engaño se resquebrajó. La TV tuvo que informar, porque no se puede ocultar que cerca de un millón de chilenos se pusieron a caminar para decirle al gobierno que entienda de una vez que el sistema de AFP no entrega pensiones dignas y que ellas son la piedra angular de la abrumadora desigualdad existente en el país. Como tampoco aparecieron los encapuchados, la noticia se centró en lo medular: El fracaso de las AFP.

La evidencia es abrumadora respecto a que prometieron pensiones del 70% de las últimas remuneraciones y sólo pagan un 30%. No se puede ocultar que con nuestro dinero los grupos económicos compraron empresas y financian las colusiones que nos dañan en el papel, los medicamentos, los créditos, las telecomunicaciones.
Es innegable que abusando de los recursos forzosos que les entregamos, 600 millones de dólares al mes, las AFP y sus controladores, compran a políticos, académicos, periodistas y sindicalistas. En estos días, 6 gerentes generales toman decisiones de inversión con recurso de los trabajadores que representan una suma equivalente al 70% del Producto Interno Bruto (PIB) de Chile.
Tampoco pudieron pasar de contrabando el fraude de dos AFP, CUPRUM y PROVIDA, que pretenden eludir el pago de 410 millones de dólares en impuestos, conducta reprochable facilitada por una Superintendenta de Pensiones ,respaldada por el ex Ministro Burgos y los actuales Ministros Valdés y Eyzaguirre. La decidida oposición de la Ministra del Trabajo, la decisión mayoritaria de la Cámara de Diputados, promovida por los diputados de la DC y, sobre todo, la sólida posición jurídica de la Contraloría que ha declarado ilegal ese oscuro procedimiento, nos permite seguir luchando para impedir la consumación de esta inaceptable maniobra.
Asimismo, el hecho de tener invertidos fuera de Chile el 40% de nuestros ahorros forzosos, una suma cercana los 65 mil millones de dólares, un Presupuesto Nacional completo. Dicho de una forma más clara: Si esos recursos nuestros se invirtieran en Chile, podríamos duplicar los presupuestos de cada municipio, cada región y cada Ministerio, generando recursos para superar las asimetrías en inversión que tanto daño provocan. Con estas sumas impresionantes, los empresarios chilenos podrían obtener recursos para generar empleos decentes, mejores escuelas, hospitales, caminos, y puertos.
También no necesitaríamos apretarnos el cinturón ante la crisis económica actual ya que los recursos para salir adelante con fuerza existen. Estas cifras y datos son a prueba de balas.
El drama de un millón de pensionados con ingresos mensuales inferiores a los 200 mil pesos y con la amenaza, también concreta, para los nuevos jubilados, que los montos que percibirán serán aún menores, ya que las rentabilidades esperadas, según las propias AFP, serán inferiores a las actuales y que los contratados después de 1981, NO tienen derecho a Bono de Reconocimiento que significa cerca de un 40% de los recurso que tenemos en las cuentas. Esta es la auténtica realidad, no es ficción. Pero los gobernantes no quieren escuchar.
Por eso el pueblo chilenos ha notificado que no renunciará a la lucha contra estas injusticias.
Este domingo 24 de julio el pueblo chileno le ha dado una lección a las élites dirigentes. Miles y miles nos hemos movilizado casi en todo Chile exigiendo a los gobernantes que cambien el sistema de AFP.Lo hermoso de estas multitudinarias marchas es que nadie puede sentirse propietario de estos actos ni tiene derecho a excluir a los que quieran participar.
Los que marchamos lo hicimos con alegría, contentos de encontrarnos con familiares, amigos o compatriotas unidos, esta vez, por algo distinto a celebrar legítimos triunfos deportivos. El domingo 24 marchamos por la dignidad de los trabajadores, pensiones y prestaciones de salud dignas.
También por la libertad de prensa, conculcada por los dueños de AFP, por que tengamos políticos libres de la corrupción que destruye y sintonizados con los intereses más grandes del país.
Es emocionante ver parejas de la tercera edad y parejas jóvenes, estudiantes y trabajadores, intelectuales y artistas.Los grupos musicales multicolores les pusieron ritmo y alegría a los habitantes de este Chile mestizo, creado de la mezcla de nuestros pueblos originarios y las diversas corrientes migratorias que hemos recibido.
En las horas de marcha no escuché un insulto u agravio personal. Cantos y eslogan con algunas chilenadas, pero justas y precisas. Me enteré después de una agresión sin fundamento al Senador Navarro, que se equivocó en el tema de Gendarmería, es cierto, junto a 26 colegas de todos los partidos, pero que ha aportado en la lucha contra CUPRUM y PROVIDA. Vi al diputado Fuad Chaín, que ha liderado la lucha contra el fraude de CUPRUM y PROVIDA, que participó legítimamente con todos, sin tener problemas.
La feria de las vanidades que también se vive en los movimientos sociales no dominó el escenario, y los intentos de algunos de convertirse en voceros de un movimiento tan grande, quedarán como anécdotas menores frente a la magnitud de la convocatoria. Nosotros valoramos la actitud de los marchantes y por ello nos sentimos muy contentos de haber colaborado y participado.
No olvidemos que en una actitud que valoramos altamente, las marchas se convocaron por diversas organizaciones. Ayudaron la CUT, la Confederación Bancaria, dirigentes de ASEMUCH, los directivos de los Colegios Profesionales, agrupaciones de jóvenes y jubilados y nuestra modesta ACUSA AFP, pero el factor esencial fue que algunos programas de TV permitieron dar a conocer la noticia, lo que disparó el impacto de las redes sociales.
No hay en estos momentos NINGUNA organización capaz de institucionalizar este sentimiento del pueblo chileno. Como en los mejores tiempos de la dictadura, a sabiendas que se arriesgaba la libertad, el trabajo, cuando No la vida, los asistentes participamos con humor, cantos, bailes y consignas compartidas. Que señal más potente: Cuando nos unimos en una causa justa, sin descalificaciones previas y sin sectarismo, los chilenos responden. Tenemos que seguir creando las condiciones para seguir avanzando.
Hay una gran coincidencia en crear un sistema previsional solidario, público y de reparto, es decir financiado con aportes tripartitos de empleadores, trabajadores y Estado. Comparto plenamente ese objetivo el que puede alcanzarse respetando la libertad de cada trabajador mediante una ley que permita optar entre las AFP o ese sistema, que ya existe para los uniformados y para algunos miles de civiles afiliados al ex INP. También hay un reconocimiento compartido que no hay votos en el parlamento ni ánimo en el gobierno para cambiar el sistema. 
Pero tenemos discrepancias. Defendemos la AFP estatal como un primer paso importante para quitarle el tremendo poder económico que tienen las AFP que lucran. Coincido en que la AFP del Estado no mejora las pensiones, pero claramente rompe el veto neoliberal a la participación del Estado como actor. Los dueños de las AFP comparten esa crítica de algunos dirigentes, porque prefieren recibir subsidios del Estado para que sus clientes cautivos reciban aporte previsional solidario, aspirinas para una enfermedad grave, las misérrimas pensiones y no quieren tener al Estado, sin fines de lucro, como competidor. Eso explica el griterío de los pocos controladores.
Estos dirigentes nos dicen que una AFP estatal es legitimar el sistema y por eso lo rechazan. Conozco a varios de ellos desde mi tiempo de dirigente sindical bancario. Todos fuimos elegidos de acuerdo al Plan Laboral de Pinochet y Piñera y sin embargo jamás nos entregamos al tirano. Al contrario, estiramos la cuerda y constituimos la CUT rodeados de fuerzas represivas con dirigentes certificados por la Dirección del Trabajo de la Dictadura. 
Respeto a esas personas, aunque discrepo de ellos ya que si se crea la estatal, los recurso deberían invertirse en Chile. Si el 50% de los afiliados nos cambiamos a ella, se produce un doble efecto: Tendríamos 300 millones de dólares mensuales para invertir en Chile y 5 millones de chilenos le daríamos carácter de plebiscito a la decisión de cambiarnos.
En cuanto a legitimar algo,
  • ¿Qué pasaría si, existiendo la estatal, estos dirigentes se quedan en las actuales con fines de lucro? 
  • ¿A quién legitiman?
La CUT forma parte de la institucionalidad del 3.500, el DL que norma las AFP. Un representante de la Central integra la Comisión de Usuarios del Sistema, con un representante de los jubilados, dos del gobierno y UNO DE LAS AFP? ¿Qué hace allí el representante de las AFP? ¿Qué hace el de la CUT?
ACUSA AFP AC fue formada ante el silencio y la falta de actividades de esta entidad para defender a los usuarios. Tiene que irse el representante de las AFP y los nombrados allí deben jugarse por los afiliados no por los dueños.
Quisiera ver que político dejaría de escuchar esta voz popular potente, cuantificable y decidida. Asimismo, nos ahorramos los problemas jurídicos y de política internacional que generaría un intento de expropiación de las AFP.
Los dirigentes deben aprender que la palabra dirigir significa mostrar un camino hacia el objetivo. El programa de la Presidenta tiene la AFP estatal pendiente por las presiones de la derecha y los grupos económicos, además de las voces de estos dirigentes de super estructuras. En cambio mis experiencias personales y las encuestas serias que conozco muestran que la mayoría abrumadora quiere una AFP estatal.
Ahora le corresponde al Gobierno de la señora Bachelet, demostrar que nos escucha y que su definición de Realismo sin renuncia es real. El día que asumió nos dijo a los que estábamos afuera de La Moneda y al país entero, que el principal enemigo era la desigualdad.
Señora Presidenta. Las AFP son el pilar central de esa maldita lacra, la desigualdad. Escuche a su pueblo y empecemos a cambiar. Le aseguro que Nunca le faltarán el respaldo, si nos cumple lo que nos prometió.

No Más AFPs

Realismo sin renuncia. Los chilenos contra las AFP. Por Ricardo Hormazábal. Presidente de Acusa AFP.

25/07/2016 |
Las marchas del domingo 24 de julio ya entraron a la historia de las grandes movilizaciones populares. El muro vergonzoso del silencio sobre este Gran Engaño se resquebrajó. 
La TV tuvo que informar, porque no se puede ocultar que cerca de un millón de chilenos se pusieron a caminar para decirle al gobierno que entienda de una vez que el sistema de AFP no entrega pensiones dignas y que ellas son la piedra angular de la abrumadora desigualdad existente en el país. Como tampoco aparecieron los encapuchados, la noticia se centró en lo medular: El fracaso de las AFP.

La evidencia es abrumadora respecto a que prometieron pensiones del 70% de las últimas remuneraciones y sólo pagan un 30%. No se puede ocultar que con nuestro dinero los grupos económicos compraron empresas y financian las colusiones que nos dañan en el papel, los medicamentos, los créditos, las telecomunicaciones.
Es innegable que abusando de los recursos forzosos que les entregamos, 600 millones de dólares al mes, las AFP y sus controladores, compran a políticos, académicos, periodistas y sindicalistas. En estos días, 6 gerentes generales toman decisiones de inversión con recurso de los trabajadores que representan una suma equivalente al 70% del Producto Interno Bruto (PIB) de Chile.
Tampoco pudieron pasar de contrabando el fraude de dos AFP, CUPRUM y PROVIDA, que pretenden eludir el pago de 410 millones de dólares en impuestos, conducta reprochable facilitada por una Superintendenta de Pensiones ,respaldada por el ex Ministro Burgos y los actuales Ministros Valdés y Eyzaguirre. La decidida oposición de la Ministra del Trabajo, la decisión mayoritaria de la Cámara de Diputados, promovida por los diputados de la DC y, sobre todo, la sólida posición jurídica de la Contraloría que ha declarado ilegal ese oscuro procedimiento, nos permite seguir luchando para impedir la consumación de esta inaceptable maniobra.
Asimismo, el hecho de tener invertidos fuera de Chile el 40% de nuestros ahorros forzosos, una suma cercana los 65 mil millones de dólares, un Presupuesto Nacional completo. Dicho de una forma más clara: Si esos recursos nuestros se invirtieran en Chile, podríamos duplicar los presupuestos de cada municipio, cada región y cada Ministerio, generando recursos para superar las asimetrías en inversión que tanto daño provocan. Con estas sumas impresionantes, los empresarios chilenos podrían obtener recursos para generar empleos decentes, mejores escuelas, hospitales, caminos, y puertos.
También no necesitaríamos apretarnos el cinturón ante la crisis económica actual ya que los recursos para salir adelante con fuerza existen. Estas cifras y datos son a prueba de balas.
El drama de un millón de pensionados con ingresos mensuales inferiores a los 200 mil pesos y con la amenaza, también concreta, para los nuevos jubilados, que los montos que percibirán serán aún menores, ya que las rentabilidades esperadas, según las propias AFP, serán inferiores a las actuales y que los contratados después de 1981, NO tienen derecho a Bono de Reconocimiento que significa cerca de un 40% de los recurso que tenemos en las cuentas. Esta es la auténtica realidad, no es ficción. Pero los gobernantes no quieren escuchar.
Por eso el pueblo chilenos ha notificado que no renunciará a la lucha contra estas injusticias.
Este domingo 24 de julio el pueblo chileno le ha dado una lección a las élites dirigentes. Miles y miles nos hemos movilizado casi en todo Chile exigiendo a los gobernantes que cambien el sistema de AFP.Lo hermoso de estas multitudinarias marchas es que nadie puede sentirse propietario de estos actos ni tiene derecho a excluir a los que quieran participar.
Los que marchamos lo hicimos con alegría, contentos de encontrarnos con familiares, amigos o compatriotas unidos, esta vez, por algo distinto a celebrar legítimos triunfos deportivos. El domingo 24 marchamos por la dignidad de los trabajadores, pensiones y prestaciones de salud dignas.
También por la libertad de prensa, conculcada por los dueños de AFP, por que tengamos políticos libres de la corrupción que destruye y sintonizados con los intereses más grandes del país.
Es emocionante ver parejas de la tercera edad y parejas jóvenes, estudiantes y trabajadores, intelectuales y artistas.Los grupos musicales multicolores les pusieron ritmo y alegría a los habitantes de este Chile mestizo, creado de la mezcla de nuestros pueblos originarios y las diversas corrientes migratorias que hemos recibido.
En las horas de marcha no escuché un insulto u agravio personal. Cantos y eslogan con algunas chilenadas, pero justas y precisas. Me enteré después de una agresión sin fundamento al Senador Navarro, que se equivocó en el tema de Gendarmería, es cierto, junto a 26 colegas de todos los partidos, pero que ha aportado en la lucha contra CUPRUM y PROVIDA. Vi al diputado Fuad Chaín, que ha liderado la lucha contra el fraude de CUPRUM y PROVIDA, que participó legítimamente con todos, sin tener problemas.
La feria de las vanidades que también se vive en los movimientos sociales no dominó el escenario, y los intentos de algunos de convertirse en voceros de un movimiento tan grande, quedarán como anécdotas menores frente a la magnitud de la convocatoria. Nosotros valoramos la actitud de los marchantes y por ello nos sentimos muy contentos de haber colaborado y participado.
No olvidemos que en una actitud que valoramos altamente, las marchas se convocaron por diversas organizaciones. Ayudaron la CUT, la Confederación Bancaria, dirigentes de ASEMUCH, los directivos de los Colegios Profesionales, agrupaciones de jóvenes y jubilados y nuestra modesta ACUSA AFP, pero el factor esencial fue que algunos programas de TV permitieron dar a conocer la noticia, lo que disparó el impacto de las redes sociales.
No hay en estos momentos NINGUNA organización capaz de institucionalizar este sentimiento del pueblo chileno. Como en los mejores tiempos de la dictadura, a sabiendas que se arriesgaba la libertad, el trabajo, cuando No la vida, los asistentes participamos con humor, cantos, bailes y consignas compartidas. Que señal más potente: Cuando nos unimos en una causa justa, sin descalificaciones previas y sin sectarismo, los chilenos responden. Tenemos que seguir creando las condiciones para seguir avanzando.
Hay una gran coincidencia en crear un sistema previsional solidario, público y de reparto, es decir financiado con aportes tripartitos de empleadores, trabajadores y Estado. Comparto plenamente ese objetivo el que puede alcanzarse respetando la libertad de cada trabajador mediante una ley que permita optar entre las AFP o ese sistema, que ya existe para los uniformados y para algunos miles de civiles afiliados al ex INP. También hay un reconocimiento compartido que no hay votos en el parlamento ni ánimo en el gobierno para cambiar el sistema. 
Pero tenemos discrepancias. Defendemos la AFP estatal como un primer paso importante para quitarle el tremendo poder económico que tienen las AFP que lucran. Coincido en que la AFP del Estado no mejora las pensiones, pero claramente rompe el veto neoliberal a la participación del Estado como actor. Los dueños de las AFP comparten esa crítica de algunos dirigentes, porque prefieren recibir subsidios del Estado para que sus clientes cautivos reciban aporte previsional solidario, aspirinas para una enfermedad grave, las misérrimas pensiones y no quieren tener al Estado, sin fines de lucro, como competidor. Eso explica el griterío de los pocos controladores.
Estos dirigentes nos dicen que una AFP estatal es legitimar el sistema y por eso lo rechazan. Conozco a varios de ellos desde mi tiempo de dirigente sindical bancario. Todos fuimos elegidos de acuerdo al Plan Laboral de Pinochet y Piñera y sin embargo jamás nos entregamos al tirano. Al contrario, estiramos la cuerda y constituimos la CUT rodeados de fuerzas represivas con dirigentes certificados por la Dirección del Trabajo de la Dictadura. 
Respeto a esas personas, aunque discrepo de ellos ya que si se crea la estatal, los recurso deberían invertirse en Chile. Si el 50% de los afiliados nos cambiamos a ella, se produce un doble efecto: Tendríamos 300 millones de dólares mensuales para invertir en Chile y 5 millones de chilenos le daríamos carácter de plebiscito a la decisión de cambiarnos.
En cuanto a legitimar algo,
  • ¿Qué pasaría si, existiendo la estatal, estos dirigentes se quedan en las actuales con fines de lucro? 
  • ¿A quién legitiman?
La CUT forma parte de la institucionalidad del 3.500, el DL que norma las AFP. Un representante de la Central integra la Comisión de Usuarios del Sistema, con un representante de los jubilados, dos del gobierno y UNO DE LAS AFP? ¿Qué hace allí el representante de las AFP? ¿Qué hace el de la CUT?
ACUSA AFP AC fue formada ante el silencio y la falta de actividades de esta entidad para defender a los usuarios. Tiene que irse el representante de las AFP y los nombrados allí deben jugarse por los afiliados no por los dueños.
Quisiera ver que político dejaría de escuchar esta voz popular potente, cuantificable y decidida. Asimismo, nos ahorramos los problemas jurídicos y de política internacional que generaría un intento de expropiación de las AFP.
Los dirigentes deben aprender que la palabra dirigir significa mostrar un camino hacia el objetivo. El programa de la Presidenta tiene la AFP estatal pendiente por las presiones de la derecha y los grupos económicos, además de las voces de estos dirigentes de super estructuras. En cambio mis experiencias personales y las encuestas serias que conozco muestran que la mayoría abrumadora quiere una AFP estatal.
Ahora le corresponde al Gobierno de la señora Bachelet, demostrar que nos escucha y que su definición de Realismo sin renuncia es real. El día que asumió nos dijo a los que estábamos afuera de La Moneda y al país entero, que el principal enemigo era la desigualdad.
Señora Presidenta. Las AFP son el pilar central de esa maldita lacra, la desigualdad. Escuche a su pueblo y empecemos a cambiar. Le aseguro que Nunca le faltarán el respaldo, si nos cumple lo que nos prometió.

No Más AFPs

Realismo sin renuncia. Los chilenos contra las AFP. Por Ricardo Hormazábal. Presidente de Acusa AFP.

25/07/2016 |
Las marchas del domingo 24 de julio ya entraron a la historia de las grandes movilizaciones populares. El muro vergonzoso del silencio sobre este Gran Engaño se resquebrajó. La TV tuvo que informar, porque no se puede ocultar que cerca de un millón de chilenos se pusieron a caminar para decirle al gobierno que entienda de una vez que el sistema de AFP no entrega pensiones dignas y que ellas son la piedra angular de la abrumadora desigualdad existente en el país. Como tampoco aparecieron los encapuchados, la noticia se centró en lo medular: El fracaso de las AFP.

La evidencia es abrumadora respecto a que prometieron pensiones del 70% de las últimas remuneraciones y sólo pagan un 30%. No se puede ocultar que con nuestro dinero los grupos económicos compraron empresas y financian las colusiones que nos dañan en el papel, los medicamentos, los créditos, las telecomunicaciones.
Es innegable que abusando de los recursos forzosos que les entregamos, 600 millones de dólares al mes, las AFP y sus controladores, compran a políticos, académicos, periodistas y sindicalistas. En estos días, 6 gerentes generales toman decisiones de inversión con recurso de los trabajadores que representan una suma equivalente al 70% del Producto Interno Bruto (PIB) de Chile.
Tampoco pudieron pasar de contrabando el fraude de dos AFP, CUPRUM y PROVIDA, que pretenden eludir el pago de 410 millones de dólares en impuestos, conducta reprochable facilitada por una Superintendenta de Pensiones ,respaldada por el ex Ministro Burgos y los actuales Ministros Valdés y Eyzaguirre. La decidida oposición de la Ministra del Trabajo, la decisión mayoritaria de la Cámara de Diputados, promovida por los diputados de la DC y, sobre todo, la sólida posición jurídica de la Contraloría que ha declarado ilegal ese oscuro procedimiento, nos permite seguir luchando para impedir la consumación de esta inaceptable maniobra.
Asimismo, el hecho de tener invertidos fuera de Chile el 40% de nuestros ahorros forzosos, una suma cercana los 65 mil millones de dólares, un Presupuesto Nacional completo. Dicho de una forma más clara: Si esos recursos nuestros se invirtieran en Chile, podríamos duplicar los presupuestos de cada municipio, cada región y cada Ministerio, generando recursos para superar las asimetrías en inversión que tanto daño provocan. Con estas sumas impresionantes, los empresarios chilenos podrían obtener recursos para generar empleos decentes, mejores escuelas, hospitales, caminos, y puertos.
También no necesitaríamos apretarnos el cinturón ante la crisis económica actual ya que los recursos para salir adelante con fuerza existen. Estas cifras y datos son a prueba de balas.
El drama de un millón de pensionados con ingresos mensuales inferiores a los 200 mil pesos y con la amenaza, también concreta, para los nuevos jubilados, que los montos que percibirán serán aún menores, ya que las rentabilidades esperadas, según las propias AFP, serán inferiores a las actuales y que los contratados después de 1981, NO tienen derecho a Bono de Reconocimiento que significa cerca de un 40% de los recurso que tenemos en las cuentas. Esta es la auténtica realidad, no es ficción. Pero los gobernantes no quieren escuchar.
Por eso el pueblo chilenos ha notificado que no renunciará a la lucha contra estas injusticias.
Este domingo 24 de julio el pueblo chileno le ha dado una lección a las élites dirigentes. Miles y miles nos hemos movilizado casi en todo Chile exigiendo a los gobernantes que cambien el sistema de AFP.Lo hermoso de estas multitudinarias marchas es que nadie puede sentirse propietario de estos actos ni tiene derecho a excluir a los que quieran participar.
Los que marchamos lo hicimos con alegría, contentos de encontrarnos con familiares, amigos o compatriotas unidos, esta vez, por algo distinto a celebrar legítimos triunfos deportivos. El domingo 24 marchamos por la dignidad de los trabajadores, pensiones y prestaciones de salud dignas.
También por la libertad de prensa, conculcada por los dueños de AFP, por que tengamos políticos libres de la corrupción que destruye y sintonizados con los intereses más grandes del país.
Es emocionante ver parejas de la tercera edad y parejas jóvenes, estudiantes y trabajadores, intelectuales y artistas.Los grupos musicales multicolores les pusieron ritmo y alegría a los habitantes de este Chile mestizo, creado de la mezcla de nuestros pueblos originarios y las diversas corrientes migratorias que hemos recibido.
En las horas de marcha no escuché un insulto u agravio personal. Cantos y eslogan con algunas chilenadas, pero justas y precisas. Me enteré después de una agresión sin fundamento al Senador Navarro, que se equivocó en el tema de Gendarmería, es cierto, junto a 26 colegas de todos los partidos, pero que ha aportado en la lucha contra CUPRUM y PROVIDA. Vi al diputado Fuad Chaín, que ha liderado la lucha contra el fraude de CUPRUM y PROVIDA, que participó legítimamente con todos, sin tener problemas.
La feria de las vanidades que también se vive en los movimientos sociales no dominó el escenario, y los intentos de algunos de convertirse en voceros de un movimiento tan grande, quedarán como anécdotas menores frente a la magnitud de la convocatoria. Nosotros valoramos la actitud de los marchantes y por ello nos sentimos muy contentos de haber colaborado y participado.
No olvidemos que en una actitud que valoramos altamente, las marchas se convocaron por diversas organizaciones. Ayudaron la CUT, la Confederación Bancaria, dirigentes de ASEMUCH, los directivos de los Colegios Profesionales, agrupaciones de jóvenes y jubilados y nuestra modesta ACUSA AFP, pero el factor esencial fue que algunos programas de TV permitieron dar a conocer la noticia, lo que disparó el impacto de las redes sociales.
No hay en estos momentos NINGUNA organización capaz de institucionalizar este sentimiento del pueblo chileno. Como en los mejores tiempos de la dictadura, a sabiendas que se arriesgaba la libertad, el trabajo, cuando No la vida, los asistentes participamos con humor, cantos, bailes y consignas compartidas. Que señal más potente: Cuando nos unimos en una causa justa, sin descalificaciones previas y sin sectarismo, los chilenos responden. Tenemos que seguir creando las condiciones para seguir avanzando.
Hay una gran coincidencia en crear un sistema previsional solidario, público y de reparto, es decir financiado con aportes tripartitos de empleadores, trabajadores y Estado. Comparto plenamente ese objetivo el que puede alcanzarse respetando la libertad de cada trabajador mediante una ley que permita optar entre las AFP o ese sistema, que ya existe para los uniformados y para algunos miles de civiles afiliados al ex INP. También hay un reconocimiento compartido que no hay votos en el parlamento ni ánimo en el gobierno para cambiar el sistema. 
Pero tenemos discrepancias. Defendemos la AFP estatal como un primer paso importante para quitarle el tremendo poder económico que tienen las AFP que lucran. Coincido en que la AFP del Estado no mejora las pensiones, pero claramente rompe el veto neoliberal a la participación del Estado como actor. Los dueños de las AFP comparten esa crítica de algunos dirigentes, porque prefieren recibir subsidios del Estado para que sus clientes cautivos reciban aporte previsional solidario, aspirinas para una enfermedad grave, las misérrimas pensiones y no quieren tener al Estado, sin fines de lucro, como competidor. Eso explica el griterío de los pocos controladores.
Estos dirigentes nos dicen que una AFP estatal es legitimar el sistema y por eso lo rechazan. Conozco a varios de ellos desde mi tiempo de dirigente sindical bancario. Todos fuimos elegidos de acuerdo al Plan Laboral de Pinochet y Piñera y sin embargo jamás nos entregamos al tirano. Al contrario, estiramos la cuerda y constituimos la CUT rodeados de fuerzas represivas con dirigentes certificados por la Dirección del Trabajo de la Dictadura. 
Respeto a esas personas, aunque discrepo de ellos ya que si se crea la estatal, los recurso deberían invertirse en Chile. Si el 50% de los afiliados nos cambiamos a ella, se produce un doble efecto: Tendríamos 300 millones de dólares mensuales para invertir en Chile y 5 millones de chilenos le daríamos carácter de plebiscito a la decisión de cambiarnos.
En cuanto a legitimar algo,
  • ¿Qué pasaría si, existiendo la estatal, estos dirigentes se quedan en las actuales con fines de lucro? 
  • ¿A quién legitiman?
La CUT forma parte de la institucionalidad del 3.500, el DL que norma las AFP. Un representante de la Central integra la Comisión de Usuarios del Sistema, con un representante de los jubilados, dos del gobierno y UNO DE LAS AFP? ¿Qué hace allí el representante de las AFP? ¿Qué hace el de la CUT?
ACUSA AFP AC fue formada ante el silencio y la falta de actividades de esta entidad para defender a los usuarios. Tiene que irse el representante de las AFP y los nombrados allí deben jugarse por los afiliados no por los dueños.
Quisiera ver que político dejaría de escuchar esta voz popular potente, cuantificable y decidida. Asimismo, nos ahorramos los problemas jurídicos y de política internacional que generaría un intento de expropiación de las AFP.
Los dirigentes deben aprender que la palabra dirigir significa mostrar un camino hacia el objetivo. El programa de la Presidenta tiene la AFP estatal pendiente por las presiones de la derecha y los grupos económicos, además de las voces de estos dirigentes de super estructuras. En cambio mis experiencias personales y las encuestas serias que conozco muestran que la mayoría abrumadora quiere una AFP estatal.
Ahora le corresponde al Gobierno de la señora Bachelet, demostrar que nos escucha y que su definición de Realismo sin renuncia es real. El día que asumió nos dijo a los que estábamos afuera de La Moneda y al país entero, que el principal enemigo era la desigualdad.
Señora Presidenta. Las AFP son el pilar central de esa maldita lacra, la desigualdad. Escuche a su pueblo y empecemos a cambiar. Le aseguro que Nunca le faltarán el respaldo, si nos cumple lo que nos prometió.

martes, 26 de julio de 2016

Futuro del sistema de AFP

Debate sobre futuro del sistema de AFP copa la agenda y se abre idea de que sea tema de campaña.

El Gobierno tiene poco espacio político para acometer una reforma al sistema de AFP y ya anunció que solo ‘iniciará’ el camino. Ex presidentes y dirigentes políticos se pronuncian, al tiempo que las AFP cuestionan ideas vinculadas a avanzar hacia el sistema de reparto.
Por primera vez desde que se creó en 1981, el sistema de pensiones creado por José Piñera Echeñique en dictadura, parece instalado en la agenda con una perspectiva fuerte de cambio. Curiosamente, ocurrió tras la aparición de millonarias jubilaciones a funcionarios de Gendarmería, en particular la ex pareja de Osvaldo Andrade (diputado PS y presidente de la Cámara Baja), y fue drásticamente impulsado por la masiva marcha de casi 750 mil ciudadanos y ciudadanas a lo largo de todo el país el domingo pasado.
Y aun cuando los canales de televisión no le dieron cobertura en vivo, como lo hicieron con las movilizaciones de los estudiantes en 2011, fue tal el impacto de la marcha que algunos dirigentes políticos ya comienzan a plantear que sea un tema de la campaña presidencial del próximo año, dado que se prevé que el Gobierno actual no tiene espacio ni capital político para encarar tal desafío.
La consigna "No + AFP" se instaló y de inmediato generó la reacción de dirigentes políticos abriendo una discusión sobre la urgencia de tomar medidas. Desde las AFP sus representantes intentan contener el envión contra el sistema, buscando permearlo con medidas que no sean intrusivas con las AFP y que sí fuercen al Estado a desembolsar más recursos para mejorar las pensiones actuales o, en su defecto, modificar algunos parámetros que aumenten el ahorro.
El argumento de las AFP, lideradas por el presidente del gremio que las agrupa, el ex ministro de Vivienda del Gobierno de Sebastián Piñera, Rodrigo Pérez Mackenna, es que el problema está en lo bajo de las cotizaciones y la necesidad de elevar la edad de jubilación de las mujeres –de 60 años versus los 65 de los hombres–. 
Esto, afirma, permitiría mejorar las pensiones futuras, mientras que para elevar las pensiones de los próximos años propone que el Estado haga un aporte adicional a través del Pilar Solidario, creado en 2008.
Los críticos del sistema plantean medidas que van desde terminar con el sistema de capitalización individual actual –en que cada uno se hace cargo de sus futuras pensiones con sus cotizaciones individuales– hasta transitar a un sistema de reparto, como ocurre en varios países desarrollados y algunos de la región, pasando por quienes proponen una mixtura con un pilar de reparto paralelo.
De hecho, esta última fue la fórmula que planteó casi la mitad de los consejeros (grupo B) de la Comisión Bravo, que propuso que solo las nuevas cotizaciones, con un tope, vayan a un fondo solidario en que parte de dichos aportes subsidien las pensiones de quienes hoy están comenzando a recibir las jubilaciones. 
La otra mitad del grupo (A) planteó cambios pero, fundamentalmente, sin invadir el terreno de las AFP.
El ex Presidente Ricardo Lagos, quien está intentando tomar la delantera en las próximas elecciones presidenciales de 2017 por la Nueva Mayoría, mostró empatía con las movilizaciones, aunque no quiso amarrarse con soluciones.
“Ese dinero cuando usted (a través de las AFP) lo deposita, por ejemplo, en un bono de alguna empresa del retail, obtiene que le paguen por el dinero depositado unidades de fomento más un 5%. Y luego, cuando esa misma persona –que con su dinero ha obtenido que le paguen UF más 5%– se pone el sombrero de consumidor y va a esa empresa del retail, pide un crédito y esa empresa del retail le cobra UF más 30%. Esto es lo que está detrás de la marcha de ayer, ¿se entiende?", dijo Lagos tras una actividad en La Moneda, donde sostuvo que también molesta al ciudadano que no pueda hacer uso de sus fondos y que esto solo lo decida la AFP donde están sus ahorros.
Sin embargo, el propio Lagos reconoció que no es posible pensar en un cambio drástico al sistema actual, asegurando que sí se podrían tomar medidas para mejorar lo actual, las que no quiso adelantar.
Otra política con ambición presidencial, la senadora y presidenta del PS, Isabel Allende, fue más allá, adelantando que se debe avanzar hacia un modelo tripartito de pensiones con aportes del empleador, el trabajador y el Estado. “El actual sistema –que es único en el mundo– solo considera la capitalización individual y carece de solidaridad, excepto los subsidios a la pobreza en la vejez. Es necesario trabajar para establecer un nuevo sistema, que contemple el aporte de la empresa y del Estado, y un contrato social para asegurar a todos nuestros futuros pensionados un jubilación que permita una vejez digna”, afirmó.
Más aun, la senadora dijo que este tema debe ser parte del debate presidencial que vendrá en los próximos meses. “Deberá ser uno de los ejes programáticos para el próximo Gobierno, sea del signo que sea, porque requerimos una seguridad social que, junto a ser sustentable financieramente, tenga como principios la universalidad, la igualdad, la solidaridad, la integralidad”, sostuvo, abriendo las especulaciones de que el sistema de pensiones será una bandera política en las próximas elecciones presidenciales.
En este contexto, un grupo de parlamentarios de la Nueva Mayoría ya ingresó un proyecto de ley al Congreso para eliminar el sistema de AFP.
Para Pérez Mackenna, este tipo de ideas son irresponsables, pues –a su juicio– la eliminación de las AFP no soluciona nada y, aún más, “si las utilidades de las AFP se fueran a cero, no mejora la pensión”, según dichos a La Segunda.
Las AFP ganan en promedio US$ 500 millones al año. Esta cifra se obtiene de los ingresos que cada año reciben las administradoras vía cotización obligatoria. Los números representan casi el 10% de los fondos que cada año aportan los trabajadores a sus cuentas de ahorro, que suman unos US$ 6.000 millones.
Según su opinión, las mejoras deben ir por elevar la edad de jubilación a las mujeres, elevar la tasa de cotización con aportes de empleadores y del Estado y perseguir a las empresas que no pagan las cotizaciones de sus trabajadores.
Recuerda Pérez que hoy se cotiza la mitad de lo que se cotizaba cuando había sistema de reparto antes de 1981, lo que explica una parte importante de las bajas pensiones. 
Aun así, dice, las pensiones que todavía se pagan del sistema antiguo son dramáticamente inferiores a las que están pagando las AFP. A ello agrega que los países desarrollados con sistemas de reparto han tenido grandes crisis financieras o incuban una con altos indices de endeudamiento del Estado, por los compromisos que implica cubrir las pensiones.
Por ello, personeros como el economista y ex asesor de Hacienda en el Gobierno anterior, Sergio Urzúa, criticaron las propuestas de abandonar el sistema de capitalización individual total o parcialmente. La derecha y parte de la centroizquierda entienden el sistema de pensiones chileno como mixto, por tener el pilar solidario que mantiene el Estado. 
Los críticos del sistema, incluyendo al grupo que apoyó la opción B en la Comisión Bravo, consideran que un sistema mixto debe tener un pilar de reparto al menos parcial y consideran el Pilar Solidario como un subsidio al sistema privado.
“Es increíble irresponsabilidad de quienes promueven fin de sistema mixto de pensiones de Chile sin analizar costos de alternativas”, dijo Urzúa en su cuenta de Twitter, al tiempo que esbozó una crítica a las AFP, pero solo reprendiendo la falta de educación financiera de sus afiliados, en línea con el cuestionamiento a la supuesta ignorancia de la población sobre cómo funciona el sistema de pensiones actual.
También se sumó a la defensa de las AFP la ex ministra del Trabajo del Gobierno anterior y candidata a alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei, quien expresó que no es posible dar mejores pensiones con lagunas artificiales del 40%, como existe en algunos casos en el país.
En ese sentido, afirmó que las AFP han tenido la capacidad para incrementar los ahorros vía rentabilidad de las inversiones, pero que la limitación viene del lado del monto de las cotizaciones y las interrupciones de estas ya mencionadas.
En el mismo sentido, el senador Andrés Zaldívar (DC) apuntó en la línea de las AFP, asegurando que no existe posibilidad de volver a un sistema de reparto, que ningún país lo ha hecho en el mundo y que lo mejor es elevar la tasa de cotización con cargo al empleador y aumentar los aportes al Pilar Solidario creado en 2008, discurso similar a las AFP.
Frente al debate, el vocero de Gobierno, Marcelo Díaz, dejó en claro que no habrá modificaciones sustanciales al sistema de pensiones en esta administración, aunque la Presidenta Bachelet señaló ayer que había escuchado el reclamo ciudadano y que abrirían un camino en esta administración para mejorar el sistema.
Eso sí, la Mandataria no comprometió fechas, plazos, ni detalló posibles medidas, confirmando la percepción de que no se hará cargo de las demandas de fondo que la ciudadanía planteó en la marcha del domingo.
En esta línea, el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, ya adelantó un escenario al anunciar que no existen fondos públicos para aportar al sistema, pues existe un déficit fiscal de 3% y no se puede seguir endeudando al país cuyos pasivos suman el 18% del PIB, monto por cierto bajo, comparado con otros países de la región y el mundo desarrollado.
Valdés agregó que no hay una solución “de varita mágica”, al tiempo que recordó que el comité de ministros –(donde él participa– está analizando las propuestas derivadas de la Comisión Bravo, creada al inicio del Gobierno actual y cuyas propuestas aún no ven la luz en ninguna de sus bajadas. Ni siquiera la idea más moderada que impulsará este Gobierno –la AFP estatal– avanza, pues el Ejecutivo le retiró la urgencia.

Caminos

Las AFP son las entidades privadas que reciben los ahorros obligatorios que cada mes se le descuenta a una persona que tiene contrato y, por ende, ve redireccionado un 10% de su sueldo bruto al ahorro, junto con un adicional –de 0,42% a 1,5% de dicha remuneración, según la AFP donde cotice– para pagar las comisiones que cobran las gestoras.
A la fecha hay más de US$ 170 mil millones acumulados en las cuentas que llevan las AFP y que fiscaliza la Superintendencia de Pensiones. 
Pese a lo imponente del monto, que equivale a casi el 65% del PIB chileno, estos no alcanzan para pagar pensiones dignas, según coincide gran parte de los opinantes en el debate.
De hecho, en 2008, en el primer Gobierno de Bachelet, se decidió crear aportes solidarios del Estado a las pensiones e incluso el pago de una jubilación (Pensión Básica Solidaria) para quienes nunca cotizaron o lo hicieron en cantidades mínimas.
No obstante, dichos aportes, que le han costado al Estado casi US$ 2.000 millones anuales, parecen completamente insuficientes, subsistiendo una pensión inferior al sueldo mínimo en el 50% de los pensionados por vejez.
En los próximos años el escenario empeorará, pues subirán el número de pensionados y la tasa de reemplazo –porcentaje de la pensión respecto del sueldo de los últimos diez años de actividad laboral– no mejorará. Incluso podría empeorar.
Si el Gobierno optara por elevar las cotizaciones a través del aporte de empleadores, abriría un flanco de disputa con el gran empresariado, con el que lleva más de dos años en discusiones sobre la responsabilidad en el bajo crecimiento del país que han tenido las reformas estructurales aprobadas hasta ahora.
Si decide elevar la edad de jubilación de las mujeres, deberá asumir costos políticos altos, teniendo poco más de un 20% de popularidad. Tampoco puede, como dijo Valdés, elevar el aporte al Pilar Solidario para subvencionar las pensiones más bajas, pues no hay dinero.
Y si optara por plantear un pilar de reparto paralelo, con las nuevas o parte de las nuevas cotizaciones –buscando de esa forma redistribuir ahorros de afiliados más jóvenes hacia los más viejos– podría abrir un flanco de crítica mayor en el empresariado, dado el nivel de importancia que tienen los fondos de pensiones en la propiedad de las empresas y bancos.
En efecto, casi 10% de los fondos están en acciones y fondos de inversión, mientras que para el financiamiento de deuda de las mismas entidades –incluyendo depósitos a plazos en los bancos– está casi el 25% de los ahorros.
-« ¡Ay de vosotros también, maestros de la Ley, que abrumáis a la gente con cargas insoportables, mientras vosotros no las tocáis ni con un dedo! »