lunes, 19 de octubre de 2015

AFP a la Comisión Bravo





La respuesta de las AFP a la Comisión Bravo: “Si no abordamos los problemas a tiempo no vamos a poder pagar buenas pensiones”





En una extensa entrevista con 'La Mesa' de El Mostrador Mercados, Rodrigo Pérez, presidente de la Asociación Gremial de Administradoras de Fondos de Pensiones, rescató como positivo que la comisión descartara totalmente volver a un sistema de reparto y afirmó que la única forma de dar legitimidad al sistema es otorgando pensiones dignas. Señaló que el sistema ya es mixto y que el Estado debe tener un rol importante en mejorarlo.

Las AFP finalmente están respondiendo a las propuestas de la Comisión Bravo y las 58 medidas específicas que hizo para mejorar las pensiones.

La comisión entregó tres propuestas a la Presidenta. La que recogió la mayor cantidad de votos (12) deja las bases intactas; una segunda opción, que recibió 11 votos, propone cambios dramáticos, pero deja a las AFP como los principales actores del sistema de pensiones; y la tercera propuesta, que obtuvo solo 1 voto, recomienda volver al sistema de reparto.

Desde las AFP hay acuerdo con lo que dijo el presidente de la Comisión, David Bravo, a este medio la semana pasada: el sistema como está funcionando ahora es una bomba de tiempo.

En una extensa entrevista con 'La Mesa' de El Mostrador Mercados, Rodrigo Pérez, presidente de la Asociación Gremial de Administradoras de Fondos de Pensiones, fue claro: “Si no abordamos los problemas a tiempo, no vamos a poder pagar buenas pensiones”.

Pérez rescató como positivo que la comisión descartara totalmente volver a un sistema de reparto y estimó que la única forma de dar legitimidad al sistema es otorgando pensiones dignas. Señaló que el sistema ya es mixto y que el Estado debe tener un rol importante en mejorarlo.

La Comisión Bravo y las AFP también están de acuerdo en que para mejorar las pensiones hay que elevar la tasa de cotización en cuatro puntos porcentuales y elevar la edad de jubilación. Ambas partes concuerdan, en general, en que esos cuatro puntos adicionales –que sumarían casi US$ 3.000 millones– deberían ser responsabilidad de los empleadores.

Pérez explicó en la entrevista la reacción de la industria a lo presentado por la comisión a la Presidenta: “El reporte tiene 3 propuestas globales de distintos sistemas de pensiones y después tiene 58 medidas particulares que fueron fruto del trabajo que tuvo la comisión, que podrían implementarse total o parcialmente para mejorar el sistema de pensiones que tenemos en Chile".

En ese sentido, especifica que "respecto de lo primero, rescato como positivo el que se haya descartado totalmente el volver a un sistema de reparto como el que planteaba la alternativa C, que algo de cobertura ha tenido y me parece muy bien. Hay una razón muy clara y fundamental que tiene que ver con el cambio demográfico que ha tenido y que va a vivir Chile en los próximos años".

Añade que "hay una cosa que es fundamental para esta decisión, que es que las personas en edad de trabajar, partido por personas en edad de jubilar, hoy día en Chile es 5 a 1. Sabemos con certeza que va a pasar de 1,8 a 1 en el año 2050, en 25 años más. Es decir, en una generación más. Hoy día si tenemos 5 trabajadores para financiar un trabajador pasivo en un sistema de reparto –que en eso consiste el sistema de reparto, le quita una parte del sueldo al que está trabajando para dársela al pasivo– va a caer a menos de 2. Eso, en conjunto con otros elementos que tienen un impacto muy negativo sobre el ahorro y la inversión, y que hacen que sea insostenible un sistema de reparto en el largo plazo, y otras razones que se detallan en el informe, solamente tuvo 1 voto el pasar a sistema de reparto total”.

Pérez –que durante el Gobierno de Sebastián Piñera fue ministro de Vivienda y Urbanismo, y previo a eso ejecutivo del sector financiero– admite que el sistema enfrenta problemas de legitimidad, pero rechaza la acusación de que para la gran mayoría el sistema actual arroja pensiones miserables.

“Lo de las pensiones miserables no es así. La pensión promedio que hoy está pagando el sistema de pensiones chileno es alrededor de 200 mil pesos, que en base estrictamente comparable es tres veces la pensión que pagaba el antiguo sistema", señala.

-Eso es miserable…
-Estamos totalmente de acuerdo en que tenemos que mejorar el monto de las pensiones, pero hay que tener presente lo siguiente: nosotros hemos dicho muchas veces que se requiere abordar una serie de desafíos en nuestro sistema de pensiones, pero también hay que tener claro que el sistema, para quienes han tenido una buena historia de cotizaciones, paga buenas pensiones, y de hecho la rentabilidad y seguridad de las inversiones destaca a nivel mundial. Lo que pasa es que tenemos en el mercado del trabajo chileno y en los cambios demográficos que hemos vivido, desafíos importantes que tenemos que abordar, porque si no los abordamos a tiempo efectivamente va a significar que no vamos a poder pagar buenas pensiones”.

-La semana pasada David Bravo dijo acá que si no se aborda y no se comienza ya, es una bomba de tiempo que va a explotar mucho antes de lo que la gente piensa.
-Yo estoy de acuerdo. Las expectativas de vida, desde que partió el sistema, en el caso de los hombres por ejemplo, aumentaron de 13 años a los 65, es decir, la esperanza de vida hace 33 años era que los hombres vivieran hasta los 78. Hoy estamos viviendo, afortunadamente, hasta los 85. 
Es decir, aumentó casi en un 50% la expectativa de vida. Con el mismo capital tenemos que financiar una pensión que es un 50% más larga. Esto requiere una combinación de medidas que son necesarias y tenemos que abordar, entre otras, aumentar la tasa de cotización, aumentar la edad de jubilación, igualarla en el caso de los hombres y las mujeres.
El sistema ha cumplido con manejar las platas en forma rentable y segura, pero eso no es suficiente porque tenemos problemas de lagunas previsionales, tenemos un aumento en las expectativas de vida, tenemos evasión y elusión, tenemos el mundo de los independientes que no cotizan. Tenemos desafíos que hay que abordar.

-La alternativa B deja intactas muchas cosas del sistema de las AFP, pero tiene un rol estatal de obligar a que cierta parte de la cotización vaya a un fondo común, el pilar solidario adquiere un rol mucho más importante y es mucho más mixto de lo que es actualmente. Hay mucha gente que cree que, desde el punto de vista político para legitimar el sistema, es la propuesta que se debería abordar con más seriedad. ¿Cuáles son los puntos que más molestan a la asociación o que ven como más peligrosos?
-Lo primero, en Chile ya tenemos un sistema mixto, y eso es muy importante. Desgraciadamente, a veces se habla de un sistema privado de pensiones, pero la verdad es que este es un sistema donde hay una pequeña parte –muy importante– que es la administración de las cuentas individuales que está delegada en el sector privado. Pero, primero es el Estado el que decide quiénes cotizan y cuánto se cotiza.

En segundo lugar, el Estado se hace cargo del pilar solidario, que es una muy buena cosa que se reformó el 2008. La reforma del 2008 fue una muy buena reforma desde el punto de vista técnico. En ese sentido, ya tenemos un sistema mixto. Lo que pasa es que el pilar solidario se financia con ingresos generales de la nación y no con un impuesto al trabajo. Pero tenemos un pilar solidario que se puede fortalecer manteniendo la cotización individual.

Respecto a la alternativa B, nosotros pensamos que sería una muy mala idea, porque esta alternativa básicamente lo que hace es que divide la cotización en dos, digamos hasta 300 mil pesos va a un sistema de reparto, y que adolece de los mismos problemas que tendría un sistema de reparto de 100%. Si ir a un sistema de reparto con un 100% es malo, ir a un sistema de reparto con el 50% de las cotizaciones también es malo, porque va a padecer de los mismos problemas que tiene un sistema de reparto total, solo van a ser de menor magnitud, pero van a ser problemas igual.

Legitimidad del sistema

Pérez es lapidario en manifestar que “un sistema se pensiones va a tener legitimidad en tanto sea capaz de pagar buenas pensiones y lo haga en forma sostenible en el tiempo. Cambiar un sistema de pensiones porque se dice que no tiene legitimidad, por un sistema más malo o que va a generar un tremendo problema en el futuro, quiere decir que vamos a tener un doble problema de legitimidad en el futuro. Por lo tanto, la legitimidad se consigue teniendo un buen sistema que pague buenas pensiones, pero que además sea sostenible en el tiempo”, precisa.

El presidente del gremio de AFP tiene críticas duras contra aspectos claves de la propuesta B, que sacó solo un voto menos que aquella que recomienda hacer cambios, pero siempre manteniendo a las AFP en control. La principal es que tiene un componente de reparto muy importante, “que yo creo es un grave error”, sentencia. “En vez se irse por ese camino, yo creo que lo que tenemos que hacer si queremos mejorar las pensiones es fortalecer el pilar solidario, donde hay mucho espacio para crecer. 
En Chile estamos destinando un 0,7% de PIB al pilar solidario. Y, ojo, cuando dices que el pilar solidario se financia por el Estado, el Estado somos todos los chilenos que pagamos impuestos. Ahí están los trabajadores, las empresas, los empresarios independientes. 
Es decir, entre todos financiamos el pilar solidario, por lo tanto, este es un sistema que tiene un componente solidario, que puede crecer más y yo creo que eso tiene que estar en el debate y nosotros coincidimos con que se puede fortalecer. Pero pasar a financiar esa solidaridad con un sistema de reparto creo que es un error, porque además de tener problemas de sostenibilidad en el tiempo, es regresivo”.

-Una de las medidas que más les molestaría es la del 4% que se le sacaría a las AFP e iría a un fondo común, aparte del sistema de reparto.
-Dos cosas, nosotros pensamos que ese aumento de tasa de cotización del 4% se necesita. Se necesita para las cuentas individuales para que se acumule un buen monto de ahorro, que para la vida completa te sube la pensión un 40%. Entonces creemos que no es bueno reducir esa cantidad, lo que se propuso es que vaya al pilar solidario. Entonces nosotros decimos mejor que esa plata del pilar solidario se ponga con ingresos generales de la nación, no con los recursos de los trabajadores. 
La Dipres tiene una proyección de que el gasto del Estado en pensiones va a disminuir de un 3,5% del PIB a un 1% del PIB, porque el sistema antiguo va a ir desapareciendo a medida que las personas que estaban en el sistema antiguo empiecen a morir. Entonces eso va a ir abriendo espacios y tenemos que pensar si queremos darle como país al tema del pilar solidario, seguramente para poner más plata ahí.

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