Aunque el candidato independiente destaca que el movimiento estudiantil haya puesto a la educación en el centro del debate, advierte que "ningún proyecto republicano puede basarse exclusivamente en lo que un grupo pide o no".
Apenas se conoció el resultado de la votación que terminó
destituyendo a Harald Beyer del Ministerio de Educación, Andrés Velasco
criticó duramente la actuación de los parlamentarios opositores, a los
que culpa de maquinar "una movida política" junto a las directivas
partidarias de las que busca distanciarse. Eso, a pesar de la eventual
relación que deberá entablar con ellos en caso de resultar vencedor de
la primaria del próximo 30 de junio.
Mientras tanto el precandidato independiente -quien obtuvo en la
última encuesta UDP el segundo lugar en la primaria, con un 7,5%- se
prepara para enfrentar en esos comicios a la ex Presidenta Michelle
Bachelet, con quien dice no habla hace meses. Y si bien prefiere no
polemizar con su rival más fuerte, sí aprovecha de aclarar los mitos en
torno a su gestión en la cartera de Hacienda durante el primer gobierno
de la abanderada PS-PPD.
-Usted criticó desde un principio la acusación en contra del ex ministro Beyer. ¿Cómo califica lo ocurrido el miércoles?
-Hay mucha gente indignada con la destitución abusiva e injusta del
ex ministro de Educación. Cualquiera sea la opinión que uno tiene sobre
su desempeño, ello no constituye una razón para abusar de un mecanismo
constitucional. Se ha sentado un muy mal precedente, se ha crispado
innecesariamente el ambiente político y no se ha avanzado un milímetro
en resolver los urgentes problemas de la educación. Es una mala
práctica, de las peores, porque no solamente afecta a las leyes y los
hábitos cotidianos, sino que afecta la Constitución, que es lo más
democrático que un país tiene.
-¿A qué atribuye este crispamiento?
-Hay un clima malo desde hace mucho tiempo que con lo visto el
miércoles se echa a perder más aún y que es producto de una dirigencia
política tradicional en todos los partidos, de cúpulas políticas que no
tienen otro norte que anotarse un puntito en las encuestas o tener un
minuto en la TV, y eso no hace otra cosa que confirmar el descrédito en
el que está sumido mucha gente.
-En el oficialismo responsabilizan a la candidata PS-PPD, Michelle Bachelet, por dicha tensión...
-Es que el oficialismo va a responder a una mala práctica, con otra
mala práctica. La política de la descalificación, acusación personal es
precisamente lo que Chile no necesita.
-¿Concuerda con las declaraciones del presidente de RN, Carlos
Larraín, quien tras la votación dijo que "la guerra estaba declarada"?
-Eso tampoco contribuye en lo absoluto. Cuando Carlos Larraín habla
de guerra parece olvidar que estamos en Chile y no Corea del Norte.
-¿Cómo enfrentará esta dicotomía de competir para ser el
abanderado de la oposición y rechazar acciones como ésta, que logró un
respaldo casi unánime del sector en el Parlamento?
-Yo estoy compitiendo para ser el abanderado de un sector que
históricamente se ha identificado con la tolerancia, el respeto a las
reglas, el apego a la Constitución y creo que el oponerse a esta
acusación frívola, propia de la política chica, es coherente y necesario
para quienes conocen y se enorgullecen de la tradición política de la
centroizquierda chilena de las últimas décadas. Nuestra campaña no busca
obtener el apoyo de dirigencias políticas que están desacreditadas,
sino que busca el apoyo, y lo está obteniendo, de esos cientos y miles
de chilenos y chilenas que no quieren tener que ver más con esas cúpulas
políticas tradicionales. El foco de nuestras decisiones no está en
pensar si una declaración le va a caer bien o mal a un dirigente, sino
que tomar los temas, ponerlos con toda fuerza y decir las verdades
incómodas si hay que decirlas.
-Pero en un eventual gobierno necesitará relacionarse con esos partidos...
-De eso conversaremos cuando la gente se haya pronunciado y no antes.
-Siendo ese su pensamiento, ¿no era más coherente llegar directamente a la primera vuelta como independiente?
-De ningún modo. Yo he decidido competir desde dentro, porque me
parece que la centroizquierda chilena es muy importante como para
dejársela a unas dirigencias partidarias llenas de malas prácticas.
Miremos lo que ocurrió en Brasil con Fernando Henrique Cardoso o en
Inglaterra con el Partido Laborista bajo Tony Blair. Fueron procesos en
que la centroizquierda se reinventó. Esa labor que en Chile había
empezado a darse en el año 90 se detuvo, pero no sólo eso, sino que ha
empezado a dar pie atrás. Yo no soy el único llamado a contribuir a que
esa renovación vuelva a ocurrir pero quiero hacer mi aporte.
Gratuidad: "Nosotros tenemos mucha claridad"
-¿Ha hablado con la ex Presidenta tras su regreso a Chile?
-Hace meses que no he hablado con Michelle Bachelet. Además yo
aprendí hace muchos años que las conversaciones son privadas y no se
ventilan por los diarios, y ese principio no lo voy a cambiar.
-¿Concuerda con los planteamientos que ella ha dado a conocer en sus tres semanas de campaña?
-En cuanto a matrimonio igualitario, ambos tenemos una
coincidencia, optamos porque no haya discriminación a la hora de poder
casarse. Pero yo voy un paso más allá. A mí me parece que ese matrimonio
tiene que ser con plenos derechos, incluyendo la adopción.
-¿Y en materias de educación? Ella ha hablado de gratuidad universal...
-En materia de gratuidad, ella ha dicho que tiene una opinión
personal pero que va a esperar la opinión de una comisión antes de tener
una propuesta más definitiva. Nosotros tenemos mucha claridad acerca de
nuestra postura: el Estado debe pagar todo a aquel joven que no tiene
los recursos, pero no es justo que se desvíen platas del fisco para
financiarle la educación a un joven acomodado que sí puede pagar.
-Ella también dijo lo mismo, pero luego lo precisó... ¿Cree que ha influido en su postura el movimiento estudiantil?
-Yo no voy a entrar en el hábito de la vieja política de estar
interpretando lo que los distintos candidatos dicen todos los días. Lo
importante son las posturas oficiales que, en casi todas las campañas,
van a venir de los grupos de estudio, consejos asesores...
-Y, en este caso, el movimiento estudiantil, ¿o no?
-A mi juicio, gobernar es optar, es priorizar y, por lo tanto,
ninguna política, ningún proyecto republicano puede basarse
exclusivamente en lo que un grupo pide o no pide. Yo celebro que los
estudiantes hayan puesto esta discusión en el centro del debate
nacional, pero también me parece que la discusión que Chile ha tenido ha
sido pobre, parcial, porque ha dejado fuera del debate mucho de los
temas más importantes. Como los niños y las guaguas no marchan,
prácticamente no hemos hablado de la educación preescolar. Como tampoco
ha habido marchas del mundo de la educación técnica, que es clave para
reducir las injusticias en Chile.
-¿Qué le parece que ella haya reiterado la necesidad de una AFP estatal, tras no poder concretarlo en su primer gobierno?
-En Chile hay mucha gente legítimamente molesta porque siente que
el sistema de AFP no le va a garantizar una pensión comparable a lo que
gana. Una AFP estatal no va a corregir ese problema y sería importante
que se lo digamos a los chilenos
-Algunos sectores de la oposición lo han responsabilizado a Ud. de oponerse a esa iniciativa cuando era ministro de Hacienda.
-El Ministerio de Hacienda llevó a cabo iniciativas que fueran
buenas, que estuvieran en el programa de gobierno y que fueran
iniciativas presidenciales. Y las que eran injustas, malas o que no
calzaban dentro de las prioridades del programa de gobierno, no se
llevaron a cabo, así de sencillo. Pretender construir una caricatura que
dice que todo lo bueno o malo de un gobierno es en función de lo que
hizo o no una persona, es una mala práctica de la política, es el tipo
de acusación carente de contenido, distorsionada, que a la gente la
tiene harta. Cuando las personas dicen en las encuestas que no les creen
a los políticos, están pensando precisamente en acusaciones, golpes,
puñaladas como esas.
-¿Apoyará la campaña de Bachelet si ella gana la primaria?
-Este no es un problema de posición personal, sino que es lo que
está contenido en la ley. La ley dice con todas sus letras que la
primaria es vinculante y los que pierdan no pueden correr por fuera. Por
lo tanto, no es un asunto de disposición o de buena onda, es lo que la
ley establece.
-Usted dijo que no gobernará con el PC. Sin embargo, ese partido
está evaluando apoyar en la primaria a Bachelet. ¿Mantendrá usted su
respaldo a la ex Presidenta si ella se compromete a incluir a los
comunistas en el gabinete?
-La política de ficción no es un ejercicio que dé buenos frutos. Veamos cuáles son las elecciones del PC.
Yo me pregunto si el PC va a participar de las primarias, no ha
dicho aún si lo hará. Ellos han postulado algo que a mi juicio no tiene
sentido y es decir que se tenga el programa primero y "después veamos
las reglas".
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