El curso de la crisis
Se derrumbó el sistema bancario de los países desarrollados, él que tuvo que ser apuntalado mediante una nacionalización parcial y una inyección general de liquidez sin precedentes.
Acto seguido se reventó definitivamente la "superburbuja" que había inflado los precios de materias primas y alimentos, y que se venía desinflando desde mediados de año.
El reventaje del burbujazo significó la evidencia del carácter mundial de la crisis, puesto que produjo una violenta caída de las bolsas y monedas especialmente en los países emergentes que eran los que más se habían inflado.
No pasó ni una semana de la evidencia del burbujazo y su reventaje, cuando se puso en evidencia lo que John Authers de Financial Times denominó "la última burbuja" en su comentario semanal del 25 de octubre. Allí se verificó que eran todas las monedas y bolsas del mundo - incluyendo el dólar y Wall street - las que habían sido afectadas por el burbujazo, y todas contra el yen.
Sin embargo, la evidencia abrumadora del inicio de una recesión en los países desarrollados y un frenaje general en los emergentes, incluida China, ha iniciado el segundo acto de la crisis, esta vez sobre la economía real.
Las autoridades han hecho esfuerzos no siempre exitosos por no perder el control de los acontecimientos y han intervenido en los mercados financieros con bastante decisión, sin embargo, el mes termina con un nivel de incertidumbre más elevado que nunca.
Los ojos asombrados de la humanidad aprecian en estos días la verdadera cara de la su criatura más compleja, inestable y peligrosa: el régimen de sus intercambios mercantiles a nivel mundial.
Variación de los fondos de pensiones AFP
El 25 de Julio de 2007 los fondos de pensiones administrados por las AFP alcanzaron un máximo de 53,8 billones de pesos, que equivalían a 104.060 millones de dólares al tipo de cambio de $517,37 vigente en ese momento .
A partir de ese momento han venido experimentando pérdidas cuantiosas crecientes en un movimiento de constantes fluctuaciones muy fuertes.
En poco más de un año las AFP han perdido el equivalente a más de siete años completos de aportes de los trabajadores.
La turbulencia no han afectado por igual a todos los fondos, sino especialmente a los que están invertidos en renta variable. Éstos acumulan todas la pérdidas, mientras el fondo E y el modesto fondo de cesantía, invertidos en renta fija y en el país en su mayor parte, han logrado mantener su valor hasta el momento.
Parece descabellado que en Chile en el medio de esta gigantesca crisis que lleva ya un año desenvolviéndose, se hayan eliminado casi todas las restricciones existentes y entregado casi total libertad de inversión a las AFP confiándose enteramente en el análisis de riesgo.
No se ha levantado ni una sola voz de alarma.
¿Es que no hay ningún parlamentario o autoridad que lean los diarios donde a lo largo de un año se ha venido describiendo el estruendoso fracaso del sistema de clasificación de riesgo?
En un reciente artículo en El Mercurio, el Superintendente de Pensiones (s) Alejandro Charme se felicita adicionamente que el gobierno recientemente haya aprobado "una regulación más prudencial, en línea con las mejores prácticas internacionales (¡Sic!)"
Los argumentos de "diversificación" que justificaron la sucesiva eliminación de las restricciones a las inversiones de las AFP resultaron un verdadero desastre.
Sin embargo, a pesar de lo anterior, desde el inicio de la crisis y hasta marzo del 2008 han sido cuantiosos los recursos netos que los afiliados han trasladado ¡mas de medio billón de pesos se trasladaron al fondo A!
A partir de mayo se estancan los traslados a los fondos riesgosos y aumentan los que van hacia el E . Este comportamiento se hace masivo a partir de julio del 2008, cuando el fondo A empieza a perder del orden de 200.000 millones por mes, los que se trasladan principalmente al fondo E.
Se observa en el gráfico siguiente que hasta marzo del 2008 el grueso de los traslados y cotizaciones netas fluian hacia los fondos A y E, y en menor medida hacia el D. A partir de julio, sin embargo, se aprecian sustanciales retiros de casi todos los fondos y traslados masivos hacia el fondo E. ¡Los afiliados no le están haciendo mucho caso a los mandamases de las AFP y la SP!
En octubre esto se ha agudizado y hasta el día 23 se habían trasladado 814.000 millones de pesos a la seguridad del fondo E desde los más riesgosos A y B, lo que arroja un promedio superior de 35.000 millones de pesos por día.
El total acumulado desde el 25 de julio del 2007 arroja retiros netos desde los fondos A y B por un total cercano a 1 billón de pesos e ingresos netos por casi 2 billones de pesos al E y más de 0,4 billones de pesos al D.
Cabe consignar que los ingresos netos a los fondos D y E corresponden casi exclusivamente a traslados desde otros fondos, puesto que las cotizaciones allí son muy pocas por el muy reducido número de afiliados. En cambio, los fondos A, B y C han recibido en el período analizado cotizaciones del orden de tres billones de pesos, las que se compensan los 2,4 billones trasladados a los fondos D y E.
¿Quienes se cambian al fondo E?
Un análisis tanto del número de cuentas abiertas y cerradas por fondo como de traspasos de dinero neto entre uno y otro permiten comprobar que son afiliados de altos ingresos quiénes durante los meses recientes han restado trasladando sus ahorros al buen recaudo del fondo E. Mientras tanto, el gobierno está enviando a decenas de miles de nuevos afiliados por mes a la inseguridad de los fondos A y B.
FONDO TIPO A | FONDO TIPO B | FONDO TIPO C | FONDO TIPO D | FONDO TIPO E | TOTAL NUEVAS CUENTAS | TOTAL NUEVOS AFILIADOS | |
Promedio mensual julio 2007 - agosto 2008 | 18.831 | 14.202 | 10.605 | 866 | 1.322 | 45.826 | 32.393 |
Agosto 2008 | 877 | 7.331 | 12.824 | 5.805 | 6.809 | 33.646 |
Ello se invierte fuertemente en el curso de los últimos meses, cuando se produce un masivo traslado de cuentas hacia la seguridad de los fondos D y principalmente al E. La creación neta de cuentas en el fondo A se casi nula en agosto del 2008 por los masivos traslados, y disminuye fuertemente en el B por el mismo motivo. En cambio, se aprecia un traslado de 6.809 cuentas al fondo E.
La simple comparación del enorme flujo neto de fondos hacia el fondo E, por una parte, con el escaso número de afiliados que abrieron nuevas cuentas, indica a las claras que los afiliados que están resguardando sus fondos tienen saldos importantes en sus cuentas. En agosto, por ejemplo, el traspaso neto de fondos alcanzó a 216.590 millones de pesos, mientras el número de cuentas netas creadas alcanzó a 6.809, lo que arroja un promedio de 31,8 millones por cuenta trasladada
Por otra parte, sólo 0,7% de las cuentas está en el fondo E que ha demostrado ser seguro.
Es interesante agregar que dicho fondo concentra actualmente el 6,4% de los fondos, lo cual indica que el saldo promedio de quienes se han cambiado al mismo es muy superior al promedio.
Estas cifras demuestran en parte la prudencia de quienes tienen ahorros mayores y los cambian al fondo E. Asimismo, sin embargo, señala la injusticia que soóo se estén resguardando los afiliados de mayores ingresos que tienen el tiempo y los conocimientos para trasladarse. El grueso de los afiliados, mientras tanto, sigue estando en los fondos más riesgosos donde día a día pierden parte importante de sus ahorros ante la impasividad del gobierno y las AFP, que siguen recomendando no cambiarse de fondo y asignando automáticamente a decenas de miles de nuevos afiliados por mes a los fondos más riesgosos como si no pasara nada.
El Ministro Velasco no dice la verdad
Eso no es verdad.
Evidentemente no están a buen recaudo fondos que desde el inicio de la crisis el 25 de julio del 2007 y hasta el 20 de octubre del 2008 han reconocido pérdidas reales de 16 billones de pesos, que equivalen a -26,41% del fondo total.
Mal puede considerar esa pérdida como insignificante, puesto que el presupuesto del estado chileno del 2007 alcanzó a 17 billones de pesos. Hay que tener cuidado con el Ministro Velasco, porque ojalá que no tenga también el presupuesto nacional a tan buen resguardo que mañana nos diga que se lo ha farreado en la bolsa.
¿Que laya de resguardo es esa?
Debe explicar a los 3,7 millones de personas que tienen sus ahorros en el fondo B que tan bueno es este resguardo que en un año les ha hecho perder -31,22% de sus fondos.
Dijo asimismo algo como que al traer los fondos a Chile iban a ganar por la depreciación de nuestra moneda. Por cierto que todos los cálculos anteriores de pérdidas ya toman en consideración ese factor ¡Como sería si no hubiese depreciado la moneda en un 20% desde que se inició la crisis!
Sin embargo, a agosto 2008 son solo 68.807 mil, el 0,74% del total de cuentas, de los cuales apenas 7 mil son mayores de 55 años. Es decir, solo 7 mil personas mayores de 55 años tienen sus ahorros a buen recaudo en el fondo E. Ellos constituyen sólo el 1% de este ramo de edad. Todo el resto, es decir el 99% de las personas próximas a jubilar tienen sus ahorros en fondos que han sufrido pérdidas más o menos cuantiosas.
Todo esto tiene gravísimas consecuencias para las pensiones. Como ha reconocido El Mercurio en su editorial del 17 de agosto, "un fondo cuyo valor cuota aumenta 50 por ciento a lo largo de cinco años, para luego caer 50 por ciento en los cinco años siguientes, entrega a sus afiliados una rentabilidad acumulada neta negativa, de -25 por ciento. Para que la rentabilidad acumulada neta sea nula, se requiere que la magnitud de las alzas supere a la de las bajas."
En el gráfico se muestra la relación matemática entre las pérdidas y las ganancias previas. Se aprecia una pérdida de 50% anula una ganancia previa de 100%. Asimismo, que las pérdidas cercanas al 30% que ya ha sufrido el fondo A anulan ganancias previas cercanas al 50%. Lo más preocupante es que pérdidas del orden del 60% o 70% que parecen perfectamente posibles antes que la crisis tope fondo, van a anular todas las ganancias obtenidas desde el inicio de los multifondos.
El 17 de septiembre del 2008 El Mercurio publica una destacada nota con llamado de portada donde señala "Los expertos recomiendan no cambiarse de fondo en las AFP."
El ex-Superintendente de AFP durante dos gobiernos democráticos y conocido vocero de la industria, Julio Bustamante, señala por ejemplo: "se trata de inversiones de largo plazo y por lo tanto éstas tienen que tener conciencia de que la inversión es a largo plazo (Sic!) y por lo mismo recomienda no tomar decisiones precipitadas ni generarse alarmas por aspectos puntuales, que en un horizonte de treinta o cuarenta años de ahorro siempre se pueden producir." Roberto Fuentes, gerente de Estudios de la Asociación de AFP agrega que "en proceso de incertidumbre no es recomendable tomar decisiones basadas en el corto plazo, porque es muy difícil tratar de apuntarle 100% a cuál será el movimiento de las rentabilidades."
Lo que para Bustamante constituye un "aspecto puntual" es la pérdida desde el inicio de la crisis de más de un cuarto de los ahorros de los 1,3 millones de afiliados que los mantienen en el fondo A, y más de un quinto en el caso de los 3,7 millones de ahorrantes en el B.
Para algunos miles de ellos que tienen ahorros de más de cien millones de pesos e incluso más de 200 millones, el "aspecto puntual" ha consistido en perder en pocos meses decenas de millones de pesos con que contaban para un retiro digno.
Ciertamente, no se necesitaba ser muy sagaz para "apuntarle al 100%" al hecho evidente que la crisis que se venía era de dimensiones inmensas y el riesgo de pérdidas de los fondos de pensiones, especialmente aquellos invertidos en el exterior, era mayúsculo.
Por lo tanto, cualquier persona razonable que estuviese en condiciones de hacerlo habría tomado la precaución de poner sus fondos a resguardo en inversiones seguras hasta que la crisis pasara. Con mucho mayor razón los directores y ejecutivos de las AFP o las autoridades reguladoras y otros "expertos" que siguen su evolución día a día y que han estado desinformando al público de la manera indicada.
Las recomendaciones de no hacer nada pueden tener lógica desde el punto de vista de no provocar una estampida general hacia el fondo E. Es decir, han privilegiado la estabilidad del sistema a evitarles pérdidas a los afiliados.
Sin embargo, desde el punto de vista de un ahorrante concreto constituyen una soberana tontería, por decir lo menos. Equivalen a escoger voluntariamente sufrir pérdidas millonarias que resultan perfectamente evitables.
Sería conveniente que las autoridades o periodistas interrogaran a los directivos y ejecutivos de las AFP y otros "expertos" - especialmente aquellos tan pródigos en este tipo de recomendaciones - donde mantienen sus propios fondos desde el inicio de la crisis. Muy probablemente la mayoría de ellos han adoptado la actitud prudente y racional de resguardarlos en la seguridad del fondo E, mientras al mismo tiempo recomiendan a los afiliados no mover los suyos.
Materializar una pérdida
Un argumento muy curioso viene siendo repetido majaderamente por ambas instituciones. "Quienes se muevan a fondos más seguros van a materializar una pérdida" afirma el Sr. Charme en la entrevista referida. Se supone que en caso de permanecer estoicamente en el mismo fondo hasta que eventualmente se recupere dicha pérdida no se "materializaría." Muchos afiliados no se han cambiado precisamente por esta razón.
Sin embargo, eso no es lo que ocurre cuando un afiliado cambia sus fondos desde el A al E. Simplemente pone sus ahorros a resguardo de la eventualidad que los riesgosos instrumentos en los cuales las AFP han invertido el primero sigan perdiendo valor, como es probable que ocurra en el curso de los meses venideros y hasta que la crisis tope fondo.
Supongamos dos afiliados que tenían $100.000.000 (cien millones de pesos) cada uno, ambos en el fondo A, al momento en que se inició la crisis el 25 de julio del 2007. El primero de ellos le hizo caso a las AFP y a la Superintendencia de Pensiones y permaneció en el fondo A, con el resultado que al 12 de octubre del 2008 ha materializado una pérdida de -39,3%, es decir, de $38.300.000.- Solo le quedan hoy $61.700.000 en su fondo.
El segundo leyó la carta que en ese momento CENDA envió a las autoridades, en la que advertía de este peligro y las instaba a intervenir los fondos de pensiones para relegarlos ordenadamente a inversiones seguras en el país, como las que mantiene el fondo E, hasta que pase la crisis. Le pareció razonable y decidió cambiarse al fondo E. Hoy sigue teniendo los mismos $100.000.000, debidamente reajustados por el alza del costo de la vida. Es decir, no ha materializado pérdida alguna.
En un caso, prefirieron continuar pagando comisiones gigantescas a los operadores financieros - muchas veces relacionados con los propietarios de las AFP - que sucesivamente trasladaron los fondos hacia China, Rusia, Brasil y hacia instrumentos de alto riesgo y otros de solvencia muy dudosa para cubrirse de los primeros.
Y en cuanto a las autoridades, en medio de la crisis eliminaron regulaciones y autorizaron a las AFP a hacer prácticamente lo que quieran con los dineros de todos.
¡Es como mucho!
El riesgo de los fondos de pensiones según la Superintendencia de Pensiones
El Superintendente de Pensiones (s) Alejandro Charme, afirma: "la finalidad de multifondos es permitir una mejor combinación riesgo-retorno y una mayor rentabilidad esperada para los afiliados. En seis años de funcionamiento, podemos decir que dicha finalidad se ha logrado. La SP - agrega Charme - está informando adecuadamente a los afiliados en la sección "Compare Fondos" de su página web."
¿Que está recomendando allí la SP?
A la pregunta "¿Cual es el riesgo de los fondos?, esta última institución responde lo siguiente: "Considerando un ahorro acumulado de $9.000.000 y la rentabilidad histórica de los Fondos de Pensiones, la ganancia o pérdida mensual en cada Fondo podría situarse en los rangos que se indican en este gráfico:" :
La recomendación de la SP es clara para cualquiera que vea el gráfico: de acuerdo a lo indicado por el supervisor estatal "la ganancia o pérdida mensual podría situarse en un rango" tal que el fondo A presenta mucho mayor esperanza de ganancia y el riesgo parece razonable. El cálculo de estos "expertos en administración de riesgo" es cuidadoso y refleja de manera precisa y con un 95% de confianza el rango de variación que puede esperar un afiliado de cada uno de los fondos... ¡si estos se comportasen siempre del modo que lo han venido haciendo desde Octubre del 2002 y hasta julio del 2008!
Como se muestra en el gráfico que sigue que se actualiza diariamente, ha sido bien diferente el comportamiento real de los diferentes fondos durante los últimos meses, y probablemente lo seguirá siendo todavía por un buen tiempo más.
¡Bien diferente a la predicción de los expertos! ¿Como es posible que un error de apreciación de esta magnitud sea cometido por la institución responsable de informar a millones de afiliados acerca del modo que ellos supuestamente decidan libremente donde colocar sus fondos?
Tipos de cambio:
¿Corrección completa?
Como se aprecia en el gráfico de las bolsas mundiales medidas en Euro - que componen ambos factores -, los emergentes vienen "pillando" rápidamente a los desarrollados en su caída, aunque todavía les falta caer un 25% adicional, o algo así, para alcanzarlos. Ello muy probablemente ocurrirá en el curso de los próximos días mediante una continuada caída tanto de las bolsas como de los tipos de cambio de los emergentes (ver nota anterior "Corre que te pillo").
En su comentario del 23 de octubre, Authers estima que "Valor razonable es un concepto elusivo. Sin embargo, algunas de las monedas emergentes, largamente sobrevaluadas, parecen haber alcanzado ahora un valor razonable." Menciona como ejemplos el Real brasileño y el Peso mexicano, que han caído ambos un 40% en pocos días respecto del dólar, y respecto del Won coreano dice que probablemente está ahora subvaluado.
¡Corre que te pillo!
Las bolsas de los países desarrollados medidas en Euro (línea naranja), que alcanzaron un máximo de 147 a mediados de julio del 2007, siguen cayendo y van en 84, es decir, 15% menos que hace cinco años.
Los emergentes medidos en Euro (línea gris), que llegaron a subir hasta alcanzar 271 el 31 de octubre del 2007, continúan su desplome y llegaron a 110 el viernes 24 de octubre. Cayeron 14% en la semana.
Al paso que vamos, no sería de extrañar que en curso de los próximos días, todos los emergentes, incluyendo a los BRIC y Chile, alcancen a los desarrollados en su caída.
El burbujazo
Sin embargo, la "superburbuja" ha quedado chica al lado del burbujazo que apreció a las bolsas de valores y monedas de los países emergentes a lo largo del último ciclo iniciado el 2000 y que se muestra en el gráfico anterior.
¿A que se puede atribuir el que los fondos de cobertura no hayan caído al reventarse la burbuja de los "punto com"?
Cuando las tasas se normalizan, el comportamiento de los hedge funds resulta muy parecido a las acciones
Authers profundiza en la materia. Constata que "aparte de ser pequeños, ágiles y en algunos casos hábiles," los fondos de cobertura tenían tres ventajas sobre los vehículos de inversión tradicionales: a) pueden "vender corto," es decir, hacer ganancias cuando los mercados caen, b) pueden pedir prestado, con lo cual aprovechan ventajas mínimas al repetir la operación varias veces con dinero prestado y, c) pueden limitar los retiros de sus inversionistas, con lo cual ganan tiempo.
Según Authers, las crecientes dificultades que han venido encontrado en el curso de los últimos meses - vienen perdiendo fuerte desde julio del 2008 - radican especialmente en el hecho de que dependían muy fuertemente del crédito barato.
En el curso de los últimos meses los activos que controlan han disminuido en 210.000 millones de dólares, y los inversionistas en fondos de cobertura han retirado 43.000 millones de dólares en depósitos ¡sólo en septiembre del 2008! .
Las utopías de la magia financiera si que terminan de verdad. En el largo plazo los rendimientos de las bolsas corregidos por inflación no resultan muy diferentes al crecimiento promedio del producto interno bruto (PIB).
Mal podría ser de otra manera, por lo demás, puesto que el dinero no nace del aire. La información más reciente al respecto de la bolsa más antigua del mundo, la de Londres, resulta impresionante puesto que muestra resultados aún peores. A mediados de febrero del 2008 se publicó la última edición - lleva 53 años consecutivos - del "Barclays Equity Gilt Study," un estudio de acciones y bonos.
El Financial Times (19/2/2008) resume así sus conclusiones: "A lo largo de la historia, el gran enemigo de los inversionistas ha sido la inflación. Las acciones han hecho poco más que ofrecer un seguro contra ella. Entre 1899 y 1985 el retorno real de las acciones del Reino Unido (RU) comparado con los precios a consumidor del RU, fue negativo. A menudo las acciones no lograron mantener el ritmo de la inflación. Al 2007, el retorno real de las acciones del RU desde 1899 fue de 109 por ciento, todo lo cual fue logrado de hecho en los últimos veinte años. En el mismo período los bonos perdieron el 99,3 por ciento de su poder adquisitivo real."
Todo el mundo sabe que los árboles crecen pero nunca alcanzan el cielo.
Rendimientos bursátiles como los de años recientes no se van a repetir hacia el futuro. Muy por el contrario, lo que están indicando los insostenible promedios de los años anteriores, es que continúe la actual corrección hasta alcanzar una baja significativa.
Ésta es la convicción que expresan los principales analistas y medios financieros mundiales, aunque nadie descarta la posibilidad de varios enviones alcistas, como usualmente ocurre durante de las caídas.
Se hunden aseguradoras
El 9 de octubre MetLife cayó otro 7% y en doce meses acumulaba una baja de 60%. Principal cayó otro 27% el 9 y acumulaba a ese día un derrumbe de -75,59% en doce meses (FT 9/10/2008).
Según la Superintendencia de pensiones a al 31 de julio del este año, 375.396 personas habían contratado rentas vitalicias por esta modalidad, de las cuales 214.042 son pensiones anticipadas, 64.675 vejez edad y 54.071 viudez, entre otras. Todas ellas han entregado de este modo todos sus fondos de pensiones a estas empresas a cambio de la promesa de las mismas de pagarles una pensión definida hasta su muerte.
No hay ningún tipo de garantía para estos efectos, excepto que el Estado les mantiene una pensión mínima.
Hace unos años quebró en Chile la aseguradora Le Mans y todos los que habían contratado con ella sus pensiones vitalicias sencillamente perdieron todo, quedando reducidas sus pensiones al mínimo estatal que actualmente es de 150 dólares por mes.
Metlife es la principal aseguradora de rentas vitalicias en Chile y Principal la quinta más importante.
Ladrones
Es importante saber que sombrero trae puesto el Sr. Orueta. ¿Habla en su calidad de gerente general de AFP ING Capital en Chile? ¿Como ejecutivo del grupo ING, propietario de Orígenes AFJP en Argentina? ¿Como ejecutivo de ING Chile S.A., propietario de Isapres (ex-Cruz Blanca, ex-Aetna), AFP Capital (ex-Santa María y ex-Bansander AFP) y Créditos Hipotecarios? ¿O habla en su calidad de ejecutivo del grupo que es dueño de ING Seguros de Vida?
Lo que menos se comprende es que califique de robo el que el Estado argentino haya asumido el control de los fondos de pensiones - a la luz de su continuado deterioro - a cambio de ofrecer a los afiliados una renta vitalicia definida y por toda la vida, equivalente en la mayor parte de los casos a más del 66% de las rentas de los últimos diez años de vida activa, y sin discriminación en contra de las mujeres.
Con el mismo criterio, robo sería lo que hace ING Seguros de Vida - la primera del mercado según su sitio web - que según información de la industria (ver nota anterior) habría "expropiado" íntegramente los fondos de pensiones a 38.104 chilenas y chilenos afiliados al sistema de AFP que han sido forzados a traspasarle la propiedad de los mismos a cambio de una renta vitalicia.
Pero muy especialmente dependen la esperanza de vida. En su caso, sin embargo, ésta se transforma en desesperanza puesto que mientras más aumenta menor resulta su pensión. Y para efectos de estos cálculos parece aumentar a cada rato y termina siendo mucho más elevada que la del promedio de la población.
El Estado argentino viene pagando jubilaciones bastante decentes a casi todos los mayores a lo largo de un siglo. A veces resultan mejores, otras peores, pero nunca ha dejado de pagarlas. Como bien ha dicho la Presidenta Cristina Fernández, las empresas privadas nacen y mueren mientras los Estados permanecen.
En este punto, el Sr. Orueta con todos sus sombreros puestos debe explicarle a los chilenos porqué ING Groep, su casa matriz, ha visto derrumbado el valor de sus acciones en un 51% en las últimas semanas. Porqué tres días antes de sus bombásticas declaraciones el gobierno holandés se vio obligado a inyectarle 10.000 millones de Euros en capital y en los hechos nacionalizarla parcialmente.
Debe explicar porqué sus colegas aseguradores en AIG, Metlife y Principal - que en conjunto con ING y otras aseguradoras "expropiaron" los fondos previsionales de más de un cuarto de millón de chilenos pensionados vitalicios- , entre otros, han quebrado y han sido nacionalizadas por los Estados respectivos, o están a punto de hacerlo.
Los chilenos sabemos de estos asuntos. Hace pocos años un grupo delincuencial se apropió de unas AFP y una compañía de seguros a las que arrastró en su caída inevitable. La aseguradora se llamaba Le Mans, seguramente en alusión a la velocidad con que sus ejecutivos se arrancaron con los fondos robados a sus pensionistas vitalicios. Estos últimos lo perdieron todo y desde entonces deben sobrevivir a penas con la magra pensión mínima estatal.
No nos vengan ahora con cuentos
El fin de las AFJP
El proyecto del gobierno de la Presidenta Cristina Fernández ha eliminado las AFJP. Si el congreso - donde el PJ tiene mayoría y ya han anunciado su posible apoyo los socialistas y radicales - aprueba el proyecto, se reimplantará un único sistema previsional a cargo del Estado. Los afiliados y los fondos van a ser transferidos al sistema público. El traspaso será voluntario en el caso de los ahorros voluntarios y depósitos convenidos. Los años cotizados en la AFJP serán sumados a los efectuados en el sistema público.
Las jubilaciones se calcularán según la fórmula vigente en este último, que asegura una tasa mínima de reemplazo de 66% o mayor al grueso de los jubilados. En el caso de las personas con retiro programado de las AFJP, se les garantizará de por vida el mejor beneficio que hayan obtenido el 2008 y se revisará cada dos años según la fórmula aprobada recientemente por el parlamento para quienes se cambiaron voluntariamente de sistema.
Las rentas vitalicias seguirán cobrándose a través de las compañías de seguros puesto que se trata de contratos irrevocables.
Para administrar los fondos se crea una comisión bicameral con participación de trabajadores y empresarios para cautelar que sean bien administrados. A las AFJP que lo demanden se les va a reconocer como máximo su capital social, pagadero en bonos del Estado.
En otras palabras, el gobierno Argentino se ha hecho cargo de la administración los fondos para evitar que sigan dilapidando en la ruleta de los mercados financieros y a cambio ha garantizado a los cotizantes una pensión vitalicia definida, de por vida, y de un monto muy decente en relación al salario que ganan en la actualidad.
En el caso de los chilenos que quieren obtener una renta vitalicia, igualmente tienen que traspasar la propiedad de la totalidad de sus fondos, pero a una compañía de seguros. Con la diferencia que éstas le otorgan una pensión incierta - depende de cuanto haya subido o bajado el fondo y la tasa de interés en la bolsa y en cuanto se estime la esperanza de vida - y que resulta muy inferior, especialmente en el caso de las mujeres.
Aparte de ello, las aseguradoras privadas a las cuales los chilenos con pensión vitalicia traspasaron sus fondos están todas en falencia en la actualidad. AIG la mayor del mundo debió ser intervenida por el gobierno de los EEUU hace pocas semanas, ING, la que es además propietaria de la AFP Capital, tuvo que ser nacionalizada parcialmente hace dos días por el gobierno holandés. Metlife y Principal otras dos de las que se quedaron con los fondos de decenas de miles de pensionados chilenos, están al borde de la quiebra y en ambos casos han perdido más de un 75% de su valor bursátil en pocas semanas.
El gobierno de la Presidenta Fernández ha demostrado nuevamente la decisión que caracterizó al gobierno del Presidente Kirchner de intervenir en forma decidida mercados que se encontraban completamente paralizados, desbocados y distorsionados. Así sacaron a Argentina de la crisis del 2001.
Así han cortado ahora el nudo gordiano de las AFJP. Terminaron con ellas y restablecieron un sistema previsional público de reparto cuyas características son similares a las que operan desde hace mas de un siglo en los principales países del mundo y proporcionan a sus ciudadanos pensiones definidas, de por vida y dignas. A pesar que en muchos casos se trata de poblaciones mucho más maduras que la argentina o chilena, que son bastante jóvenes.
La Presidenta Kirchner ha dicho además que se trataba de un sistema abusivo, expoliador. Tiene razón. Los resultados de la privatización de la previsión chilena avalan claramente esa opinión. Desde 1981 las AFP han venido descontando el 13% de los salarios a todos los trabajadores chilenos. Según la información disponible en la SAFP, hasta el 2006, dichas cotizaciones sumaban 27,3 billones de pesos de este último año. En el mismo período, las AFP y las compañías de seguros, generalmente relacionadas con ellas, se habían embolsado comisiones y primas netas de beneficios pagados, por un total de 9,3 billones de pesos.
Los administradores del sistema se han quedado con uno de cada tres pesos cotizados. Los otros dos pesos se los traspasaron en su mayor parte a unos pocos grupos económicos en Chile - sólo 12 grupos, entre ellos los dueños de las AFP, tienen en su poder la mitad de las inversiones en el país -, y el resto lo apostaron a inversiones en renta variable en el extranjero. Hoy día, unos y otros los están perdiendo a manos llenas. Ya hay una cuarta parte que no van a devolver nunca, y en el caso del fondo B y A entre un tercio y un 40%. Y van a seguir perdiendo.
Esto no puede continuar. En lo inmediato, es imperioso que el gobierno investigue cuales son las pérdidas reales y proceda de inmediato al repliegue ordenado de los fondos a inversiones seguras en el país. Es lo que las AFP y el gobierno deberían haber hecho al iniciarse la crisis.
Cualquier persona sensata sabía que ésta era de proporciones gigantescas y que durante un tiempo largo los mercados financieros iban a estar completamente desquiciados. CENDA se los advirtió en sucesivas cartas y presentaciones desde hace un año atrás.
Cualquier padre de familia hubiese puesto esos fondos a buen recaudo. No lo hicieron, por mucho que ahora lo afirme el Ministro de Hacienda. Falta a la verdad cuando dice que las personas próximas a jubilar están protegidas: solo 7 mil afiliados mayores de 55 años tienen sus fondos a buen recaudo en el fondo E. Representan el 1% de ese tramo de edad, mientras todo el resto lo tienen en fondos que han sufrido pérdidas cuantiosas, incluyendo 73 mil mayores de 55 años que han perdido entre un tercio y un 40% de los mismos en los fondos A y B, y 246 mil que han perdido más de un 20% de los mismos en el fondo C.
Al revés, eliminaron regulaciones, permitieron que las AFP hicieran lo apostaran y perdieran en buena medida. No los protegieron colectivamente y al mismo tiempo les recomendaron no cambiarse de fondo individualmente, mientras ellos mismos si cambiaban los suyos al buen recaudo del E. Por esta conducta irresponsable han perdido parte significativa de los ahorros de millones de chilenos. Resulta inevitable que en Chile se llegue muy pronto a conclusiones similares a las que llevaron a terminar con las AFJP argentinas.
La crisis impone un golpe la sensatez. La idea de entregar las pensiones de millones de trabajadores exclusivamente a la capitalización individual fue siempre fue una locura concebida por un fanático, implementada a la fuerza por una dictadura, y aprovechada por un pequeño grupo de grandes conglomerados financieros que profitaron a manos llenas durante treinta años.
Mientras tanto, ya el Estado ha debido hacerse cargo del 60% de menores ingresos que no iba a recibir de este sistema pensión alguna. Ahora deberá evitar pérdidas mayores en los fondos que quedan, pero especialmente proponerse reconstruir el sistema público de reparto que garantice a todos pensiones definidas, de por vida, dignas y al menos equivalentes a las que todavía otorga el INP a sus afiliados.
La economía chilena sin duda sobrevivirá la crisis. Las AFP no. Es un desafío pendiente y hay que abordarlo cuanto antes. Cuando se logre millones de chilenos agradecerán a Cristina.
Reflexiones finales
El impacto de la crisis en curso sobre los fondos de pensiones AFP ha sido muy fuerte. En pocos meses han perdido más de siete años de cotizaciones. Lo más probable es que antes que pase la crisis, los fondos de pensiones vean esfumarse gran parte de las ganancias de años recientes, o peor. Lo ocurrido está poniendo a prueba el esquema de diferentes fondos con diversos tipos de riesgo.
A diferencia de lo afirmado por la SP; lo menos que se puede decir es que no está saliendo bien parado de la misma. En efecto, el resultado del esquema vigente es que sólo una ínfima minoría de los ahorrantes más informados, que generalmente son de mayores ingresos, ha logrado ponerse a salvo del vendaval, mientras la abrumadora mayoría ha perdido una pate significativa de sus fondos sin posibilidad de hacer nada. La desinformación de la industri y las autoridades ha colaborado en ello.
Sin embargo, mas allá de los efectos puntuales de la crisis sobre tal cual tipo de fondo, lo que está sucediendo debe llamar la atención acerca de la conveniencia de mantener la totalidad de las pensiones de millones de chilenas y chilenos a merced de las veleidades cíclicas del ámbito más inestable y fluctuante de la economía como son los mercados financieros. No parece razonable ni equitativo que mientras algunos pueden tener la suerte de jubilar en condiciones muy favorables de mercado, otros en cambio pueden tener la desgracia de hacerlo cuando aquellos se encuentran sumidos en la crisis o la depresión.
Menos equitativo todavía resulta el hecho que mientras los afiliados pueden perder cada día las cotizaciones de un mes y en dos semanas las de dos años como ocurrió durante agosto del 2007 y luego de nuevo en enero y nuevamente en septiembre del 2008.
Peor aún, en el medio de la crisis han subido sustancialmente las comisiones que cobran a sus afiliados, y han impuesto una comisión de 1% del fondo administrado a quienes mantienen fondos en la denominada cuenta 2.Aún más escandaloso resulta el hecho aquella parte que no ha ido a parar a los bolsillos de las AFP y compañías de seguros, además de todos los intereses ganados, se encuentran en manos de un grupo reducido de grandes grupos económicos que han recibido estos dineros en forma de capital o préstamos.
Baste recordar que la mitad de los fondos invertidos en Chile se encuentran en manos de doce conglomerados, entre ellos los propietarios de las AFP. La mitad de lo invertido en el extranjero se encuentra en solo ocho fondos de inversión, todos los cuales e encuentran en estos momentos con una inmensa incógnita respecto del valor de los activos financieros en los cuales han invertido.
Ese ha sido el destino de los fondos, puesto que muy pocos han ido a pagar pensiones. En Chile éstas se financian con fondos públicos, incluidas las que pagan las AFP que se financian con bonos de reconocimiento en su mayor parte . Los grandes grupos financieros han hecho y deshecho con los dineros de los afiliados a lo largo de todos estos años, obteniendo inmensas comisiones y utilidades.
Ahora, en cambio, dichas inversiones se están esfumando ante la impasividad de las autoridades y la impotencia de los ahorrante en medio de las turbulencias de la crisis. Desde luego, no cuentan con seguro alguno que proteja a los ahorrantes.
En el caso de las pensiones vitalicias, a lo más pueden aspirar a una pensión mínima estatal si la compañía de seguros que se apropia de sus fondos entra en falencia, como ocurrió antes con le Mans en Chile y ahora con AIG, Metlife y Principal en los EEUU, e ING en Holanda.
De este modo, las pensiones basadas en la capitalización dejan de depender del esfuerzo de ahorro de los afiliados a lo largo de sus vidas, para quedar en cambio a merced de las incertidumbre de fuerzas lejanas y misteriosas sobre las cuales los afiliados no tienen control alguno. Especialmente si dependen de ellos de modo exclusivo como ocurre en el extremista e ideologizado sistema chileno de AFP, el único en el mundo de tales características.
Muy diferente es la lógica de los sistemas de reparto. Dichos sistemas dependen para pagar las pensiones del flujo más seguro y establemente creciente de la economía: las contribuciones mensuales de los asalariados a la seguridad social.
Dicho flujo en Chile era en 1981 suficiente para pagar todas las pensiones y sobraba todavía un tercio, como ha demostrado un reciente estudio de la UC.
Por otra parte, ha venido creciendo todos los años - incluso durante las recesiones y crisis - a razón de 6,5% anual en promedio desde 1990 al 2006, mientras el número de adultos mayores aumentaba a razón de 3% por año.
Por cierto, tan atractivo flujo se lo han embolsado en Chile en buena parte las AFP y Cías. de seguros, y casi todo el resto los grandes conglomerados que han recibido las inversiones. Mientras tanto, a los afiliados se los ha dejado a merced de las veleidades de los mercados financieros .
El capitalismo ciertamente va a superar esta crisis, como lo ha hecho en las treinta y tantas que le precedieron desde 1825. Lo que no va a superar la crisis son las AFP. Quedará al desnudo la locura que la pura capitalización individual pueda proveer de por vida pensiones definidas, dignas y no discriminatorias, a millones de trabajadoras y trabajadores chilenos.
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