La recomendación de la SP es clara para cualquiera que vea el gráfico: de acuerdo a lo indicado por el supervisor estatal "la ganancia o pérdida mensual podría situarse en un rango" tal que el fondo A presenta mucho mayor esperanza de ganancia y el riesgo parece razonable. El cálculo de estos "expertos en administración de riesgo" es cuidadoso y refleja de manera precisa y con un 95% de confianza el rango de variación que puede esperar un afiliado de cada uno de los fondos... ¡si estos se comportasen siempre del modo que lo han venido haciendo desde Octubre del 2002 y hasta julio del 2008!
Como se muestra en el gráfico que sigue que se actualiza diariamente, ha sido bien diferente el comportamiento real de los diferentes fondos durante los últimos meses, y probablemente lo seguirá siendo todavía por un buen tiempo más.
En efecto, una persona con un saldo promedio de $9.000.000 al inicio de la crisis y los ha mantenido en el fondo A, si bien en un momento logró un pequeña ganancia, ha terminado perdiendo casi $4.000.000. Por el contrario, quién ha mantenido sus fondos en el modesto fondo E, si bien en un momento presento una pequeña pérdida, ha terminado ganando cerca de $300.000.
¡Bien diferente a la predicción de los expertos! ¿Como es posible que un error de apreciación de esta magnitud sea cometido por la institución responsable de informar a millones de afiliados acerca del modo que ellos supuestamente decidan libremente donde colocar sus fondos?
Tipos de cambio:
¿Corrección completa?
El desinfle del burbujazo emergente tiene dos componentes: las bolsas y las monedas de esos países, ambos infladas por los inmensos flujos de capital especulativo que recibieron en los últimos cinco años, y en proceso de desinfle espectacular desde hace pocas semanas.
Como se aprecia en el gráfico de las bolsas mundiales medidas en Euro - que componen ambos factores -, los emergentes vienen "pillando" rápidamente a los desarrollados en su caída, aunque todavía les falta caer un 25% adicional, o algo así, para alcanzarlos. Ello muy probablemente ocurrirá en el curso de los próximos días mediante una continuada caída tanto de las bolsas como de los tipos de cambio de los emergentes (ver nota anterior "Corre que te pillo").
Sin embargo, el análisis de los tipos de cambio muestra que aparentemente las monedas emergentes ya corrigieron su sobre revualuación y se ubican en este momento sobre la línea de tendencia de largo plazo - que de todos modos apunta hacia una sostenida depreciación relativa del dólar.
Sin embargo, lo más probable es que, como ocurre generalmente, "se pasen de largo" durante un tiempo.
John Authers del Financial Times concuerda con este punto de vista "Al igual que tras las caídas bursátiles, la mirada posterior muestra claramente que hubo una sobrevaluación tipo burbuja, en este caso de todas las monedas comparadas con el dólar y el yen. una vez que suficientes fuerzas se intersectaron, el crash fue súbito pero decisivo"
En su comentario del 23 de octubre, Authers estima que "Valor razonable es un concepto elusivo. Sin embargo, algunas de las monedas emergentes, largamente sobrevaluadas, parecen haber alcanzado ahora un valor razonable." Menciona como ejemplos el Real brasileño y el Peso mexicano, que han caído ambos un 40% en pocos días respecto del dólar, y respecto del Won coreano dice que probablemente está ahora subvaluado.
"Sin embargo - agrega Authers - las caídas se han agravado por compras desesperadas de dólares de empresas locales que han perdido severamente en derivados de tipo de cambio. Un problema adicional es el súbito incremento en el costo de endeudarse. Argentina y Ucrania deben pagar ahora 25% por encima de los bonos del tesoro estadounidense, y Brasil y Rusia un 6%. Ello entraña un severo peligro de quiebras empresariales y cesación de pagos de países."
¡Corre que te pillo!
El burbujazo que afectó a las bolsas y tipos de cambio emergentes a lo largo de los últimos cinco años se continúa desinflando espectacularmente. Ello queda en evidencia en el gráfico que sigue, actualizado al viernes 24 de octubre y con base 100 en octubre del 2003, cerca del fondo de la crisis de las "punto.com."
Las bolsas de los países desarrollados medidas en Euro (línea naranja), que alcanzaron un máximo de 147 a mediados de julio del 2007, siguen cayendo y van en 84, es decir, 15% menos que hace cinco años.
Los emergentes medidos en Euro (línea gris), que llegaron a subir hasta alcanzar 271 el 31 de octubre del 2007, continúan su desplome y llegaron a 110 el viernes 24 de octubre. Cayeron 14% en la semana.
Chile, que subió mucho menos alcanzando "sólo" 216 el día de brujas del 2007, se encuentra ahora en 127.
Al paso que vamos, no sería de extrañar que en curso de los próximos días, todos los emergentes, incluyendo a los BRIC y Chile, alcancen a los desarrollados en su caída.
El burbujazo
Se ha puesto en evidencia en los últimos días la gigantesca burbuja especulativa que ha afectado a los países emergentes en el curso de los últimos años. La primera evidencia por cierto fue la "superburbuja" que afectó al petróleo, materias primas y alimentos.
Sin embargo, la "superburbuja" ha quedado chica al lado del burbujazo que apreció a las bolsas de valores y monedas de los países emergentes a lo largo del último ciclo iniciado el 2000 y que se muestra en el gráfico anterior.
Las monedas de todos los países emergentes muestran un derrumbe similar en los últimas semanas, por lo cual claramente no se trata de un fenómeno interno a a sus economías, sino se origina en la gran huida de los inversionistas, los que retiran recursos para pagar sus propias deudas, y asimismo hacia la seguridad de los bonos el Tesoro estadounidense.
Un análisis similar entre los máximo del Dow Jones en 1929 y el 2000 arroja asimismo niveles de ganancia del orden del 1% anual real, y un estudio presentado antes por el mismo Authers acerca de los bonos y acciones británicas confirma estas conclusiones, mostrando que en el largo plazo apenas igualaron el alza del costo de la vida.
Todo ello muestra hasta que punto la ilusión del interés compuesto, que hace suponer que para hacerse millonario basta con mantener dineros en la bolsa durante largo tiempo, y que los operadores financieros tienen la varita mágica capaz de crear riqueza del aire, no es sino otra de las utopías que la actual crisis viene a derrumbar.
Ojalá que esto restablezca la sensatez en las autoridades y legisladores y al menos se reforme el sistema de AFP para volver al viejo y probado sistema de reparto, que ha sido capaz de pagar pensiones muy decentes a lo largo de un siglo a poblaciones mucho más maduras que la chilena.
Los fondos de cobertura hasta el momento se hayan un 75% por encima de su nivel el 2000, mientras las acciones se encuentran un 25% por debajo de ese nivel. Como se ha mencionado, ambos índices están expresados en este caso en términos nominales. Al deflactarlos por inflación los rendimientos son mucho menores
¿A que se puede atribuir el que los fondos de cobertura no hayan caído al reventarse la burbuja de los "punto com"?
¿Se puede atribuir a la habilidad de sus operadores y los modelos matemáticos en que se basan algunos?
Según Authers, existe una explicación mucho más plausible, y que son las tasas de interés de créditos a las cuales tienen acceso estos fondos de modo mucho más fluido que los fondos convencionales que invierten en acciones.
Cuando las tasas se normalizan, el comportamiento de los hedge funds resulta muy parecido a las acciones
Authers profundiza en la materia. Constata que "aparte de ser pequeños, ágiles y en algunos casos hábiles," los fondos de cobertura tenían tres ventajas sobre los vehículos de inversión tradicionales: a) pueden "vender corto," es decir, hacer ganancias cuando los mercados caen, b) pueden pedir prestado, con lo cual aprovechan ventajas mínimas al repetir la operación varias veces con dinero prestado y, c) pueden limitar los retiros de sus inversionistas, con lo cual ganan tiempo.
Según Authers, las crecientes dificultades que han venido encontrado en el curso de los últimos meses - vienen perdiendo fuerte desde julio del 2008 - radican especialmente en el hecho de que dependían muy fuertemente del crédito barato.
En el curso de los últimos meses los activos que controlan han disminuido en 210.000 millones de dólares, y los inversionistas en fondos de cobertura han retirado 43.000 millones de dólares en depósitos ¡sólo en septiembre del 2008! .
Las utopías de la magia financiera si que terminan de verdad. En el largo plazo los rendimientos de las bolsas corregidos por inflación no resultan muy diferentes al crecimiento promedio del producto interno bruto (PIB).
Mal podría ser de otra manera, por lo demás, puesto que el dinero no nace del aire. La información más reciente al respecto de la bolsa más antigua del mundo, la de Londres, resulta impresionante puesto que muestra resultados aún peores. A mediados de febrero del 2008 se publicó la última edición - lleva 53 años consecutivos - del "Barclays Equity Gilt Study," un estudio de acciones y bonos.
El Financial Times (19/2/2008) resume así sus conclusiones: "A lo largo de la historia, el gran enemigo de los inversionistas ha sido la inflación. Las acciones han hecho poco más que ofrecer un seguro contra ella. Entre 1899 y 1985 el retorno real de las acciones del Reino Unido (RU) comparado con los precios a consumidor del RU, fue negativo. A menudo las acciones no lograron mantener el ritmo de la inflación. Al 2007, el retorno real de las acciones del RU desde 1899 fue de 109 por ciento, todo lo cual fue logrado de hecho en los últimos veinte años. En el mismo período los bonos perdieron el 99,3 por ciento de su poder adquisitivo real."
Todo el mundo sabe que los árboles crecen pero nunca alcanzan el cielo.
Rendimientos bursátiles como los de años recientes no se van a repetir hacia el futuro. Muy por el contrario, lo que están indicando los insostenible promedios de los años anteriores, es que continúe la actual corrección hasta alcanzar una baja significativa.
Ésta es la convicción que expresan los principales analistas y medios financieros mundiales, aunque nadie descarta la posibilidad de varios enviones alcistas, como usualmente ocurre durante de las caídas.
Se hunden aseguradoras
El miércoles 8 de octubre las bolsas cerraron con una nueva sorpresa: La gigantesca aseguradora MetLife se hundió un -26,8% por informaciones acerca de su exposición a las ya caídas AIG, Lehman, Washington Mutual y Fannie Mae. La siguieron en su caída otras aseguradoras como Allstate (-21,3%), Principal Financial (-19,8%) y XL (-27,7%).
El 9 de octubre MetLife cayó otro 7% y en doce meses acumulaba una baja de 60%. Principal cayó otro 27% el 9 y acumulaba a ese día un derrumbe de -75,59% en doce meses (FT 9/10/2008).
El tema de las aseguradoras es crucial para el sistema de pensiones chileno que obliga al afiliado que desea contratar una renta vitalicia a traspasar la totalidad de su fondo de pensiones a la propiedad de la aseguradora.
Según la Superintendencia de pensiones a al 31 de julio del este año, 375.396 personas habían contratado rentas vitalicias por esta modalidad, de las cuales 214.042 son pensiones anticipadas, 64.675 vejez edad y 54.071 viudez, entre otras. Todas ellas han entregado de este modo todos sus fondos de pensiones a estas empresas a cambio de la promesa de las mismas de pagarles una pensión definida hasta su muerte.
Hoy se enteran que las aseguradoras han apostado y perdido sus fondos en la especulación financiera y ya ha quebrado la mayor de ellas, AIG, que en Chile es propietaria de Interamericana, mientras las otras entran ahora en graves dificultades.
No hay ningún tipo de garantía para estos efectos, excepto que el Estado les mantiene una pensión mínima.
Hace unos años quebró en Chile la aseguradora Le Mans y todos los que habían contratado con ella sus pensiones vitalicias sencillamente perdieron todo, quedando reducidas sus pensiones al mínimo estatal que actualmente es de 150 dólares por mes.
Metlife es la principal aseguradora de rentas vitalicias en Chile y Principal la quinta más importante.
Ladrones
El Sr. Orueta está indignado. "Es un robo del Estado - dice - con la estatización se van a apropiar de los ahorros de los argentinos"
Es importante saber que sombrero trae puesto el Sr. Orueta. ¿Habla en su calidad de gerente general de AFP ING Capital en Chile? ¿Como ejecutivo del grupo ING, propietario de Orígenes AFJP en Argentina? ¿Como ejecutivo de ING Chile S.A., propietario de Isapres (ex-Cruz Blanca, ex-Aetna), AFP Capital (ex-Santa María y ex-Bansander AFP) y Créditos Hipotecarios? ¿O habla en su calidad de ejecutivo del grupo que es dueño de ING Seguros de Vida?
En su calidad de gerente de AFP Capital debe explicar que ha hecho con los fondos a su cargo, y porqué los mismos han perdido -27,2% desde los inicios de la crisis el 25 de julio del 2007 y hasta el 20 de octubre del 2008. Eso significa medio punto más que el promedio del sistema, que en el mismo período ha perdido -26,44%. Muy especialmente debe explicaciones a los afiliados de Capital que hicieron caso a sus reiteradas recomendaciones de no trasladar sus fondos al buen recaudo del fondo E y los mantuvieron en al fondo A. A ellos debe explicarles quien les ha expropiado un -40,31%, de los mismos en este período. Y a los del fondo B debe decirles a que se debe la expropiación del -30,92% de los suyos.
Lo que menos se comprende es que califique de robo el que el Estado argentino haya asumido el control de los fondos de pensiones - a la luz de su continuado deterioro - a cambio de ofrecer a los afiliados una renta vitalicia definida y por toda la vida, equivalente en la mayor parte de los casos a más del 66% de las rentas de los últimos diez años de vida activa, y sin discriminación en contra de las mujeres.
Con el mismo criterio, robo sería lo que hace ING Seguros de Vida - la primera del mercado según su sitio web - que según información de la industria (ver nota anterior) habría "expropiado" íntegramente los fondos de pensiones a 38.104 chilenas y chilenos afiliados al sistema de AFP que han sido forzados a traspasarle la propiedad de los mismos a cambio de una renta vitalicia.
Con varias diferencias importantes. La primera es que los montos de las pensiones vitalicias ofrecidas por ING a cambio de los fondos "expropiados" no alcanzan ni de lejos 66% de las rentas activas de los afiliados, sino muchísimo menores.
La segunda es que a diferencia de los pensionados argentinos que conocen con precisión cuanto van a recibir en función de sus últimas remuneraciones y el número de años cotizados, los "expropiados" por ING Seguros de Vida nunca lo saben sino hasta el último momento. Dependen de obscuros y volátiles parámetros como las tasas de interés y bolsas de comercio internacionales, los que suben y bajan a la suerte de la olla.
Pero muy especialmente dependen la esperanza de vida. En su caso, sin embargo, ésta se transforma en desesperanza puesto que mientras más aumenta menor resulta su pensión. Y para efectos de estos cálculos parece aumentar a cada rato y termina siendo mucho más elevada que la del promedio de la población.
A consecuencia de ello, la diferencia más importante es que las rentas vitalicias que obtendrán los pensionados argentinos son iguales para los hombres y las mujeres. Para efectos de su cálculo, al igual que en las pensiones del modesto INP chileno, el sexo no es una pregunta relevante. Sólo se verifica si se ha alcanzado la edad de jubilar - que en el caso de las mujeres en inferior -, a cuanto alcanzaron sus últimas remuneraciones y cuantos años de contribuciones ha enterado. Nada más.
En el caso de los "expropiados" por ING Seguros de Vida, en cambio, si el afiliado es mujer está fregada. Y peor si tiene la mala idea de jubilar a la edad que la ley le reconoce como derecho. Su "esperanza de vida al jubilar" resulta no sólo desesperanzada sino más bien letal. A consecuencia de ello, sus pensiones resultan a lo menos un tercio inferiores a las de los hombres con igual fondo "expropiado" y asimismo en la edad legal de jubilar. Esto es lo principal, puesto que ellas constituyen las dos terceras partes de los jubilados, a lo menos.
El Estado argentino viene pagando jubilaciones bastante decentes a casi todos los mayores a lo largo de un siglo. A veces resultan mejores, otras peores, pero nunca ha dejado de pagarlas. Como bien ha dicho la Presidenta Cristina Fernández, las empresas privadas nacen y mueren mientras los Estados permanecen.
En este punto, el Sr. Orueta con todos sus sombreros puestos debe explicarle a los chilenos porqué ING Groep, su casa matriz, ha visto derrumbado el valor de sus acciones en un 51% en las últimas semanas. Porqué tres días antes de sus bombásticas declaraciones el gobierno holandés se vio obligado a inyectarle 10.000 millones de Euros en capital y en los hechos nacionalizarla parcialmente.
Debe explicar porqué jugó a la ruleta de hipotecas basuras y otros instrumentos exóticos, y perdió, los fondos confiados por cientos de miles de asegurados de todo el mundo, incluidos 38.104 pensionistas vitalicios chilenos provenientes del sistema de AFP.
Debe explicar porqué sus colegas aseguradores en AIG, Metlife y Principal - que en conjunto con ING y otras aseguradoras "expropiaron" los fondos previsionales de más de un cuarto de millón de chilenos pensionados vitalicios- , entre otros, han quebrado y han sido nacionalizadas por los Estados respectivos, o están a punto de hacerlo.
Los chilenos sabemos de estos asuntos. Hace pocos años un grupo delincuencial se apropió de unas AFP y una compañía de seguros a las que arrastró en su caída inevitable. La aseguradora se llamaba Le Mans, seguramente en alusión a la velocidad con que sus ejecutivos se arrancaron con los fondos robados a sus pensionistas vitalicios. Estos últimos lo perdieron todo y desde entonces deben sobrevivir a penas con la magra pensión mínima estatal.
No nos vengan ahora con cuentos
El fin de las AFJP
El proyecto del gobierno de la Presidenta Cristina Fernández ha eliminado las AFJP. Si el congreso - donde el PJ tiene mayoría y ya han anunciado su posible apoyo los socialistas y radicales - aprueba el proyecto, se reimplantará un único sistema previsional a cargo del Estado. Los afiliados y los fondos van a ser transferidos al sistema público. El traspaso será voluntario en el caso de los ahorros voluntarios y depósitos convenidos. Los años cotizados en la AFJP serán sumados a los efectuados en el sistema público.
Las jubilaciones se calcularán según la fórmula vigente en este último, que asegura una tasa mínima de reemplazo de 66% o mayor al grueso de los jubilados. En el caso de las personas con retiro programado de las AFJP, se les garantizará de por vida el mejor beneficio que hayan obtenido el 2008 y se revisará cada dos años según la fórmula aprobada recientemente por el parlamento para quienes se cambiaron voluntariamente de sistema.
Las rentas vitalicias seguirán cobrándose a través de las compañías de seguros puesto que se trata de contratos irrevocables.
Para administrar los fondos se crea una comisión bicameral con participación de trabajadores y empresarios para cautelar que sean bien administrados. A las AFJP que lo demanden se les va a reconocer como máximo su capital social, pagadero en bonos del Estado.
En otras palabras, el gobierno Argentino se ha hecho cargo de la administración los fondos para evitar que sigan dilapidando en la ruleta de los mercados financieros y a cambio ha garantizado a los cotizantes una pensión vitalicia definida, de por vida, y de un monto muy decente en relación al salario que ganan en la actualidad.
En el caso de los chilenos que quieren obtener una renta vitalicia, igualmente tienen que traspasar la propiedad de la totalidad de sus fondos, pero a una compañía de seguros. Con la diferencia que éstas le otorgan una pensión incierta - depende de cuanto haya subido o bajado el fondo y la tasa de interés en la bolsa y en cuanto se estime la esperanza de vida - y que resulta muy inferior, especialmente en el caso de las mujeres.
Aparte de ello, las aseguradoras privadas a las cuales los chilenos con pensión vitalicia traspasaron sus fondos están todas en falencia en la actualidad. AIG la mayor del mundo debió ser intervenida por el gobierno de los EEUU hace pocas semanas, ING, la que es además propietaria de la AFP Capital, tuvo que ser nacionalizada parcialmente hace dos días por el gobierno holandés. Metlife y Principal otras dos de las que se quedaron con los fondos de decenas de miles de pensionados chilenos, están al borde de la quiebra y en ambos casos han perdido más de un 75% de su valor bursátil en pocas semanas.
El gobierno de la Presidenta Fernández ha demostrado nuevamente la decisión que caracterizó al gobierno del Presidente Kirchner de intervenir en forma decidida mercados que se encontraban completamente paralizados, desbocados y distorsionados. Así sacaron a Argentina de la crisis del 2001.
Así han cortado ahora el nudo gordiano de las AFJP. Terminaron con ellas y restablecieron un sistema previsional público de reparto cuyas características son similares a las que operan desde hace mas de un siglo en los principales países del mundo y proporcionan a sus ciudadanos pensiones definidas, de por vida y dignas. A pesar que en muchos casos se trata de poblaciones mucho más maduras que la argentina o chilena, que son bastante jóvenes.
La Presidenta Kirchner ha dicho además que se trataba de un sistema abusivo, expoliador. Tiene razón. Los resultados de la privatización de la previsión chilena avalan claramente esa opinión. Desde 1981 las AFP han venido descontando el 13% de los salarios a todos los trabajadores chilenos. Según la información disponible en la SAFP, hasta el 2006, dichas cotizaciones sumaban 27,3 billones de pesos de este último año. En el mismo período, las AFP y las compañías de seguros, generalmente relacionadas con ellas, se habían embolsado comisiones y primas netas de beneficios pagados, por un total de 9,3 billones de pesos.
Los administradores del sistema se han quedado con uno de cada tres pesos cotizados. Los otros dos pesos se los traspasaron en su mayor parte a unos pocos grupos económicos en Chile - sólo 12 grupos, entre ellos los dueños de las AFP, tienen en su poder la mitad de las inversiones en el país -, y el resto lo apostaron a inversiones en renta variable en el extranjero. Hoy día, unos y otros los están perdiendo a manos llenas. Ya hay una cuarta parte que no van a devolver nunca, y en el caso del fondo B y A entre un tercio y un 40%. Y van a seguir perdiendo.
Esto no puede continuar. En lo inmediato, es imperioso que el gobierno investigue cuales son las pérdidas reales y proceda de inmediato al repliegue ordenado de los fondos a inversiones seguras en el país. Es lo que las AFP y el gobierno deberían haber hecho al iniciarse la crisis.
Cualquier persona sensata sabía que ésta era de proporciones gigantescas y que durante un tiempo largo los mercados financieros iban a estar completamente desquiciados. CENDA se los advirtió en sucesivas cartas y presentaciones desde hace un año atrás.
Cualquier padre de familia hubiese puesto esos fondos a buen recaudo. No lo hicieron, por mucho que ahora lo afirme el Ministro de Hacienda. Falta a la verdad cuando dice que las personas próximas a jubilar están protegidas: solo 7 mil afiliados mayores de 55 años tienen sus fondos a buen recaudo en el fondo E. Representan el 1% de ese tramo de edad, mientras todo el resto lo tienen en fondos que han sufrido pérdidas cuantiosas, incluyendo 73 mil mayores de 55 años que han perdido entre un tercio y un 40% de los mismos en los fondos A y B, y 246 mil que han perdido más de un 20% de los mismos en el fondo C.
Al revés, eliminaron regulaciones, permitieron que las AFP hicieran lo apostaran y perdieran en buena medida. No los protegieron colectivamente y al mismo tiempo les recomendaron no cambiarse de fondo individualmente, mientras ellos mismos si cambiaban los suyos al buen recaudo del E. Por esta conducta irresponsable han perdido parte significativa de los ahorros de millones de chilenos. Resulta inevitable que en Chile se llegue muy pronto a conclusiones similares a las que llevaron a terminar con las AFJP argentinas.
La crisis impone un golpe la sensatez. La idea de entregar las pensiones de millones de trabajadores exclusivamente a la capitalización individual fue siempre fue una locura concebida por un fanático, implementada a la fuerza por una dictadura, y aprovechada por un pequeño grupo de grandes conglomerados financieros que profitaron a manos llenas durante treinta años.
Mientras tanto, ya el Estado ha debido hacerse cargo del 60% de menores ingresos que no iba a recibir de este sistema pensión alguna. Ahora deberá evitar pérdidas mayores en los fondos que quedan, pero especialmente proponerse reconstruir el sistema público de reparto que garantice a todos pensiones definidas, de por vida, dignas y al menos equivalentes a las que todavía otorga el INP a sus afiliados.
La economía chilena sin duda sobrevivirá la crisis. Las AFP no. Es un desafío pendiente y hay que abordarlo cuanto antes. Cuando se logre millones de chilenos agradecerán a Cristina.
Reflexiones finales
El impacto de la crisis en curso sobre los fondos de pensiones AFP ha sido muy fuerte. En pocos meses han perdido más de siete años de cotizaciones. Lo más probable es que antes que pase la crisis, los fondos de pensiones vean esfumarse gran parte de las ganancias de años recientes, o peor. Lo ocurrido está poniendo a prueba el esquema de diferentes fondos con diversos tipos de riesgo.
A diferencia de lo afirmado por la SP; lo menos que se puede decir es que no está saliendo bien parado de la misma. En efecto, el resultado del esquema vigente es que sólo una ínfima minoría de los ahorrantes más informados, que generalmente son de mayores ingresos, ha logrado ponerse a salvo del vendaval, mientras la abrumadora mayoría ha perdido una pate significativa de sus fondos sin posibilidad de hacer nada. La desinformación de la industri y las autoridades ha colaborado en ello.
Sin embargo, mas allá de los efectos puntuales de la crisis sobre tal cual tipo de fondo, lo que está sucediendo debe llamar la atención acerca de la conveniencia de mantener la totalidad de las pensiones de millones de chilenas y chilenos a merced de las veleidades cíclicas del ámbito más inestable y fluctuante de la economía como son los mercados financieros. No parece razonable ni equitativo que mientras algunos pueden tener la suerte de jubilar en condiciones muy favorables de mercado, otros en cambio pueden tener la desgracia de hacerlo cuando aquellos se encuentran sumidos en la crisis o la depresión.
Menos equitativo todavía resulta el hecho que mientras los afiliados pueden perder cada día las cotizaciones de un mes y en dos semanas las de dos años como ocurrió durante agosto del 2007 y luego de nuevo en enero y nuevamente en septiembre del 2008.
Peor aún, en el medio de la crisis han subido sustancialmente las comisiones que cobran a sus afiliados, y han impuesto una comisión de 1% del fondo administrado a quienes mantienen fondos en la denominada cuenta 2.Aún más escandaloso resulta el hecho aquella parte que no ha ido a parar a los bolsillos de las AFP y compañías de seguros, además de todos los intereses ganados, se encuentran en manos de un grupo reducido de grandes grupos económicos que han recibido estos dineros en forma de capital o préstamos.
Baste recordar que la mitad de los fondos invertidos en Chile se encuentran en manos de doce conglomerados, entre ellos los propietarios de las AFP. La mitad de lo invertido en el extranjero se encuentra en solo ocho fondos de inversión, todos los cuales e encuentran en estos momentos con una inmensa incógnita respecto del valor de los activos financieros en los cuales han invertido.
Ese ha sido el destino de los fondos, puesto que muy pocos han ido a pagar pensiones. En Chile éstas se financian con fondos públicos, incluidas las que pagan las AFP que se financian con bonos de reconocimiento en su mayor parte . Los grandes grupos financieros han hecho y deshecho con los dineros de los afiliados a lo largo de todos estos años, obteniendo inmensas comisiones y utilidades.
Ahora, en cambio, dichas inversiones se están esfumando ante la impasividad de las autoridades y la impotencia de los ahorrante en medio de las turbulencias de la crisis. Desde luego, no cuentan con seguro alguno que proteja a los ahorrantes.
En el caso de las pensiones vitalicias, a lo más pueden aspirar a una pensión mínima estatal si la compañía de seguros que se apropia de sus fondos entra en falencia, como ocurrió antes con le Mans en Chile y ahora con AIG, Metlife y Principal en los EEUU, e ING en Holanda.
De este modo, las pensiones basadas en la capitalización dejan de depender del esfuerzo de ahorro de los afiliados a lo largo de sus vidas, para quedar en cambio a merced de las incertidumbre de fuerzas lejanas y misteriosas sobre las cuales los afiliados no tienen control alguno. Especialmente si dependen de ellos de modo exclusivo como ocurre en el extremista e ideologizado sistema chileno de AFP, el único en el mundo de tales características.
Muy diferente es la lógica de los sistemas de reparto. Dichos sistemas dependen para pagar las pensiones del flujo más seguro y establemente creciente de la economía: las contribuciones mensuales de los asalariados a la seguridad social.
Dicho flujo en Chile era en 1981 suficiente para pagar todas las pensiones y sobraba todavía un tercio, como ha demostrado un reciente estudio de la UC.
Por otra parte, ha venido creciendo todos los años - incluso durante las recesiones y crisis - a razón de 6,5% anual en promedio desde 1990 al 2006, mientras el número de adultos mayores aumentaba a razón de 3% por año.
Por cierto, tan atractivo flujo se lo han embolsado en Chile en buena parte las AFP y Cías. de seguros, y casi todo el resto los grandes conglomerados que han recibido las inversiones. Mientras tanto, a los afiliados se los ha dejado a merced de las veleidades de los mercados financieros .
El capitalismo ciertamente va a superar esta crisis, como lo ha hecho en las treinta y tantas que le precedieron desde 1825. Lo que no va a superar la crisis son las AFP. Quedará al desnudo la locura que la pura capitalización individual pueda proveer de por vida pensiones definidas, dignas y no discriminatorias, a millones de trabajadoras y trabajadores chilenos.