lunes, 21 de septiembre de 2015

Comisión Bravo: rechazo a la realidad y renuncia a la justicia social


Según el informe comentado, un 66% de los encuestados considera que “las bajas pensiones son responsabilidad de las AFP”.
El 60% está muy en desacuerdo...
En la página 77 del informe oficial de la denominada Comisión Bravo entregado el 14 de septiembre a la Presidenta Bachelet se dice: “La Encuesta de Opinión encargada por la Comisión muestra una imagen negativa de las AFP en la mayor parte de la población, un 72% de las personas considera que 'solo un cambio total al sistema de AFP ayudaría a mejorar las pensiones'”. 

Otra fuente, muy citada, la reciente encuesta del CEP, nos muestra que el 76% de los encuestados considera a las pensiones como lo que más les disgusta. Las encuestas del CERC también muestran un rechazo enorme a las AFP, las que sólo tienen algo más de prestigio que los partidos políticos, pero, a diferencia de ellos, tienen el control de la economía chilena, de buena parte de los medios de comunicación y una influencia política.

Los Fondos de Pensiones que tan mal administran las seis AFP para los afiliados y que usan tan bien para ellos, son equivalentes al 70% del PIB de Chile. Con ellos lucran, compran influencia política y ejercen de censores de los medios de comunicación. 
Invito a cualquier periodista serio a desmentir el hecho de que la TV chilena y medios de comunicación tradicional, NO pueden emitir programas críticos a las AFP por las presiones que hacen los avisadores que abusan de nuestro dinero.
Según el informe comentado, un 66% de los encuestados considera que “las bajas pensiones son responsabilidad de las AFP”. El 60% está muy en desacuerdo con la expresión ‘Me da tranquilidad que las AFP administren los ahorros de pensión’. Además, según la pregunta de confianza, son la cuarta institución en la que menos se confía después de los partidos políticos, el Congreso y las Isapres”.

Adicionalmente, el informe reconoce que “un 79% de las personas que emitieron opinión está de acuerdo con crear una AFP estatal y un 69% se cambiaría a ella si existiera. Al mismo tiempo, un 29% cree que el Estado a través de impuestos generales debe ser el responsable de las pensiones, un 24% cree que el esfuerzo individual debe primar”.

Reconocer el fracaso para hacer cambios profundos es más urgente si tenemos presente los datos que esta misma Comisión Presidencial entrega. El informe señala: “Así, por ejemplo, mientras en 2010 en Chile había casi 5 personas en edad activa (15 a 59 años) por cada persona de 60 años o más, esta relación bajará a 1,8 en el año 2050. Esta tendencia, unida al permanente aumento en la esperanza de vida al nacer –que actualmente se encuentra en 81,6 años para las mujeres y 76,5 años para hombres–, ha hecho de Chile un país que envejece aceleradamente”. 

Según datos de INE, entre 1990 y 2015 la población de 60 años y más, aumentó de 9% a un 14,9% de la población total y se espera que para el año 2050 dicha proporción se duplique, pasando a un 29,5% de la población. En un lapso de 35 años se pasará de un total de 2,7 millones de personas de 60 años y más a un número de 6,3 millones. 
Esta tendencia, unida al permanente aumento en la esperanza de vida al nacer –que actualmente se encuentra en 81,6 años para las mujeres y 76,5 años para hombres–, ha hecho de Chile un país que envejece aceleradamente.

El sistema de AFP genera viejos pobres y, sin embargo, la comisión no pudo encontrar propuestas adecuadas y termina entregando tres opciones. Las posiciones fueron denominadas propuestas globales A, B y C, respectivamente y, en términos resumidos, postulan lo siguiente:

La propuesta global A, según sus partidarios, fortalece el pilar solidario, financiado por el Estado, mejorando el pilar contributivo y la igualdad de género, a costa de los afiliados. Fue apoyada por 12 comisionados: Orazio Attanasio, Nicholas Barr, David Bravo, Martín Costabal, Carlos Díaz, Costas Meghir, Olivia Mitchell, Carmelo Mesa-Lago, Ricardo Paredes, José Luis Ruiz, Jorge Tarziján y Sergio Urzúa.

La propuesta B busca incrementar la legitimidad del sistema y responder a los principios de la seguridad social mediante la creación de un componente de seguro social, basado en la solidaridad entre afiliados y entre generaciones. 11 comisionados la apoyaron: Cecilia Albala, Fabio Bertranou, Hugo Cifuentes, Regina Clark, Christian Larraín, Verónica Montecinos, Joakim Palme, Marcela Ríos, Claudia Robles, Claudia Sanhueza y Andras Uthoff.

La propuesta C busca reformar el sistema hacia uno de reparto puro. Solo contó con el respaldo de la comisionada Leokadia Oreziak.

Hay un concepto clave en el informe que demuestra que este sigue la misma visión doctrinaria de José Piñera, el mismo que consideraba a la Seguridad Social el “Ogro estatal amenazante” y por ello, inspirado en su concepción liberal, considera a estas actividades dentro de lo que el propio Informe denomina en la página 68 la “Industria previsional”: “La lógica con la que se creó el sistema de gestión privada de pensiones chileno descansa en que los mecanismos de mercado sean los encargados de definir la oferta óptima de servicios de las AFP, las que, guiadas por las elecciones de los afiliados, van compitiendo en diversas variables tales como precios y rentabilidad esperada” … “la competencia entre las AFP debería fomentar altas rentabilidades en los fondos y bajas comisiones, en directo beneficio para los resultados de pensiones”.

Pero ello no ha funcionado, la industria es especulativa, oligopólica, poco confiable y nefasta para dar pensiones según lo que prometieron. Hicieron campaña diciendo que darían el 70% de la última remuneración cuando la realidad no supera el 30% de ella. 

Y eso que, según dicen ellos, la rentabilidad histórica de los fondos muestra una rentabilidad superior a aquella que se esperaba cuando se diseñó el sistema previsional (4%). Sin perjuicio de ello, la rentabilidad efectivamente percibida por los individuos, aunque importante, está por debajo de lo que tradicionalmente se ha publicitado como rentabilidad bruta de los fondos.

El informe dice: “La rentabilidad real bruta (sin descuento de comisiones) anual promedio de los fondos de pensiones entre los años 1981 y 2013 ha sido de 8,6%, la que es históricamente alta en comparación a los rendimientos que se esperaban cuando se diseñó el sistema.

Entre el año 1981 y 2009 muestran importantes diferencias entre la TIR con y sin comisiones. La TIR real para mujeres es de 3.0% incluyendo comisiones y 5.4% sin hacerlo. En el caso de los hombres los valores son 3.1% sin comisiones y 5.4%, incluyéndolas".

La Comisión reconoce propaganda engañosa de las AFP y no le parece relevante. No se alarma al constatar que las AFP obtienen rentabilidades que quintuplican las que obtienen los afiliados. Tampoco dicen nada respecto al escándalo de llevarse el 40% de estos recursos al exterior en vez de usarlos para dinamizar el desarrollo de las regiones y mejorar la calidad de vida de los chilenos.

Competencia y Comisiones

Los expertos reconocen que en los años de mayor competencia en la industria (1991-1997), con más de 20 administradoras operando en el sistema, más del 50% del total de activos fue administrado por solo 3 AFP. Incluso los tres procesos de licitación realizados a la fecha, han permitido bajar la comisión cobrada solo para los nuevos afiliados a 0,47% del ingreso imponible. 
Se tiene entonces que, del total de afiliados, el porcentaje que se ha beneficiado por la baja en las comisiones de las dos AFP ganadoras del proceso de licitación es de 20% a diciembre de 2014.

De este modo, el nivel de traspasos de afiliados antiguos a la AFP más barata no ha sido masivo. En otras palabras, un 80% de los afiliados sigue pagando comisiones iguales o superiores al 1,27%, y la comisión promedio cobrada por las AFP es de un 1,14%.

Luego de 34 años la Comisión constata, de acuerdo a la Encuesta de Opinión encargada por la Comisión, que únicamente un 13% de los hombres y un 7% de las mujeres dicen saber cuánto cobra su AFP por comisión.

También la Comisión Bravo concluye que hay falta de información para los afiliados, después de 34 años del sistema de AFP. También reconoce que las pensiones son malas, pero en vez de proponer cambios fundamentales, aprueba por mayoría pedirle al Estado que las siga subsidiando, que se obligue a los trabajadores a que les den más ingresos, que jubilen más viejos y que ahorren extra porque las pensiones solo aumentarán en un porcentaje mínimo y a largo plazo si se aplican sus recetas.

Esto es un abuso, una falta de respeto con las personas, un desconocimiento de la realidad y una renuncia vergonzosa a respetar un derecho humano y social, como lo reconoce el propio informe.

Síntesis de las propuestas

De las 58 propuestas hechas, 17 son para que las AFP ganen más y adquieran más poder. Tres cuidan que las comisiones no se afecten por el divorcio de los afiliados, cinco propuestas les generan algunos costos que los compensan con creces con las ventajas que ya tienen y las demás son para que el Estado responda a las necesidades de los chilenos que las AFP no resuelven. Mencionemos algunas de ellas.

Favorables a las AFPs:

Propuesta 6: Mantener la obligatoriedad de cotización para los trabajadores independientes, adecuando su gradualidad;

Propuesta 9: Establecer una nueva cotización previsional de cargo del empleador del 4%, sobre la cual cobrarán comisiones, por supuesto.

Propuesta 12: Establecer una norma que ponga un límite máximo a la parte no imponible de la remuneración. No se podrá considerar no imponible más de un 5% de la remuneración mensual. Eso significa un monto mayor para cobrar comisiones.

Propuesta 13: Elevar el límite máximo de las cotizaciones desde el actual tope, 73,2 UF, a 109,8 UF. El afiliado recibirá menos dinero líquido e incrementará el monto de la comisión que paga a la AFP en una suma cercana a 1UF mensual.

Propuesta 16: Extender el período de cotización obligatorio hasta la edad de retiro efectiva del mercado laboral, en caso de que esta sea posterior a los 60 años las mujeres y los 65 años en los hombres. Esta idea apunta a la eliminación de la opción que hoy existe para no cotizar entre el periodo entre la edad legal de jubilación y la edad efectiva de pensión. Esto hará disminuir las remuneraciones líquidas e incrementará de un modo ínfimo las pensiones y, sin sorpresas, les obligará a pagar más años las comisiones.

Propuestas 18 y 19: Equiparar la edad de retiro entre hombres y mujeres y revisarlas cada cierto número de años. Se haría en forma gradual, 10 años, a partir de generaciones nacidas después del año 1970. No mejorará los montos, ya que según la OCDE y la propia Comisión, las mujeres están jubilando a los 70 años y los hombres a los 69, por las malas pensiones.

Propuesta 20: Incorporar un incentivo para quienes posterguen su edad de retiro entre los beneficiarios del Sistema de Pensiones Solidarias, pagado por el Estado naturalmente.

Propuesta 21: Establecer un subsidio al empleo de personas mayores, equivalentes al actual Subsidio al Empleo Juvenil. Este subsidio, financiado por todos los chilenos, sería de un monto de hasta el 30% de la remuneración imponible del trabajador, 20% directamente al trabajador y 10% a la empresa. Más ingresos por comisiones para las AFP.

Propuesta 22: Establecer como un objetivo de la política laboral la inserción laboral de calidad de las personas mayores, desarrollando instrumentos especializados para este grupo etario. Subsidios estatales, por supuesto.

Propuesta 36: Instaurar una compensación previsional para personas cuidadoras de familiares, siempre que certifiquen estar en esa condición, por ejemplo, asociados al Programa de Atención Domiciliaria de Adultos Mayores. Por supuesto, pagada por el Estado y administrada por las AFP.

Propuesta 56: Aumentar la sobrecotización de trabajos pesados y semipesados de cargo del afiliado y del empleador. Otra manera de aumentar los ingresos por comisiones.

La Comisión reconoce propaganda engañosa de las AFP y no le parece relevante. No se alarma al constatar que las AFP obtienen rentabilidades que quintuplican las que obtienen los afiliados. 

Tampoco dicen nada respecto al escándalo de llevarse el 40% de estos recursos al exterior en vez de usarlos para dinamizar el desarrollo de las regiones y mejorar la calidad de vida de los chilenos.

Más poder para las AFP

Propuesta 23: “Dejar las decisiones relevantes en materia de régimen de inversiones en el Consejo Técnico de Inversiones, para lo cual se requiere el fortalecimiento de sus atribuciones”. Esta entidad está integrada por un miembro designado por el Presidente de la República, un miembro designado por el Consejo del Banco Central de Chile, un miembro designado por las AFP y dos miembros designados por los Decanos de las Facultades de Economía o de Economía y Administración de las Universidades que se encuentren acreditadas. Es decir, el liberalismo empresarial académico al poder.

Propuesta 24: Permitir que una mayor proporción de inversión se realice en activos alternativos y fondos de inversión.

Propuesta 25: Desarrollar instrumentos nuevos de inversión nacional productiva, especialmente aquellos que puedan beneficiar a la mediana y pequeña empresas. Con ello, esperan, ampliarán su influencia hacia la mediana y pequeña empresas, sumada a la que ya ejercen en más de 300 grandes empresas.

Propuesta 41: Fortalecer y ampliar el ámbito de atribuciones del Consejo Consultivo Previsional. Más poder a los privados.

Propuesta 44: Convertir a la Superintendencia de Pensiones en una Comisión de Pensiones y Seguros. Esta Comisión sería independiente del Gobierno de turno, y ojalá disponer de un mayor financiamiento. Si examinamos las cuestionadas acciones de la funcionaria a cargo de esa entidad, que pretendiendo usar una autonomía que no tenía, ha colaborado a dañar al Estado en más de 410 millones de dólares con las AFP Cuprum y Provida, NO podemos aceptar esta pretensión tan burda.

Que el divorcio no afecte al negocio

Hay un gran divorcio entre los chilenos y la tecnocracia encargada de examinar estos temas. Pero las AFP no quieren separase de sus ganancias.

Propuesta 34: Establecer que la partición de los fondos de pensiones en caso de divorcio, al ser considerada por parte de un juez, sea en partes iguales.

Propuesta 35: Establecer fondos previsionales compartidos. Se propone que el 50% de las cotizaciones previsionales obligatorias se depositen en la cuenta individual del cónyuge o pareja en relación de convivencia. Las parejas separadas, pero las comisiones están a salvo.

Lo que puede afectar su poder

Propuesta 29: Extender la actual licitación que incluye solo a los nuevos afiliados a una fracción de los antiguos afiliados, con un mecanismo por definir. Las dos más grandes, Provida y Cuprum, no han bajado nada sus comisiones y ellas controlan el 70% de los afiliados.

Propuesta 30: Establecer que las comisiones de intermediación de las inversiones sean enteramente asumidas por las AFP y no por los afiliados/as.

Propuesta 31: Crear una AFP estatal que compita con las mismas reglas que el resto de las AFP, conforme a la propuesta legislativa existente en el Congreso.

Propuesta 32: Permitir la entrada de entidades sin fines de lucro, pero con giro único, a la industria de administración de fondos de pensiones.

Propuesta 42: Revisar la constitución, atribuciones, funciones, sostenibilidad e integración de la actual Comisión de Usuarios, creada por el Art. 43 de la Ley 20.255. Se propone evaluar la constitución de comisiones de usuarios a nivel de cada región.

La actual Comisión ha sido tan inoperante que hemos debido crear ACUSA AFP para que nos defienda. ¿Qué hace en ella un representante de las AFP? Ejercer influencia indebida.

Propuesta 46: Establecer que las AFP deban mantener programas de educación previsional, sin contenidos comerciales. La inversión que cada administradora deberá hacer anualmente en estos programas será de un mínimo de 33 UF por cada mil afiliados(as). Esto representa, un monto de $8.085 millones por año. Hasta ahora habían usado el Fondo de Educación Previsional para financiar campañas entre los independientes. Increíble pero cierto.

Propuesta 53: Revisar las actuales tablas de mortalidad, ajustándolas a las expectativas de vida publicadas por el INE. Hoy manejan el tema y por ello calculan expectativas de vida que favorecen la permanencia de los Fondos en las AFP y disminuyen el monto de las Pensiones.

Recordemos un ejemplo, publicado por La Segunda: una señora de 80 años concurrió para cobrar el Bono por Hijo. El Estado lo pagó al contado a la AFP, a ella se lo pagarían en 120 cuotas. Y si vivía para esa fecha, lo recalcularían, hasta los 108 años. De seguros de longevidad, nada.

Finalmente, la Propuesta 58 reconoce que se sale del mandato entregado y escriben: “La Comisión estima que las FFAA, Carabineros, PDI, Gendarmería y asimilados, deberían tener en general, igual trato de incorporación y cotizaciones que el resto de los trabajadores, debiendo atenerse a las características específicas de su ocupación”

Es muy fácil recomendar lo que se sabe no ocurrirá. Las Fuerzas Armadas deben seguir en el sistema de reparto, sin duda, incrementando el aporte de sus miembros, para que haya igualdad constitucional y permitiendo que los chilenos que opten por ello puedan participar en un Sistema Público de Reparto, como existe en casi todos los países del mundo.

En conclusión, las propuestas que se hacen por la mínima mayoría, se dirigen principalmente a mantener un sistema tan abrumadoramente rechazado y fracasado buscando subsidios del Estado para tapar sus defectos, sin solucionar los temas de fondo. La propuesta C no considera los factores jurídicos y políticos nacionales e internacionales que lleva aparejada su alternativa. 

La propuesta B, por el contrario, permite avanzar hacia un régimen de Seguridad Social que crea una base común para todos regida por los principios de la OIT y un segundo piso basado en las empresas actualmente existentes. Por ello es esencial que los dirigentes políticos escuchen a los ciudadanos y rechacen las opciones de la mayoría de los funcionarios de las AFP y de la tecnocracia liberal.

Informe de “Comisión Bravo” genera descontento

NOTICIA: Los temas que generaron mayor controversia se vinculan al aumento en la edad de jubilación para mujeres y la ausencia del sistema de reparto en las propuestas del grupo asesor.
Los representantes de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y de la Central Autónoma de Trabajadores (CAT) se manifestaron insatisfechos con las indicaciones emanadas desde la Comisión Asesora Presidencial sobre el Sistema de Pensiones, ayer martes 15 de septiembre. El principal defecto reside en la continuidad del sistema de capitalización individual, según afirmaron los dirigentes y Fundación Sol.
“Las indicaciones de la Comisión Bravo son insuficientes. Nos parece que el sistema de AFP no ha dado respuesta al tema de las pensiones y, además, tiene un problema de legitimidad de origen: fue impuesto a los chilenos en una época de dictadura”, señaló Nolberto Díaz, Vicepresidente de la CUT.
Karina Narbona, investigadora de Fundación Sol, también criticó la permanencia del sistema ideado por José Piñera. “Finalmente se terminó afianzando el modelo vigente, que tiene como columna vertebral el sistema de capitalización individual de las AFP y un apéndice, que sería el aporte desde el Estado. En este informe se afirma esa estructura, entonces, es una victoria para las AFP”.
Por su parte, Óscar Olivos, presidente de la CAT, manifestó que su organización respalda un sistema mixto, “en el cual la imposición de cada trabajador debiera ser un 20%, esto es, el 10% lo pone el trabajador, 5% lo pone el empleador y otro 5% lo pone el Estado. La administración sería a través de un organismo del Estado, con acción tripartita, donde estén empresarios, trabajadores y gobierno; y sin fines de lucro”.
La evaluación preliminar de Alejandra Candia, Directora del Programa Social de Libertad y Desarrollo (LyD), se detiene en el rechazo al sistema de reparto, por parte de la Comisión. “Nosotros valoramos que 24 de los 25 comisionados hayan desechado la idea sobre el sistema de reparto”, comentó.
¿Y el sistema de reparto?
Este punto genera distintas posturas por parte de los entrevistados. La CUT se manifestó a favor, pero bajo otras circunstancias del modelo económico.
“Lo que pasa es que todas las empresas estratégicas, incluida la telefónica, fueron privatizadas en dictadura, por tanto, el sistema de reparto no es viable en el modelo económico actual, pero la pregunta que uno debe hacerse es ¿por qué el resto de los países de la OCDE no ha adscrito al modelo de capitalización individual y mantienen, en su mayoría, un sistema de reparto solidario controlado por el Estado?”, apuntó Nolberto Díaz.
Desde Fundación Sol sostuvieron que un sistema de reparto tendría costos inferiores para el Estado: “Actualmente, de las jubilaciones que provienen de las AFP y de la compañía de seguros, de cada 100 pesos que se pagan en estas opciones, 56 son aportados por el Estado para subsidiar el sistema”, destacó Karina Narbona.
La antropóloga social comentó sobre un modelo desarrollado por Fundación Sol, que simula un sistema de reparto de aquí al 2065. “El modelo que proponemos recoge algo que existe en Chile y se conoce muy poco: un Fondo de Reserva estatal para las pensiones, que está ahí, se está acumulando y que, en el fondo, está en el caso de que falte plata. Ese fondo de reserva es 0,5% del PIB, actualmente. Nosotros proponemos seguir acumulándolo y, hacia 2035, cuando sea necesario, se puede utilizar”, agregó.
En este punto, el dirigente de la CAT descartó de plano la migración a un sistema de reparto solidario. “Nosotros entendemos que el sistema de reparto, que existía antiguamente, es absolutamente inviable, porque la cantidad de años que vive la gente hoy es mayor a la de 40 o 50 años atrás. Además, la cantidad que se cotiza para el fondo de pensiones es muy baja, un 10%, y antes era un 28%”.
Desde el centro de estudios Libertad y Desarrollo (LyD), vinculado a la UDI, también se mostraron en desacuerdo con la idea de migrar a un sistema de reparto, aduciendo condiciones demográficas.
“Estamos envejeciendo incluso más rápido que el resto del mundo, porque tenemos tasas de fertilidad muy bajas y, además, una esperanza de vida que crece. O sea, cada vez habrán menos jóvenes en relación a los adultos mayores y eso hace que, cuando estamos en un sistema donde las cotizaciones se pagan con las del momento (de las personas jóvenes), hace que cada vez sea necesario mayor aporte o mayor tasa de cotización”, sostuvo Alejandra Candia.
Sobre la equiparación en la edad de jubilación
No fue del agrado de las organizaciones la propuesta de la Comisión sobre igualar las edades de jubilación de hombres y mujeres en 65 años. Para los entrevistados, el problema de las jubilaciones bajas no pasa por este tema.
“La solución no es aumentar la edad de jubilación. Creemos que se puede discutir el tema, pero en un sistema de reparto justo y no en un sistema en donde te obligan a trabajar más, pero con malas pensiones”, señaló el vicepresidente de la CUT.
Por su parte, Karina Narbona apuntó sobre la situación de las mujeres en el mercado laboral. “El sistema castiga doblemente a las mujeres, porque dentro de su trayectoria laboral, sufren discriminación salarial. Por otro lado, tienen que jubilar antes y estirar sus fondos de jubilación. La solución no es aumentar su edad de jubilación, sino que va por la línea de generar un sistema que tenga como verdadero objetivo entregar pensiones y no la capitalización bursátil como el actual sistema de AFP”.
En LyD la medida fue aplaudida, “nosotros lo compartimos absolutamente. Las mujeres tenemos, en promedio, mayores períodos de lagunas previsionales. Tenemos barreras en el mercado laboral, que hacen que haya más mujeres inactivas, desempleadas y sin contrato formal. Esto hace que el monto ahorrado sea menor y con ese monto tenemos que financiar un mayor número de años, porque las mujeres viven más que los hombres”, declaró Candia.
Aspectos positivos
Desde Fundación Sol valoraron establecer una nueva cotización previsional de cargo al empleador. “Si es que hay algo que se puede destacar es el hecho de que, finalmente, se está integrando una cotización del empleador, pero reconozcamos que la realidad chilena es única a nivel comparado. En todos los sistemas, y así lo establecen los principios de la OIT sobre seguridad social, el empleador tiene que aportar. Entonces, esto es recién ponerse al día con lo mínimo”, señaló Narbona.
Por su parte, el dirigente de la CUT celebró que las Fuerzas Armadas, Carabineros, PDI y Gendarmería pasen a cotizar en un sistema de capitalización individual. “Valoramos que se pida que las FFAA tengan el mismo sistema que tenemos todos los chilenos. O todos los chilenos nos acoplamos al sistema de ellos o, al revés, las Fuerzas Armadas no pueden tener privilegios sobre los demás chilenos, y tendrían que tener el sistema de capitalización individual”.
Alejandra Candia de LyD está de acuerdo, parcialmente, con la propuesta del aumento en el ahorro, a través de un incremento en la tasa de cotización, pero aclaró que “no tenemos idea sobre qué efectos tendrían estas propuestas sobre una potencial informalidad en el mercado laboral”.

jueves, 3 de septiembre de 2015

Más plata para las AFP

Más plata para las AFP: devolución de impuestos de trabajadores a honorarios irá a los bolsillos de las aseguradoras

Por Equipo Cambio21:
No es suficiente con que "voluntariamente" deban todos los trabajadores contratados imponer parte de sus sueldos en las aseguradoras de pensiones. Desde el próximo año, será el turno de los trabajadores a honorarios. La devolución de sus impuestos será destinada a pagar la previsión.
La realidad dice que siempre podríamos estar peor. Por más que nos esforcemos por luchar denodadamente contra el destino, siempre el poderoso impone sus designios por sobre la voluntad de la mayoría. En este caso, el Gobierno y el sistema de Previsión Social o las AFP.

Por lejos las AFP debe ser la institución más despreciada y vituperada por la sociedad chilena. Ideadas en 1980, con el beneplácito de la dictadura por José Piñera, hermano de Sebastián, cuya finalidad debería ser la de entregar la pensiones dignas a los afiliados a las instituciones privadas de previsión. La situación se ha vuelto catastrófica y a la fecha los reclamos ciudadanos por un cambio en el sistema son sumamente potentes.

Otra de las AFP

Desde el próximo año se cumplirá uno de los objetivos de los dueños de las distintas AFP, a saber, que la gran mayoría de los chilenos estén en sus garras. Desde el próximo año los trabajadores a honorarios verán cómo el Servicio de Impuestos Internos descontará de cada una de las devoluciones de impuestos el porcentaje que se adeude de la Salud y de la Previsión.

La situación hasta el año 2015 era eludible vía una sencilla gestión en la página de Impuestos Internos, pero desde el año 2016 la instancia será inevitable. No habrá vuelta atrás y el plan maestro tendrá un paso más en su consecución. Y las quejas ciudadanas de un mejor sistema de previsión se mantienen postergadas porque el dinero recaudado es mucho y permite financiar las principales empresas del país. Todas privadas por cierto.

En qué consiste esta nueva estrategia

Partió el año 2012 con la obligación de realizar cotizaciones previsionales para pensiones, seguro de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, con la posibilidad de eximirse anualmente de dicha obligación por las rentas de honorarios recibidas hasta el año 2014, pudiendo eximirse hasta el año en curso. Pero, a partir de enero 2015, la obligación de cotizar no admitirá excepción y todos los trabajadores a honorarios deberán cotizar para pensiones y accidentes del trabajo. En el caso de cotizaciones para salud la obligación rige a contar del año 2018.

Los obligados a cotizar, indica Impuestos Internos, son: todas aquellas personas que perciban honorarios por actividades independientes; quienes perciban rentas por boletas de honorarios; quienes perciban rentas por boletas de prestación de servicios de terceros y quienes perciban rentas por participaciones de sociedad de profesionales.

La obligación tiene algunas excepciones. Los que no están obligados a cotizar son: quienes estén afiliados a Instituciones del Sistema antiguo de Previsión: Capredena, Dipreca e IPS. Se excluye a mujeres que tengan 50 años o más y hombres que tengan 55 años o más, al 1 de enero de 2012. Se excluyen los pensionados por vejez, vejez anticipada o invalidez total. Quienes hayan cotizado mensualmente como dependiente por el límite máximo imponible mensual, 72,3 UF, aproximadamente $1.780.000.quienes tengan honorarios anuales inferiores a $281.250, que es la renta imponible anual menor al ingreso mínimo mensual, $ 225.000 actualmente.

Entremedio de esta realidad, para solidificar la idea de que el negocio de las AFP va en pleno ascenso para los dueños de las aseguradoras, esta semana se confirmó una noticia que viene a nuevamente desestabilizar la realidad de las AFP.

La Superintendencia de Pensiones aprobó este martes la fusión entre Acquisition y Provida, ambas AFP del grupo Metlife, con lo que deja el camino libre para que el grupo estadounidense declare un goodwill (buena fe) tributario por cerca de US$ 288 millones. La situación es beneficiosa por todos lados para las empresas aseguradoras. Se desprende por qué es tan difícil cambiar el sistema actual.

Una realidad poco alentadora

Ricardo Hormazábal lleva una lucha de larga data contra el sistema de las AFP. Al ser consultado sobre esta situación indicó. "Hacer ingresar a los independientes a un sistema fracasado, caro y malo no tiene nada de justo".

"La estafa es por todos lados, por donde se mire. Es bueno que la gente esté cubierta por un sistema previsional. Pero en Chile la realidad que consta es que no existe sistema previsional sino que hay un negocio llamado AFP, y que de acuerdo a las estadísticas entrega pensiones menores al 30% de la última remuneración del trabajador" argumenta Hormazábal.

"Si consideramos la mejor de las soluciones, es que habría que pedirle al Gobierno que postergue esta medida hasta que se solucione la realidad de las AFP", explicó el exparlamentario.

Para Hans Caro, experto de RSM Chile Auditores, la situación del año 2016 puede ser entendida como algo beneficioso. "Los contribuyentes accederán a su información previsional detallada, con las entidades que la han informado y los montos asociados que han servido de base", expresó.

Esto apunta a que el Estado se exima de dar tantas pensiones solidarias y de potenciar el ahorro voluntario. "Se generará una mayor cantidad de ahorro en ambos sistemas, AFP e Isapre, formalizando la prestación de beneficios previsionales a todos los trabajadores, evitando distinciones", explicó.

"Existirá un beneficio que radica en que estarán más trabajadores que en forma regular tendrán cobertura de pensiones y salud, gracias a su propio ahorro, ya que anteriormente y al no estar obligados, generaban que el Sistema Público debía prestarles dichas asistencias", detalló el experto.

Para el subsecretario de Previsión Social, Marcos Barraza, "el elemento central es que la cotización obligatoria es un componente sustantivo en materia de pensiones, eso lo queremos resguardar", aseveró.

"En la iniciativa hemos trabajado en conjunto con los ministerios de Hacienda y Trabajo y Previsión Social, siendo el objetivo principal el suavizar el efecto de la normativa, evitando una brusca disminución de los ingresos de los trabajadores independientes", explicó.

miércoles, 2 de septiembre de 2015

AFP La falta de legitimidad del sistema




Lo que no abordó la Comisión Bravo: la falta de legitimidad del sistema de AFP
Resulta tan decepcionante que la discusión sobre la legitimidad pública del sistema de pensiones haya sido olvidada. 
En la medida que la ciudadanía no esté informada, no sea consciente de los costos y beneficios de las distintas opciones, ni participe del debate que construya el nuevo sistema de pensiones, difícilmente las propuestas emanadas serán exitosas. 
Y mientras el problema de las bajas pensiones persista, la tensión social continuará creciendo hasta explotar con una magnitud impredecible. Lamentablemente, se ha vuelto a aplazar la entrega del informe de la Comisión Asesora Presidencial sobre el Sistema de Pensiones (comisión Bravo), el cual debería aportar luces sobre cómo mejorar el bajísimo nivel de las pensiones en Chile.
 Sin embargo, hay un fuerte trascendido: por 12 votos contra 11, se estaría imponiendo la opción de “perfeccionar” (profundizar) el sistema privado de pensiones, en desmedro de otra que incorporaría mecanismos de solidaridad para financiar las pensiones de los jubilados.

Si los trascendidos son ciertos, sería lamentable que la mayoría de los comisionados que insisten con el sistema actual continúen ignorando un tema fundamental para el funcionamiento de todo esquema previsional: la falta de legitimidad que tiene el sistema de AFP a ojos de la ciudadanía.
Algunos pensarán que la legitimidad llegará sola, una vez que se entreguen buenas pensiones. Para otros, este tema no es más que una cuestión estética, de interés solo para izquierdistas sobreideologizados que reniegan del actual sistema de AFP simplemente porque fue instaurado durante una dictadura.
Lo cierto es que se equivocan. En la medida que las propuestas impliquen costos para la sociedad (aumentar la tasa de cotización o la edad de jubilación), o mantengan/profundicen el accionar de las AFP o compañías de seguros, si la ciudadanía no entiende estos cambios o no los apoya producto de una “sensación de estafa”, estos no tendrán los resultados pronosticados. Ejemplos actuales que muestran cómo la falta de legitimidad puede afectar el funcionamiento del sistema de pensiones son la demanda de los trabajadores a honorarios del Estado por la no obligatoriedad de cotizar en una AFP, al considerarlas un robo institucionalizado, o prácticas bastante cotidianas, como la evasión del pago de la cotización o el cotizar por un sueldo menor al efectivo, para disponer de más recursos en el presente, en vez de entregárselos a una AFP.
Así, mientras las personas consideren que sus cotizaciones sólo se reflejarán en utilidades para las AFP en vez de mejores pensiones para el futuro, harán lo posible para evitar caer en el marco de los cambios que pretendan profundizar un sistema en el cual desconfían.
 Algunos pensarán que la legitimidad llegará sola, una vez que se entreguen buenas pensiones. Para otros, este tema no es más que una cuestión estética, de interés solo para izquierdistas sobreideologizados que reniegan del actual sistema de AFP simplemente porque fue instaurado durante una dictadura. Lo cierto es que se equivocan.
Pero ¿hay argumentos para pensar que la ciudadanía realmente puede tener una opinión tan negativa del sistema de AFP? Las cifras, entregadas por la Superintendencia de Pensiones y la Caja de Previsión de la Defensa Nacional, hablan por sí solas:
  • Según una reciente encuesta de la misma Comisión Asesora sobre el Sistema de Pensiones, un 72% de los chilenos mayores de 18 años piensa que solo un cambio total al sistema de AFP ayudaría a mejorar las pensiones.
  • A junio de 2015, 9 de cada 10 pensionados por la modalidad de retiro programado (que es la que ofrecen las AFP) tenían una pensión menor o igual a 149.896 pesos. Si se consideran todas las modalidades de pensión, la pensión promedio en febrero de 2015 apenas llegaba a los 216.000 pesos. Esto contrasta con el hecho de que, entre enero y marzo de este año, las ganancias de todas las AFP llegaban a los 168 mil millones de pesos. Esto es más de 6 veces la meta de la Teletón 2014, y en solo 3 meses de operación.
  • Los principales favorecidos con el sistema de AFP son los grandes grupos económicos de nuestro país. Los Luksic, Angelini, Matte, Cueto, Paulmann y Solari, entre otros, reciben más del 20% de las inversiones de los fondos de pensiones de los trabajadores chilenos.
  • Pese a que el nuevo sistema de pensiones fue instaurado en la dictadura militar, tanto militares como carabineros permanecen en un sistema distinto al de AFP (de reparto), recibiendo pensiones equivalentes al 100% de su último sueldo, mucho mayores que las de los civiles. En abril de 2015, la pensión promedio de los jubilados de FF.AA. era de 821.743 pesos, mientras que para los civiles apenas de 216.000 pesos. Todo es aún peor si se considera que los miembros de las FF.AA. obtienen estos beneficios con 30 años de servicio (a los 50 años de edad), mientras que los civiles se ven obligados a trabajar hasta los 60 o 65 años, según sean mujeres u hombres.
  • El sistema vigente discrimina fuertemente a la mujer por vivir más. De hecho, si una mujer ahorra durante su vida lo mismo que un hombre, igualmente recibirá una pensión menor. A junio de 2015, la pensión promedio de vejez para las mujeres bajo la modalidad de retiro programado era sólo de 97.683 pesos, mientras que para los hombres era de 152.146 pesos.
Así, la legitimidad no es sólo una cuestión estética: tiene rostro, cifras y fundamentos.
Por eso resulta tan decepcionante que la discusión sobre la legitimidad pública del sistema de pensiones haya sido olvidada. En la medida que la ciudadanía no esté informada, no sea consciente de los costos y beneficios de las distintas opciones, ni participe del debate que construya el nuevo sistema de pensiones, difícilmente las propuestas emanadas serán exitosas. Y mientras el problema de las bajas pensiones persista, la tensión social continuará creciendo hasta explotar con una magnitud impredecible.
Y por cierto que la ciudadanía tiene mucho que decir, sobre todo en cuanto a los principios que guíen un nuevo sistema: ¿queremos un sistema que privilegie el ahorro individual por sobre la solidaridad entre trabajadores y pensionados? ¿Queremos un sistema que, bajo iguales condiciones, entregue menores pensiones a mujeres que a hombres, como si ellas fuesen “culpables” por vivir más? ¿Queremos un sistema en el cual existan intermediarios que lucren con los ahorros de los chilenos?
El desafío continúa siendo el de democratizar la discusión. Las organizaciones sociales, los jubilados y los sindicatos, tenemos la importante tarea de llevar este tema a todos los segmentos de la sociedad, con el objetivo de que la ciudadanía sea partícipe de la construcción de un nuevo sistema de pensiones que asegure, de una vez por todas, una vida digna a los adultos mayores de Chile.
-« ¡Ay de vosotros también, maestros de la Ley, que abrumáis a la gente con cargas insoportables, mientras vosotros no las tocáis ni con un dedo! »