miércoles, 24 de abril de 2013

Presidente de Cuprum critica AFP estatal

El presidente de AFP Cuprum y ex ministro de Economía de la Presidenta Michelle Bachelet, Hugo Lavados, salió al criticar la propuesta de una AFP estatal. Antes de la junta de accionistas de Cuprum indicó que “la AFP estatal es una mala respuesta a una pregunta que hay que hacerse y que requiere buenas respuestas”. 
El ex secretario de Estado se refirió a su período como ministro y declaró que “el hecho de que yo fui ministro, no significa que tenga que pensar en todo exactamente lo mismo (...). No creo que esté dentro de los principios que conforman los valores de más alto nivel ni de la Concertación ni de la Democracia Cristiana, la AFP estatal”.
Advirtió que “cualquier cambio que exista esté directamente relacionado con beneficios para los cotizantes. A veces se yerra en el objetivo que uno mismo quiere lograr”. 
Lavados indicó que para que una AFP tenga sentido es necesario que tenga una eficiencia mayor a la de los actores que están hoy en la industria: “No hay ninguna razón que me permita pensar que una AFP estatal sea más eficiente, desde el punto de vista de costo, que una AFP privada o que AFP Cuprum. Más bien, la evidencia apunta en el sentido contrario”.
Agregó que este nuevo actor debería tener mayor rentabilidad, algo sobre lo cual no tiene evidencias. “Si se desea que cualquier institución que sea propiedad del Estado tenga pérdidas tiene que haber claridad, porque eso significa que hay recursos que se desvían de otra parte”, remarcó.

http://youtu.be/jl_UzRG11sM

sábado, 20 de abril de 2013

"Una AFP estatal no va a corregir el problema de las pensiones"

 Aunque el candidato independiente destaca que el movimiento estudiantil haya puesto a la educación en el centro del debate, advierte que "ningún proyecto republicano puede basarse exclusivamente en lo que un grupo pide o no".  
Apenas se conoció el resultado de la votación que terminó destituyendo a Harald Beyer del Ministerio de Educación, Andrés Velasco criticó duramente la actuación de los parlamentarios opositores, a los que culpa de maquinar "una movida política" junto a las directivas partidarias de las que busca distanciarse. Eso, a pesar de la eventual relación que deberá entablar con ellos en caso de resultar vencedor de la primaria del próximo 30 de junio.
Mientras tanto el precandidato independiente -quien obtuvo en la última encuesta UDP el segundo lugar en la primaria, con un 7,5%- se prepara para enfrentar en esos comicios a la ex Presidenta Michelle Bachelet, con quien dice no habla hace meses. Y si bien prefiere no polemizar con su rival más fuerte, sí aprovecha de aclarar los mitos en torno a su gestión en la cartera de Hacienda durante el primer gobierno de la abanderada PS-PPD.
-Usted criticó desde un principio la acusación en contra del ex ministro Beyer. ¿Cómo califica lo ocurrido el miércoles?
-Hay mucha gente indignada con la destitución abusiva e injusta del ex ministro de Educación. Cualquiera sea la opinión que uno tiene sobre su desempeño, ello no constituye una razón para abusar de un mecanismo constitucional. Se ha sentado un muy mal precedente, se ha crispado innecesariamente el ambiente político y no se ha avanzado un milímetro en resolver los urgentes problemas de la educación. Es una mala práctica, de las peores, porque no solamente afecta a las leyes y los hábitos cotidianos, sino que afecta la Constitución, que es lo más democrático que un país tiene.
-¿A qué atribuye este crispamiento?
-Hay un clima malo desde hace mucho tiempo que con lo visto el miércoles se echa a perder más aún y que es producto de una dirigencia política tradicional en todos los partidos, de cúpulas políticas que no tienen otro norte que anotarse un puntito en las encuestas o tener un minuto en la TV, y eso no hace otra cosa que confirmar el descrédito en el que está sumido mucha gente.
-En el oficialismo responsabilizan a la candidata PS-PPD, Michelle Bachelet, por dicha tensión...
-Es que el oficialismo va a responder a una mala práctica, con otra mala práctica. La política de la descalificación, acusación personal es precisamente lo que Chile no necesita.
-¿Concuerda con las declaraciones del presidente de RN, Carlos Larraín, quien tras la votación dijo que "la guerra estaba declarada"?
-Eso tampoco contribuye en lo absoluto. Cuando Carlos Larraín habla de guerra parece olvidar que estamos en Chile y no Corea del Norte.
-¿Cómo enfrentará esta dicotomía de competir para ser el abanderado de la oposición y rechazar acciones como ésta, que logró un respaldo casi unánime del sector en el Parlamento?
-Yo estoy compitiendo para ser el abanderado de un sector que históricamente se ha identificado con la tolerancia, el respeto a las reglas, el apego a la Constitución y creo que el oponerse a esta acusación frívola, propia de la política chica, es coherente y necesario para quienes conocen y se enorgullecen de la tradición política de la centroizquierda chilena de las últimas décadas. Nuestra campaña no busca obtener el apoyo de dirigencias políticas que están desacreditadas, sino que busca el apoyo, y lo está obteniendo, de esos cientos y miles de chilenos y chilenas que no quieren tener que ver más con esas cúpulas políticas tradicionales. El foco de nuestras decisiones no está en pensar si una declaración le va a caer bien o mal a un dirigente, sino que tomar los temas, ponerlos con toda fuerza y decir las verdades incómodas si hay que decirlas.
-Pero en un eventual gobierno necesitará relacionarse con esos partidos...
-De eso conversaremos cuando la gente se haya pronunciado y no antes.
-Siendo ese su pensamiento, ¿no era más coherente llegar directamente a la primera vuelta como independiente?
-De ningún modo. Yo he decidido competir desde dentro, porque me parece que la centroizquierda chilena es muy importante como para dejársela a unas dirigencias partidarias llenas de malas prácticas. Miremos lo que ocurrió en Brasil con Fernando Henrique Cardoso o en Inglaterra con el Partido Laborista bajo Tony Blair. Fueron procesos en que la centroizquierda se reinventó. Esa labor que en Chile había empezado a darse en el año 90 se detuvo, pero no sólo eso, sino que ha empezado a dar pie atrás. Yo no soy el único llamado a contribuir a que esa renovación vuelva a ocurrir pero quiero hacer mi aporte.
Gratuidad: "Nosotros tenemos mucha claridad"
-¿Ha hablado con la ex Presidenta tras su regreso a Chile?
-Hace meses que no he hablado con Michelle Bachelet. Además yo aprendí hace muchos años que las conversaciones son privadas y no se ventilan por los diarios, y ese principio no lo voy a cambiar.
-¿Concuerda con los planteamientos que ella ha dado a conocer en sus tres semanas de campaña?
-En cuanto a matrimonio igualitario, ambos tenemos una coincidencia, optamos porque no haya discriminación a la hora de poder casarse. Pero yo voy un paso más allá. A mí me parece que ese matrimonio tiene que ser con plenos derechos, incluyendo la adopción.
-¿Y en materias de educación? Ella ha hablado de gratuidad universal...
-En materia de gratuidad, ella ha dicho que tiene una opinión personal pero que va a esperar la opinión de una comisión antes de tener una propuesta más definitiva. Nosotros tenemos mucha claridad acerca de nuestra postura: el Estado debe pagar todo a aquel joven que no tiene los recursos, pero no es justo que se desvíen platas del fisco para financiarle la educación a un joven acomodado que sí puede pagar.
-Ella también dijo lo mismo, pero luego lo precisó... ¿Cree que ha influido en su postura el movimiento estudiantil?
-Yo no voy a entrar en el hábito de la vieja política de estar interpretando lo que los distintos candidatos dicen todos los días. Lo importante son las posturas oficiales que, en casi todas las campañas, van a venir de los grupos de estudio, consejos asesores...
-Y, en este caso, el movimiento estudiantil, ¿o no?
-A mi juicio, gobernar es optar, es priorizar y, por lo tanto, ninguna política, ningún proyecto republicano puede basarse exclusivamente en lo que un grupo pide o no pide. Yo celebro que los estudiantes hayan puesto esta discusión en el centro del debate nacional, pero también me parece que la discusión que Chile ha tenido ha sido pobre, parcial, porque ha dejado fuera del debate mucho de los temas más importantes. Como los niños y las guaguas no marchan, prácticamente no hemos hablado de la educación preescolar. Como tampoco ha habido marchas del mundo de la educación técnica, que es clave para reducir las injusticias en Chile.
-¿Qué le parece que ella haya reiterado la necesidad de una AFP estatal, tras no poder concretarlo en su primer gobierno?
-En Chile hay mucha gente legítimamente molesta porque siente que el sistema de AFP no le va a garantizar una pensión comparable a lo que gana. Una AFP estatal no va a corregir ese problema y sería importante que se lo digamos a los chilenos
-Algunos sectores de la oposición lo han responsabilizado a Ud. de oponerse a esa iniciativa cuando era ministro de Hacienda.
-El Ministerio de Hacienda llevó a cabo iniciativas que fueran buenas, que estuvieran en el programa de gobierno y que fueran iniciativas presidenciales. Y las que eran injustas, malas o que no calzaban dentro de las prioridades del programa de gobierno, no se llevaron a cabo, así de sencillo. Pretender construir una caricatura que dice que todo lo bueno o malo de un gobierno es en función de lo que hizo o no una persona, es una mala práctica de la política, es el tipo de acusación carente de contenido, distorsionada, que a la gente la tiene harta. Cuando las personas dicen en las encuestas que no les creen a los políticos, están pensando precisamente en acusaciones, golpes, puñaladas como esas.
-¿Apoyará la campaña de Bachelet si ella gana la primaria?
-Este no es un problema de posición personal, sino que es lo que está contenido en la ley. La ley dice con todas sus letras que la primaria es vinculante y los que pierdan no pueden correr por fuera. Por lo tanto, no es un asunto de disposición o de buena onda, es lo que la ley establece.
-Usted dijo que no gobernará con el PC. Sin embargo, ese partido está evaluando apoyar en la primaria a Bachelet. ¿Mantendrá usted su respaldo a la ex Presidenta si ella se compromete a incluir a los comunistas en el gabinete?
-La política de ficción no es un ejercicio que dé buenos frutos. Veamos cuáles son las elecciones del PC.
Yo me pregunto si el PC va a participar de las primarias, no ha dicho aún si lo hará. Ellos han postulado algo que a mi juicio no tiene sentido y es decir que se tenga el programa primero y "después veamos las reglas".

martes, 16 de abril de 2013

Las pensiones de AFP son malas, porque el sistema es de ahorro forzoso


Un trabajador casado en el sistema actual debería acumular 93 millones para tener una jubilación de 500 mil pesos.
Manuel Riesco, economista de Cenda, abordó en conversación con CNN Chile la discusión en torno a la necesidad de una AFP estatal, y la posibilidad de aumentar las pensiones a través de este mecanismo, asegurando que esta alternativa debe sustentarse a través de un sistema estatal de pensiones.
De acuerdo a Riesco, este debería estar basado en "un mecanismo de reparto, ya que la causa de las bajas pensiones no es que los chilenos vivan mucho," sino porque "el sistema de AFP no es un sistema de pensiones, sino un sistema de ahorro forzoso".
El economista explicó que se debe reestablecer el mecanismo en donde las cotizaciones se usan para pagar pensiones, ya que en Chile ese dinero es usado desde hace 30 años "para invertirlas en los mercados financieros, no se han usado para pagar pensiones, sino que se están desviando". El problema según el economista es que "hay es que las cotizaciones se reajustan al salario y al número de personas que cotizan año a año", explicó asegurando que el sistema privado actualmente recauda 4 billones de pesos.
No obstante, según explicó Manuel Riesco, anualmente las AFP destinan para pagar en pensiones un total de 2 billones de pesos, de los cuales el 60 por ciento es financiado por el estado a través de un subsidio. Es decir, en un sistema estatal, el Estado sólo debería hacerse cargo de ese 40 por ciento restante, lo que implica destinar recursos por un billón de pesos adicional a lo que realizan actualmente, pero con el excedente de los 3 billones restantes que utilizan las AFP en los mercados financieros. "Eso es lo que se están echando al bolsillo en este momento y por eso no quieren terminar el sistema", remarcó Riesco.

lunes, 15 de abril de 2013

AFP estatal. ¿Es posible hoy en Chile?

Desde 2008 a la fecha han ingresado 3 proyectos de ley al Congreso que impulsan una AFP estatal, la última en enero recién pasado. En ellos se argumenta que podría generar mayor competencia en el mercado previsional, algo que expertos y trabajadores públicos rechazan, e incluso aseguran no cambiaría las condiciones actuales del sistema. 
  Pía Toro Pía Toro 

1¿Podrá generar mayor competencia en las administradoras de pensiones?

Cuando se trata de hablar del sistema de pensiones, uno de los temas que generalmente sale a la palestra es la desconfianza de la ciudadanía respecto a las AFP en el país, dado que en períodos de baja de rentabilidades, éstas siguen creciendo en utilidades. 
Así se lo plantearon un grupo de parlamentarios de oposición que presentaron un proyecto de ley, el 24 de enero recién pasado, que facultaría al Estado para crear una AFP estatal. La iniciativa se encuentra en primer trámite constitucional en la comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados.
El ex ministro del Trabajo, presidente y diputado del Partido Socialista, Osvaldo Andrade, es uno de los impulsores de esta iniciativa. Aseguró que mientras más actores en el mercado, mayor será la competencia, pensando que una AFP estatal debería tener comisiones más bajas e incluso en nivel cero.
"Es evidente que existiendo más actores, mejora los niveles de competencia. Una AFP estatal pudiera tener una visión de estructura de comisiones distintas a las que tienen las AFP privadas y, en consecuencia, podría ser un factor de competencia muy interesante para las privadas", dijo Andrade.
Esta visión no es compartida por el economista de la UC e integrante del Consejo Consultivo Previsional, Ricardo Paredes, quien considera que existen diversas variables que derriban este primer mito. "Para que imprima más competencia, debe haber sensibilidad de los afiliados a la variable que pueda alterarse con esa entrada, que pudiera ser la comisión. Para que una AFP estatal pueda virtuosamente ofrecer una comisión menor, debe mostrar ventajas claras de eficiencia que le permitan sostener un precio menor (a menos que alguien sostenga hoy que hay colusión, lo que no me parece)", sostuvo. 
Para la economista de LyD, Cecilia Cifuentes, el problema de la competencia con una AFP estatal está en la insensibilidad sobre los costos. "Los cotizantes no responden a precios, y cuando pasa eso, se genera la posibilidad que se les cobre sobreprecios. Eso se resolvió de manera apropiada con la licitación (que ha sido ganada por Modelo)", indicó.

2¿Una AFP administrada por el Estado podría alcanzar comisión cero?

Un segundo mito es que la AFP estatal pueda generar una administración de fondos de pensiones sin cobrar comisión, lo que funcionaría como incentivo para que el resto de las AFP también bajen sus precios. 
Al respecto la economista de LyD, señaló que es imposible alcanzar una comisión cero, teniendo en cuenta además que la AFP Modelo es la que tiene las comisiones más bajas del sistema (0,77%). "Con lo que está cobrando la AFP Modelo uno ya tiene la referencia de cuál es el mínimo valor a la que puede llegar esta comisión. Está bastante estudiado que esa comisión que cobra Modelo estaría dentro de las más bajas del mundo por administración de carteras. Es muy difícil, yo diría que imposible, que una AFP estatal pueda cobrar una comisión inferior a esa, sin tener pérdidas", indicó Cifuentes.
Esta tesis es totalmente compartida por el economista Ricardo Paredes, quien considera como una ilusión poder alcanzar la comisión cero: "No creo y ese me parece un sueño que ya quisiera creer". 
En este sentido, agregó que "el sistema de licitaciones como el existente debiera seguir propendiendo a reducir las comisiones medias pagadas, por el traspaso de los afiliados a las AFP que se adjudiquen las carteras. Este sistema de licitaciones competitivo y bien informado, termina con el lucro excesivo sin necesidad de agobiar la institucionalidad con requerimientos de fiscalización".
El presidente de la Asociación de Nacional de Funcionarios Fiscales (Anef), Raúl de la Puente, aseguró que una AFP estatal no cambia en nada las condiciones actuales con las que opera el mercado. 
"La AFP estatal no modifica en nada el sistema, del cuál no somos partidarios. Un uruguayo me decía yo en mi país pongo plata (para las pensiones) y me dan una comisión, en cambio ustedes ponen plata a la AFP y tienen que poner una comisión para que se los administre. Este no es un problema de mercado, sino que del sistema", manifestó.

3¿Una AFP estatal podría mejorar las pensiones futuras de los afiliados?

Otro mito es que las pensiones podrían verse mejoradas con una AFP estatal, por el perfil solidario que ésta tendría, ya que hoy en Chile la tasa de reemplazo respecto al último sueldo ésta entorno al 30% y 50%, según los expertos.  
En este contexto, el economista de la Universidad de Chile, José Yáñez (ver entrevista) afirmó que esto era posible en la medida que esta entidad incorporara el principio de solidaridad dentro de sus funciones administrativas. Un término que también es considerado en el proyecto de ley presentado por los parlamentarios.
Para el diputado Andrade éste no es un tema que deba resolver un organismo del Estado. "Si alguien piensa que con la AFP estatal se van a resolver el tema de las pensiones bajas, le está pidiendo a la AFP estatal lo que la industria no es capaz de hacer. La solución del tema de las pensiones es algo más complejo. La pregunta que hay que hacerse es cuánto colabora la AFP estatal. Yo creo que colabora, porque la estructura de comisiones podría ser distinta, porque la rentabilidad de las inversiones podría reinvertirse, porque la AFP estatal no podría tener una estructura de lucro, como la tienen ahora, que es un quiebre rotundo al modelo", argumentó.
Para Paredes, en tanto, acá existe otro mito que derribar, ya que para aumentar las pensiones, dice, no se justifica una AFP estatal, asegurando que si en la práctica ésta tiene entre sus objetivos aumentar el monto de pensiones, sería necesario revisar las políticas impositivas. 
"Una AFP estatal puede diseñarse en el papel como algo prácticamente que no requiera financiamiento especial. El tema es si ello implica subsidiar y acabar con la lógica de ahorro individual para elevar las pensiones, eso sí, en el largo plazo, requerirá aumentar impuestos", sostiene.   

4¿Podría una AFP del Estado redestinar sus utilidades a los mismos pensionados?

Con la crisis subprime entre 2008 y 2009, los multifondos mostraron su peores retornos de la historia. El fondo A cay?ó 21,28%, el B 14,25, el C 8%, el D 4% y el E apenas 0,84%. En 2008 las AFP perdieron US$6 millones, pero ya en 2009 la historia cambió rápidamente con ganancias históricas de US$441 millones. Sin embargo, los cotizantes sólo volvieron a tener rentabilidades pre crisis en 2011.
"Cuando hay crisis económica las empresas que administran estas platas quedan aseguradas no pierden ni uno, pero son los trabajadores los que pierden sus recursos, quedando con menos pensión", esta es una de las principales preocupaciones de los cotizantes y que fue manifestada por Raúl de la Puente, quien indicó que para solucionar este problema de "confianza" es necesario un sistema de pensiones de reparto público.
Sin embargo, para uno de los defensores de la AFP estatal, Osvaldo Andrade, acá se encuentra el mayor temor de las entidades privadas, ya que el fisco podría reinvertir las utilidades en los mismos pensionados; lo que no se puede hacer con el actual modelo de mercado previsional.
"Qué pasa si una AFP estatal dice nuestras inversiones van a ir a mejorar los fondos de pensiones y no van a ser utilidades para los dueños. Por eso no quieren esa competencia, porque al tratarse a una empresa del Estado, se genera un nivel de confianza mayor", sostuvo.
Este panorama para Cifuentes es muy complejo, ya que de ser así, esto se vería compensado con pérdidas de eficiencia.
"Pongamos la AFP Modelo y restémosle las utilidades que tienen para los acionistas, y ahí podríamos tener la comisión más baja, pero es imposible que el Estado logre eso, a lo mejor esa ganancia, estoy segurísima que se vería compensada por pérdidas de eficiencia", aclaró Cifuentes.
Ricardo Paredes, de la UC, señaló que de generarse este rol subsidiario con transferencias de recursos, tendría dos efectos negativos. En primer lugar, la dependencia que podría nuevamente provocar un subsidio estatal, donde se podrían exigir los mismos recursos no sólo en época de crisis económica, sino también en periodos de bonanza de las actividad del país. "Es que la posibilidad que el gobierno de turno transfiera recursos a sus afiliados oscurece la trasparencia de un sistema; y en segundo lugar, por las presiones que se ejercerán en caso de caídas en la rentabilidad no serán compensadas con lo que ocurrirá cuando los fondos crezcan", señaló Paredes. 

5¿Se puede financiar una AFP estatal sin que termine siendo una carga para el Estado?

El Informe de Pasivos Contingentes de 2012, realizado por la Dirección de Presupuestos (Dipres) señala que la Garantía Estatal de Pensión Mínima y el Sistema de Pensiones Solidarias (SPS) tuvo un costo estatal de 0,8% del PIB y  proyectada para el 2025 esto estaría en torno al 1% del PIB. 
Si bien no existe una proyección si es que una AFP estatal aumentaría estos costos, los expertos aseguran que podrían elevarse y convertirse en un gran peso para el Estado.
En esta línea,  para el miembro del Consejo Consultivo Previsional, Ricardo Paredes, el costo para el Estado sería enorme, sobre todo si en algunas ocasiones, como en casos de crisis económica, debiera cumplir con un rol subsidiario.
"Mi aprensión es, precisamente, que tenga impacto fiscal por las  transferencias que se hagan a los afiliados que no dicen relación con sus aportes y que excede lo que el Pilar Solidario contempla", afirmó.
Cecilia Cifuentes de LyD también recalca un punto esencial en este mito, que es lo costoso no sólo subsidiario que deberá tener el Estado, si considera una administradora pública de fondos, sino también asuntos de logística, que obligarán en el largo plazo, competir para obtener más recursos y poder solventar el costo que eso conlleva.
"Para las AFP poner oficinas en localidades muy chicas con baja densidad de cotizantes, efectivamente no es rentable. Es decir, necesitar de esas oficinas, necesariamente va a generar gastos fiscales", señaló Cifuentes.

Debes saber
¿Qué ha pasado?
Durante este año, y retomándose el debate sobre el sistema de pensiones, un grupo de diputados reeditó la discusión sobre una AFP estatal, presentando un proyecto de ley en el Congreso que será analizado en su primer trámite constitucional, en la comisión de Trabajo de la Cámara Baja.
¿Por qué ha pasado?
Según los parlamentarios de oposición, la idea es que esta AFP estatal pueda generar una mayor competencia en el mercado previsional, y además reinvierta sus inversiones en los mismos pensionados, para mejorar sus recursos al momento de jubilar.
¿Qué consecuencias tiene?
 Para expertos y trabajadores públicos, la AFP estatal no cambia en nada las condiciones actuales del mercado y es imposible lograr la reinversión de utilidades como lo sugieren los diputados.
 

sábado, 13 de abril de 2013

Se abren argumentos y propuestas para una nueva reforma previsional


Gasto previsional del fisco subiría a US$14.300 millones en 2018, si antes no se concreta una nueva reforma para apoyar a los futuros pensionados de ingresos medios, en su mayoría no elegibles para acceder a los beneficios del pilar solidario.  
La proyección de que en 2015 los pensionados en las AFP superarán el millón de personas está estremeciendo al sistema, no tanto por la magnitud de la cifra, sino por el bajo monto de ingresos que se estima recibirá la mayoría de los futuros jubilados de este sistema.
La prueba de fuego para las AFP comenzó antes de lo previsto por los expertos, impulsada por el aumento en la esperanza de vida de los chilenos, como también por la creciente demanda de un mejor pasar en la tercera edad. 
Mientras los afiliados de menos recursos están relativamente protegidos con el llamado Pilar Solidario, creado con la reforma de 2008, los que están un poco más arriba en la escala de ingresos corren el riesgo de empobrecerse en la vejez. Por eso ya se está pensando en abordar este problema con una nueva reforma previsional, esta vez, dirigida a las clases medias.
Con la misma vara con que se mide cualquier sistema previsional, a las AFP chilenas se les exigen pensiones de al menos el 70% de lo que ganan los trabajadores en su vida activa.
 Esa fue la promesa con que partió el sistema, en 1981. Sin embargo, estimaciones hechas por los expertos y por las autoridades del sector indican que la mayoría de los afiliados obtendrá sólo entre el 40% y el 55% del ingreso que reciben como trabajadores activos.
En algunos casos extremos, la pensión sólo representa un tercio de lo que se obtiene en la vida activa, como ocurre con los cálculos que hoy se pueden hacer para una alta proporción del millón 300 mil afiliados que cotizan como independientes.
 Este problema se solucionará en parte a contar de 2015, cuando entre en vigor una norma (también establecida por la reforma de 2008) que obliga a estos afiliados a cotizar, mediante un descuento sobre el monto que imputen en su declaración anual de renta. En este caso se les descontará el porcentaje correspondiente a previsión, de tal modo que recibirán menos devolución de impuestos.
Este año y el próximo el procedimiento es voluntario, pero ha sido más que suficiente para reflejar la aversión que tienen los independientes hacia el ahorro previsional. 
A sólo días de iniciada la operación renta 2013, el Servicio de Impuestos Internos informó que 518 mil personas desistían de destinar parte de los ingresos obtenidos en 2012 al ahorro previsional, lo cual hacía suponer que hacia fin de mes, cuando termine este proceso, el número de personas que decide no cotizar sería aún mayor.
El problema para estos afiliados, como para otros que, siendo trabajadores dependientes, cotizan por el mínimo -sea porque ganan poco, porque no hacen ahorro previsional voluntario (APV), o porque han tenido largos períodos de lagunas por cesantía-, es que son candidatos seguros a una baja pensión.
El subsecretario de Previsión Social, Augusto Iglesias , recurre a la metáfora de un automóvil nuevo para explicar lo que los afiliados a las AFP esperan del sistema: "Se suben al auto y quieren llegar a Concepción, pero la gasolina que le pusieron sólo les alcanza hasta Talca, por lo tanto, la solución es aumentar la cantidad de combustible para llegar a la meta; es decir, hay que hacerse la idea de que para tener una mejor pensión, hay que ahorrar más". 
Según Iglesias, es necesario preocuparse hoy de este problema, para evitar que en el futuro el Estado tenga que cubrir parte del déficit previsional que se proyecta.
Muchos afiliados, pero pocos cotizantes
Según cifras de la Superintendencia de Pensiones, al 31 de enero pasado los afiliados a las AFP sumaban 9.290.555, pero sólo cotizaban 4.960.478, es decir, el 53% del total. 
Además, la mayoría de los cotizantes activos tenía una baja remuneración, con una media de $601.479 al mes y un sesgo en contra de las mujeres que recibían $538.808, en contraste con los $643.731 de los varones. Esto revela que en el futuro las principales perjudicadas con las bajas pensiones serán las trabajadoras.
Mientras tanto, los 978.723 pensionados en el sistema de AFP, en sus distintas modalidades (vejez, anticipada, invalidez y sobrevivencia), recibían una pensión promedio de $179.066, cifra ligeramente menor que la percibida por los pensionados del antiguo sistema de reparto, atendidos por el Instituto de Previsión Social (IPS), que ese mes alcanzaba a $182.190. Los pensionados atendidos por el IPS sumaban 746.722 personas.
Tasa de reemplazo
Tomando como base la remuneración promedio de los afiliados a las AFP ($601.479), la pensión ideal debiera ser de $421.035, cifra que corresponde al 70%. Por lo tanto, la promesa con que partió el sistema de AFP hace 31 años, no se estaría cumpliendo. 
Y lo que es peor, se prevé que en los próximos años aumente la brecha para una mayor proporción de afiliados, entre lo que reciben en su vida activa, y lo que podrían percibir como jubilados. Esto es lo que los expertos denominan tasa de reemplazo.
Según estimaciones hechas por analistas ligados a la Dirección de Presupuestos, si continúa aumentando la brecha en la tasa de reemplazo en los afiliados a las AFP, de aquí a cinco años el Fisco se vería obligado a incrementar los aportes solidarios, llevando el gasto previsional total a cerca del 25% del presupuesto.
 En cifras de 2012, esto elevaría el gasto a US$14.300 millones, lo cual habría que financiar con recursos extras (por ejemplo, más impuestos) o con déficit fiscal.
El año pasado el gasto previsional total alcanzó a US$11.100 millones, equivalente al 19,2% del presupuesto fiscal.
"Estas cifras revelan un problema estructural para el sistema, tanto por el alto volumen de afiliados que no cotiza, como por los bajos ingresos promedios, que no aseguran un ahorro suficiente para alcanzar una pensión digna en la vejez", sentenció el diputado Carlos Montes, miembro de la Comisión de Hacienda de la Cámara. 
El parlamentario advirtió que más temprano que tarde se tendrá que realizar una nueva reforma para hacerse cargo de este problema. Esta vez orientada a beneficiar a los trabajadores de ingresos medios. Sin embargo, reconoció que esto conlleva otro problema: de dónde sacar más recursos para financiar aquellas futuras prestaciones previsionales.
Mientras tanto, el mecanismo de ahorro voluntario conocido como APV, tampoco entusiasma a la mayoría de los trabajadores. A febrero pasado estas cuentas sumaban 707.655, cifra equivalente al 14% del total de afiliados. Ello, no obstante los beneficios tributarios que ofrece la ley para apoyar a los ahorrantes, sea con un descuento por los ingresos declarados en segunda categoría, como por la bonificación estatal contemplada para aquellos ahorrantes que aspiran a mejorar su jubilación.
¿Aumentar la edad para pensionarse?
"En general, las estimaciones muestran que las tasas de reemplazo son más bajas que lo que la gente espera y más bajas que lo que la OCDE recomienda, 70%", sentenció el profesor de la Universidad Católica, Klaus Schmidt-Hebbel, en un seminario organizado por el Centro de Estudios Públicos (CEP) a comienzos de marzo. 
Sugirió que el problema podría afrontarse con cuatro medidas fundamentales: aumentar la edad de jubilación de hombres y mujeres a 67 años; elevar la cotización obligatoria de 10% a 13%; hacer imponibles todos los ingresos que perciben los trabajadores dependientes (bonos y asignaciones); y combatir la evasión previsional que hoy afecta a alrededor del 25% de los trabajadores chilenos, debido a las malas prácticas de sus empleadores.
Sin embargo, la economista Andrea Repetto, miembro de la comisión que propuso la reforma de 2008 , advierte que "cambiar los parámetros del sistema, tales como la tasa de cotización o la edad de jubilación, intenta hacerse cargo de una baja acumulación, pero su efectividad no es segura", según declaró a La Segunda. Explica que no se le puede pedir a un trabajador que retrase su edad de jubilación, si no tiene acceso a empleo. 
Asimismo, dice que el alza en las cotizaciones "no sólo no eleva la acumulación de quienes no cotizan, sino que también puede reducir la frecuencia con la que cotizan los que cotizan, en particular quienes tienen un acceso más vulnerable al empleo formal".
El economista Mario Marcel, quien encabezó la comisión que preparó la reforma de 2008 , lanzó en el mismo seminario del CEP una batería de ideas para otra eventual reforma. 
Entre éstas, el aumento en la tasa de cotización obligatoria, pero compartida entre el trabajador y el empleador; un nuevo esfuerzo para reducir los costos en la administración de los fondos; aumentar la densidad de las cotizaciones con aportes estatales provenientes de contraprestaciones sociales (servicio militar, servicios a la comunidad, aportes previsionales en periodos de cesantía y subsidios por cuidados de discapacitados y adultos mayores), aumentar la cobertura del APV; elevar la renta máxima imponible; y crear una entidad estatal orientada a afiliar a los trabajadores independientes.
El superintendente de Valores y Seguros, Fernando Coloma , también entró al ruedo de las propuestas para mejorar las pensiones. Tomando como antecedente el incremento del riesgo que está significando para las compañías de seguros la mayor longevidad de los chilenos, propuso medidas para mejorar las pensiones por rentas vitalicias. 
Entre éstas, adecuar las exigencias de capital mínimo con que operan las aseguradoras; crear productos especiales para dar cobertura por mayor longevidad a los asegurados (tales como rentas vitalicias variables, swaps y reaseguros); y aprobar el mecanismo de hipoteca revertida, en que el pensionado aumente su pensión tomando dinero prestado con cargo a la posesión de algún bien raíz.
Por su parte, el subsecretario Augusto Iglesias propone iniciar una cruzada de educación previsional, para que los trabajadores se preocupen del tema y complementen el ahorro obligatorio con el voluntario, "lo cual evitaría que el estado tuviera que asumir una mayor carga en el futuro", sostiene.
Tanto Iglesias como Schmidt-Hebbel opinan que el sistema de capitalización individual ha funcionado bien, sobre todo en cuanto a la rentabilidad de los fondos. Mientras Iglesias sostiene que el sistema "ha cumplido con creces el retorno anual promedio de 4,5% que se proyectó en 1981, porque estamos por sobre el 7%", el profesor de la Universidad Católica sostiene que la tasa de rentabilidad de las AFP chilenas es "extraordinariamente alta", en el contexto de la perspectiva internacional comparada".
El problema está en lo que ellos llaman la "baja densidad" de los ahorros acumulados por los afiliados al sistema, es decir, en una acumulación insuficiente y poco constante. Por lo mismo, es en este plano donde sugieren hincar el diente, "para echarle más combustible al estanque", como dice Augusto Iglesias.
Proyección a 20 años
En estas condiciones, sigue vigente el negro pronóstico que hicieron los expertos de la llamada "Comisión Marcel" en 2006, cuando echaron las bases para la reforma previsional promulgada en 2008: "De seguir las cosas como están, se estima que dentro de 20 años sólo alrededor de la mitad de los adultos mayores podrá contar con una pensión superior a la mínima (...). 
Entre quienes corren mayor riesgo de encontrarse en esta situación se cuentan los trabajadores de bajos ingresos, los temporeros, los trabajadores por cuenta propia y una importante proporción de mujeres."
A lo anterior, el subsecretario Iglesias sostiene que en el mejor de los casos, un hombre que comenzó a cotizar a los 25 años y su salario creció a una tasa de 1,5% anual, cuando llegue a los 65 años se jubilará con el equivalente al 54% del salario promedio de sus últimos tres años como trabajador activo. 
Pero una mujer, en las mismas condiciones que se jubile a los 60, se estima que podría alcanzar a una pensión líquida equivalente al 39% del sueldo de sus últimos tres años.
Conclusión para Iglesias: "Con una cotización básica equivalente al 10% del sueldo, una persona, sea hombre o mujer, no puede aspirar a tener una pensión cercana al sueldo en su vida activa y por ello cualquier solución a este problema pasa inevitablemente por incrementar el ahorro previsional".
Para solucionar en parte el problema, Andrea Repetto cree posible extender los beneficios del Pilar Solidario. 
Eso sí, advierte que habría que estimar el costo y también discutir sobre otros usos posibles de los recursos involucrados porque, mal que mal, junto con las bajas pensiones, el Estado tiene que hacerse cargo de otros problemas sociales, tanto o más acuciantes que aquellas.

Pilar solidario

El pilar solidario implica una carga para el fisco, equivalente al 0,77% del producto interno bruto (unos US$ 2.300 millones) y se prevé que en pleno régimen, hacia 2025, subirá al 1,4% del PIB. No fue diseñado para atender a trabajadores con ingresos medios, que corren el riesgo de no alcanzar una pensión razonable en el futuro.

En 2012 el gasto previsional total del fisco representó el 19,2% del presupuesto, equivalente a unos US$ 11.100 millones. Junto con los beneficiarios del pilar solidario (1.349.281 personas), se suman a este gasto los aportes para los pensionados del Instituto de Previsión Social (ex INP) y el personal retirado de las fuerzas armadas.

Además del pilar solidario, la reforma de 2008 introdujo una serie de mejoras al sistema previsional, orientadas a ampliar la cobertura de beneficios para los sectores más vulnerables. 
Entre otras: subsidio previsional a los trabajadores jóvenes, bono por hijo para las mujeres, incentivos de cargo fiscal para el Ahorro Previsional Voluntario, creación del Fondo para la Educación Previsional, cotización del seguro de invalidez y sobrevivencia para los empleados públicos, un crédito contra el impuesto de primera categoría por las actividades que subcontratan las AFP; y asignación familiar y de cobertura de la Ley de Accidentes del Trabajo y Enfermedades Profesionales para los trabajadores independientes.

Solange Berstein subir la edad y buscar nuevas formas de ahorrar.

Súper de Pensiones: Se está estudiando cómo mejorar las jubilaciones de los chilenos.
 La superintendente de Pensiones de Chile, Solange Berstein, señaló en el marco del VI Congreso Internacional Fiap-Asofondos, dijo que se está estudiando la manera de abordar los temas relacionados a mejorar las jubilaciones de los chilenos.
La autoridad se refirió a este tema respecto de los cuestionamientos sobre el bajo nivel de las pensiones en el sistema privado que en Chile es obligatorio y existe desde el año 1981.
En medio de ese debate, los candidatos a las elecciones presidenciales, plantearon la necesidad de aumentar la tasa obligatoria de cotización que a la fecha es de 10%, con tope, y la edad de jubilación, principalmente en las mujeres que hoy en día es a los 60 años.
   
Berstein precisó que estos temas hay que discutirlos a largo plazo, pues esas medidas requieren implementarse de forma paulatina.   
"Son temas transversales, en ese sentido es un desafío que hay que ir implementando en el tiempo. Es un tema que es importante desarrollar", dijo.
La funcionaria agregó que "existe mucha discusión respecto de formas distintas de avanzar en el sentido de las tasas de reemplazo. Se están explorando distintos temas en relación a cómo aumentar el ahorro para aumentar las pensiones a futuro".

sábado, 6 de abril de 2013

AFPs, una fábrica de pobres

Por: Gonzalo Cid Vega
Economista de Fundación CENDA
AFPs, una fábrica de pobres
La realidad de acuerdo a los datos de la Superintendencia de Pensiones es que al 31 de enero del 2013 la pensión promedio que se entrega es de $179 mil pesos y la pensión de vejez, la de mayor cobertura, es de apenas 161 mil pesos, o sea este modelo que ha sido legitimado tanto por la derecha como por la Concertación hoy hace que una persona que se jubila quede automáticamente pobre, ello mientras el año 2012 las utilidades de las AFPs aumentaron en un escandaloso 38%.
A partir de las advertencias realizadas a comienzos de este año por el economista Joaquín Vial, se logró abrir en los medios de prensa masivos el debate sobre la real eficacia y legitimidad de las AFPs como entidades encargadas por el Estado para entregar pensiones a los chilenos y chilenas. 
Es lamentable que este debate se haya limitado casi exclusivamente a las opiniones de los defensores del actual modelo, haciendo todos ellos diagnósticos catastróficos sobre los resultados a 32 años de funcionamiento y planteando soluciones que solo agravan aun más la situación. 
Estos personeros suelen ser presentados como académicos independientes, pero en su gran mayoría son directores, ex directores o asesores de AFPs.
Es así como Joaquín Vial, actual integrante del Consejo del Banco Central, durante cinco años trabajó como economista jefe del grupo BBVA y estuvo en la presidencia de la AFP Provida.
Vial, al señalar en el seminario dictado en la UDP a comienzos de este año que, en promedio, un 60% de las personas que comenzaron a cotizar en el sistema en el año 81, hoy no superarán los $ 20 millones de saldo acumulado en sus cuentas, entregándoles pensiones no mayores a $ 150 mil, ha dicho solo parte de la verdad. 
Fue la propia Asociación de  AFPs la que en los primeros días de marzo de este año, señaló que la situación es más dramática; de acuerdo a sus estudios, para obtener una jubilación de $500 mil se requiere al menos $93 millones acumulados, o sea que por cada $20 millones acumulados se obtiene una pensión de menos de $108 mil, muy menor a lo dicho por Vial y bastante más cercano a los cálculos hechos por Fundación CENDA (cada $20 millones acumulados un hombre obtiene $105 mil y una mujer $89 mil).
En un seminario organizado a fines del 2012 en el Senado, la superintendenta de Pensiones, Solange Bernstein reconoció que la tasa de reemplazo (la relación entre la pensión de una persona y sus últimos años de sueldo) en el caso de la mujeres solo llega al 25%, o sea una mujer cuyo sueldo promedio de los últimos años es de $400 mil jubilará con tan solo $100 mil.
Otro de los académicos que han salido al debate es Klaus Schmidt-Hebbel, asesor de varias  AFPs, quien en su defensa del sistema no rebate lo escuálida de las pensiones pero destaca el aporte del sistema de AFP al financiamiento de las empresas chilenas y su importancia en la mejora de los gobiernos corporativos de las empresas donde participan; es tal vez este el gran mérito de las AFPs: ser un ahorro forzado para todos los chilenos en beneficio de los grandes grupos económicos.
A estos análisis les falta puntualizar algunos aspectos:
1º.- Este es un sistema extremadamente caro para el trabajador/a, es así que uno de cada tres pesos que se cotiza se los embolsan las AFPs o compañía de seguros relacionada; ello ocurre, en primer lugar por las altas comisiones y costos de administración que mes a mes nos descuentan de manera obligatoria de nuestro salario, aproximadamente un11,6%, de ello un 10% va a parar a nuestra cuenta individual y el otro 1,6 % es el cobro que nos hacen para obtener una supuesta rentabilidad que fluctúa entre valores de 4 a 6.5% según las AFPs. 
Es bueno no confundirse: el cobro que nos hacen hay que calcularlo sobre el dinero que ellos administran, no en relación a mi sueldo, es así que el 1,6% de mi sueldo que cobran por administración, equivale en realidad al 14% del dinero que me manejan (11,6% de mi sueldo) y por ello ofrecen un rentabilidad que es menos de la mitad de lo que cobran. A ello se suman las ganancias que obtienen por las diferencias entre primas de rentas vitalicias cobradas y rentas vitalicias efectivamente pagadas, así en el periodo entre1982- 2008 cobraron $12.7 millones de millones y pagaron $7.4 millones de millones, o sea se embolsaron la no despreciable suma de $5.3 millones de millones de pesos; el mismo mecanismo ocupan para ganar con las diferencias entre primas efectivamente pagadas en los seguros de invalidez y sobrevivencia y seguros efectivamente pagados. 
Hay ganadores en este modelo, durante los primeros 25 años de funcionamiento del sistema, vemos que la mitad de los fondos invertidos en Chile esos años, fueron invertidos en cinco grupos económicos: Grupos Santander, Luksic, Yarur, Endesa y BBVA, entre ellos dueños de AFP y compañías de seguros.
Durante el 2008 los grandes ganadores fueron los grupos Angelini, Endesa España, Paulmann, Matte, Solari, Ibañez y Ponce Lerou, entre otros, que se quedaron con el 70% de los fondos de ese año invertidos en Chile. 
Claramente los que pierden son los trabajadores/as.
2º.- No se señala que es un sistema absolutamente subsidiado por el Estado. Entre los años 1981 y el 2009 más del 50%del gasto para pagar pensiones que hicieron las AFPs y compañías de seguros relacionadas, se hizo con dineros públicos; esto fue admitido por el director de Instituto Libertad y Desarrollo, Luis Larraín, en un debate en vivo en radio Duna el año 2011. 
Debemos ser claros: se ha mantenido un sistema privado de pensiones que ha sido desde su fundación una enorme carga para el Estado y en el que todas las cotizaciones pagadas y las ganancias obtenidas van en beneficios de las AFPs, compañías de seguros y algunos grupos económicos. 
No podemos perder de vista que el antiguo sistema de reparto que existió en Chile hasta el año 80 nunca fue una carga para el Estado, y la gran amenaza para cambiarlo es que podía llegar  a serlo. Con la última reforma se han ido sumando diversos mecanismos que incorporan más subsidios a este modelo: bono por hijo, aporte previsional solidario, subsidio al trabajador joven, entre otros.
3º.- Es un sistema mal diseñado. Por un lado, no se hace cargo del modelo laboral chileno, que a lo largo de los ajustes neoliberales implantados durante los últimos 30 años hace que el mercado del trabajo en Chile sea extraordinariamente precario, contribuyendo ello a despidos injustificados, no pago de imposiciones de manera unilateral por el empleador, debilidad de los sindicatos, bajos salarios (el 50% de los trabajadores no gana más de 250 mil pesos), malos seguros de desempleos, etcétera, lo que se traduce evidentemente en baja capitalización individual en las cuentas de las personas. 
De acuerdo a los estudios de Cenda, hasta el 2009 dos tercios de la fuerza de trabajo cotizaron en promedio menos de un 50% al año
Por otra parte este sistema se basa en la rentabilidad que se obtiene en mercados de renta variables sujetos a la especulación financiera, generando la ilusión que estas pueden mantenerse sobre el 6% de rentabilidad durante periodos prolongados. 
La historia nos muestra que las bolsas en períodos largos (más de 50 años) rentan bajo el 2% en promedio
Por último este modelo exige que el salario de tus primeros 10 años sea la base (sobre el 60%) de tu jubilación, lo absurdo es que el trabajador durante sus primeros 10 años gana sueldos que son la mitad o menos que los que obtiene durante sus últimos 10 años, lo que hace más complejo el poder establecer una equivalencia entre su jubilación y su ingreso percibido al jubilar, falencias todas ellas que el sistema de reparto soslaya.
4º.- Es un sistema que discrimina aberrantemente a las mujeres
 En el antiguo sistema público de pensiones, una mujer y un hombre que trabajan igual número de años y ganan igual sueldo, tiene derecho a jubilar con una pensión vitalicia idéntica, la mujer a los 60 años y el hombre a los 65, cualquiera sea su estado civil y número de cargas.  
En las AFP, en cambio, un hombre soltero de 65 obtiene hoy aproximadamente un tercio más de pensión que una mujer soltera de 60 años con el mismo fondo acumulado
Aún si ella renuncia a su derecho a jubilar a los 60 años y posterga esta decisión a los 65, la pensión del hombre resulta aproximadamente un sexto mayor. Esto se debe a la aberrante discriminación que se estableció por temas de género al instaurarse este modelo, pues si bien las mujeres viven cinco años más que los hombres, nada se menciona que los seres humanos más ricos de Chile viven bastante más de cinco años que los seres humanos más pobres. 
Un habitante de Las Condes, por ejemplo vive, de acuerdo al INE, nueve años más que uno de Osorno, pero en este caso nadie castiga a los habitantes de Las Condes, seguramente la comuna donde vive la mayoría de los directores de las AFPs.
Hoy que se han encendido las alarmas sobre la efectividad real que tiene el modelo de AFPs  ya que no ha sido capaz de cumplir con la promesa hecha hace 32 años, cuando se señaló que entregaría pensiones con tasas de reemplazo sobre el 70%, se hace imperiosa una reforma radical del sistema. 
La realidad de acuerdo a los datos de la Superintendencia de Pensiones es que al 31 de enero del 2013 la pensión promedio que se entrega es de $179 mil pesos y la pensión de vejez, la de mayor cobertura, es de apenas 161 mil pesos, o sea este modelo que ha sido legitimado tanto por la derecha como por la Concertación hoy hace que una persona que se jubila quede automáticamente pobre, ello mientras el año 2012 las utilidades de las AFPs aumentaron en un escandaloso 38%.
La solución existe, pero no va por elevar la tasa de cotización del trabajador o retrasar la edad de jubilación, menos por seguir aumentando los subsidios a las AFPs, como exigen desfachatada e inmoralmente los directores y dueños de las AFPs, así como los economistas asesores de ellos. 
Tampoco generaría grandes cambios la idea de crear una AFP estatal, como han propuesto sectores de la Concertación, como forma de contener los reclamos, esto es equivalente a lo hecho en educación, otorgando los créditos CORFO, como mecanismo para paliar los abusos de préstamos que se hacían a los estudiantes por parte de bancas privadas. Hoy vemos que todos los jóvenes que adquirieron esos créditos sienten que fue una estafa.
La solución es reconstruir un sistema de reparto sólido, eficiente y moderno, al igual como existen en todos los países desarrollados y en el 95% de los países del mundo
Esto no es sino un clásico mecanismo de seguros, mediante el cual las cotizaciones de los trabajadores en actividad se utilizan para pagar las pensiones de los jubilados. Dicho esquema ha demostrado su solidez y sustentabilidad, otorgando pensiones buenas a lo largo de más de un siglo a poblaciones mucho más maduras que la chilena. 
Eso permitiría mejorar las pensiones al nivel del ex INP sin aumentar las cotizaciones actuales y con un excedente grandísimo a favor del fisco, que permitiría entre otras cosas financiar la educación gratuita y todo ello sin tocar el fondo.
De acuerdo a los cálculos hechos por fundación CENDA, hoy el traspasar la administración del sistema a una entidad pública como el IPS (ex INP), manteniendo el Estado todos los compromisos previsionales vigentes y asumiendo todos los compromisos hechos por AFPs y compañías de seguros, pero ahora administrando el fondo existente que es propiedad de los chilenos/as por una entidad estatal y recibiendo esta entidad pública las cotizaciones mensuales, permitiría que al Estado le ingrese de manera constante un flujo superior a los 5 mil millones dólares anuales. 
Con ello se podría mejorar considerablemente las jubilaciones de 1 millón 800 mil pensionados chilenos.
*Fundación Cenda ofrece charlas para explicar con mayor claridad la situación actual del sistema de pensiones a sindicatos y asociaciones de trabajadores que lo soliciten. 
-« ¡Ay de vosotros también, maestros de la Ley, que abrumáis a la gente con cargas insoportables, mientras vosotros no las tocáis ni con un dedo! »